Emma
Regina y yo nos transportamos a casa en una nube morada.
-¿Estás bien?- La saqué de su trance.
-No creí que fuera a hacerlo...- Bajó la mirada a la canica magica.
-Mi superpoder no falla.- Opiné. -Decía la verdad...-
-Ya, pues no voy a perdonarla tan fácilmente.- Subió la mirada. -No voy a olvidar todo por lo que me ha hecho pasar...-
-Lo sé...- Puse su mano sobre su hombro. -Te entiendo...-
-¡Mamá!- Henry salió corriendo a abrazarla.
-Estamos bien, cielo...- Aseguró la morena al rodearlo con sus brazos. -Voy a preparar la comida, ¿de acuerdo?-
-Yo te ayudo.- Bajé con ella para que pudiéramos hablar a solas.
Regina estaba tan nerviosa que no sabía ni dónde guardaba las cosas que necesitaba para cocinar.
-¿Estás bien?- Pregunté cuando ella apoyó las manos sobre la encimera.
-Casi te mato, Emma.- Recordó dirigiéndome la mirada. -¿Cómo es que no te fuiste? ¿Por qué sigues aquí?-
Lo preguntó dolida, tanto que yo bajé la vista sin darme cuenta. -No pienso abandonarte, Regina... A lo largo de mi vida he abandonado a mucha gente, gente que me importaba...Y no pienso volver a cometer ese error.-
-Podrías estar muerta.- Se le cortó la voz.
-Tu también.- Recordé. -¿Como narices te separaste de tu corazón?-
-No lo sé.- Bajó la mirada. -Deseaba morirme con todo mi corazón, tal vez fue eso...-
-¿Por mi?- Me tembló la voz.
Regina se encogió de hombros y se cruzó de brazos como si no le importara. -Puede...-
-¿Querías morir por mi?- Me acerqué a ella sin poder creerlo.
Cerró los ojos y suspiró. No podía seguir haciéndose la fuerte. -Pues claro...-
-Alcaldesa Mills...- Me agarré a su cintura. -Hace unos meses intentaste envenenarme...-
-Eres idiota...- Sonrió bajando la mirada.
-Soy tu idiota.- Sonreí y ella se mordió el labio. -Vamos, sé te te gusta...-
Levantó sus ojos de chocolate hasta los míos y sentí como me absorbía poco a poco. Me llamaban a entrar en ellos, a acallar mis miedos infantiles y mostrarme el camino a seguir entre el miedo y el dolor; a lidiar con las decepciones y recuperarme de las caídas. Llevarme a un mundo de sombras donde estaría a salvo.
Y cuando ya me había consumido, puso sus manos sobre mi nuca y me besó.
Si esto es un sueño, no quiero despertar.*
Regina
Pasaron dos días sin tener que lamentar ninguna pérdida, sin destrucción de bienes públicos y sin que los príncipes vinieran en busca de respuestas por mi ataque a la comisaría.
Todo fue extrañamente normal.
Hasta ese momento.Mi teléfono sonó. Era mi madre, diciendo que estaba en frente de mi casa y necesitaba hablar conmigo de algo.
Y yo, como una estúpida, fui.
-¿Cómo has conseguido mi número?- Fui hasta ella. -¿Y de dónde has sacado tu un teléfono móvil?-
-Me lo dio Blancanieves.- Intentó explicarse.
-¿Has estado con los príncipes?- Me cabreé.
-Solo para decirles que fue cosa mía lo que pasó en la comisaría.- Aseguró. -Te he llamado porque necesito que me devuelvas mi magia...-
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Hold My Heart
FanfictionEmma Swan no tiene muy claro que alejar a su hijo de Regina sea una buena idea. Veremos como se las ingenian los príncipes para impedir que ambas actuen como madres del chico mientras ellas comienzan a entablar una relación que traspasa la amistad.