Forgiveness

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Emma

Dejé a Henry en el cole y encontré mi chaqueta roja en el maletero.
-¿Cómo es posible?- Me la colé. -Regina...- Con ese olor a manzanas frescas, no podía ser de otra persona.

Puede parecer estúpido, pero me sentí mejor al instante.

Entré en la comisaría y vi a mi padre sentado en una silla.

-¿Emma?- Se levantó sorprendido. -¿Qué haces aquí?-

-Trabajo aquí.- Recordé sentandome en mi sitio.

-Pero te fuiste.-

-¿A dónde? Que me vaya de casa no significa que deje mi empleo.- Me hizo reír. -Ni siquiera yo soy tan idiota.-

-¿Dónde estás viviendo?- Cruzó los brazos. -Y más te vale que no sea con la alcaldesa.-

-No, que va. Vivo con Henry.- Le dediqué una sonrisa. -Y eso es...eh...si, en casa de Regina.-

-¿Pero estás loca?-

-Si haber encontrado una familia que me acepta tal como soy es estar loca, si, lo estoy.-

-Regina no es tu familia.- Corrigió. -Nosotros lo somos.-

Me dolió. Pero supe ocultarlo.
-Ya, y por eso me arrancasteis el corazón, porque eso es lo que hacen las familias felices.- Recordé.

-¡Intentábamos protegerte!- Aseguró a punto de perder los papeles. -¡De Regina!-

-Es mi amiga. No necesito que me protejais de ella.- Le hice callar. -Es mi vida, si no os gusta podéis apartaros...-

-Te está utilizando para vengarse de nosotros.- Insistió. -Emma, ella no es tu amiga. Te ha devuelto la coraza.-

-Esta es la coraza que protege a quienes quiero.- Expliqué. -Es la que me recuerda que hay gente buena que se preocupa por mi.-

-¿Gente buena? ¿Desde cuando La Reina Malvada es gente buena?-

-Aquí yo soy la sheriff. Si no quieres que te despida, cierra la boca.-

***************

Regina

No encontré nada en las cámaras de seguridad. Si Emma se había enamorado, no había sido en el trabajo.

-¡Regina!- David entró al despacho.

-Que alegría verte...- Sonreí.

-No sé qué es lo que le has hecho a mi hija, pero no te saldrás con la tuya.- Aseguró.

-Lo único que hice fue ayudarla a recuperar su corazón de manos del Ser Oscuro.- Recordé cruzando los brazos. -Cosa que no habría sido necesaria si vosotros no se lo hubierais entregado en bandeja de plata.-

-No te metas en asuntos de familia.-

-Oh, lo haré si involucran a mi hijo.- Asentí.

-No es tu hijo, sino el de Emma.-

-De ambas...-

-¿Alguna vez te has preguntado por qué nadie te quiere?- Se acercó a mi. -Tarde o temprano, todos se dan cuenta de que estás podrida por dentro. Y lo mismo pasará con mi hija. Disfrutala mientras puedas, porque no durará.-

Se marchó tirando una caja llena de papeleo que acabó esparcida por el suelo.

Me quedé allí quieta, con la mirada fija en la puerta. Tenía razón, estoy podrida y por eso nadie me quiere. Tarde o temprano, Emma también se dará cuenta y me abandonará.

Hold My HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora