Emma
-¡Quieto, Gold!- Regina irrumpió en la tienda.
-Regina...- No sé si estaba respondiendo a la pregunta o solo sorprendida.
-El corazón, entregamelo...- Se acercó a él.
-¿Y por qué iba a hacerlo?- Retó el hombre.
-Porque es lo correcto...- La voz de Bella me hizo darme la vuelta.
-Al parecer tu novia no estaba al corriente.- Sonrió la alcaldesa.
-Y tu se lo has contado, por supuesto...-
-Rumple, devuelvele su corazón.- Pidió Bella. -Me dijiste que habías cambiado...-
Finalmente acabó por ceder y Regina recuperó mi corazón.
-No está en...- Mary Margaret y David entraron. -¿Qué está pasando?-
-Tiene su corazón...- David se fijó. -Bruja...-
-Oh, porque vosotros le habéis dado un gran uso, ¿verdad?- Intentó acercarse a ellos, pero yo me interpuse.
-No merece la pena...- Aseguré. -Por favor...-
-Secuestraron a Henry...- Recordó apretando los dientes. -Te arrancaron el corazón e intentaron matarme...-
-Te lo merecías.- Añadió mi madre.
-No...- Volví a pararla. -No los escuches...-
-Adelante, matala.- Propuso mi padre. -Será mejor que cualquier otra cosa que puedas hacerle.-
-¿Prefeririais que me matara a poder ser yo misma?- Esta vez Regina tuvo que pararme a mi. -Se supone que sois mi familia...-
-Y lo seremos, Emma.- Aseguró Mary. -Cuando nos aseguremos de que todos estén a salvo de Regina de una vez por todas.-
La alcaldesa soltó mi hombro y me acerqué a ellos. -Preferiría morir antes que ser como vosotros...-
Regina debió de entender que me habia pasado, porque ambas nos teletransportamos a su casa en una nube morada.
Aún no estaba muy acostumbrada a estos viajes, de modo que tuve que recobrar el equilibrio.
-¿Por qué has hecho eso?- Me giré hacia ella.
-Yo tuve la misma conversación con mi madre años atrás...- Bajó la mirada e intentó reírse, pero aún le dolía demasiado.
-¿Qué pasó?-
-La aparté de mi vida, pero eso no impidió que acabara siendo como ella.-
-¿Qué quieres decir?-
-Perdí a mis padres por mi amor verdadero...no pierdas tu a los tuyos por una reina malvada...-
-Regina...- Se me ablandó el corazón. Me acerqué a ella y la sujeté por ambos hombros. -No eres una reina malvada...-
-No, claro que no.- No supo hacia donde mirar. -Soy La Reina Malvada.-
-Henry no te ve así, ni yo tampoco.- Intenté convencerla. -Hay luz en tu corazón.-
-Oye, tu corazón...- Se fijó en el brillo intenso que adquirió.
Al parecer la quería tanto que hasta mi corazón se iluminaba en su presencia...
-Voy a ponertelo...- Me agarró un brazo y sujetó el corazón con sumo cuidado. Yo no quería que lo soltara, me sentía a gusto en sus manos...y ella parecía mirarlo de un modo especial.
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Hold My Heart
FanfictionEmma Swan no tiene muy claro que alejar a su hijo de Regina sea una buena idea. Veremos como se las ingenian los príncipes para impedir que ambas actuen como madres del chico mientras ellas comienzan a entablar una relación que traspasa la amistad.