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Cuando me encontraba en el segundo año de la carrera, apareciste tú, de la nada en uno de mis sueños.

¡Qué locura, había soñado contigo!

Para mi desgracia, solo regresaste  a invadir mis pensamientos y acelerar mi desorientado corazón.

Pasé muchísimo tiempo sin saber algo de ti, supongo que porque quizás ya me había resignado a tenerte como un amor platónico... Inalcanzable para mí.

Para serte sincera, creí que ya te había olvidado.

¡Qué equivocada estaba!

¿Cómo podría olvidarte?

¡Maldición! En verdad, ¿eso quería? Ni siquiera pude ignorarte.

Tal vez mi intención nunca fue olvidarte.

Lo Que No Me Atreví A DecirteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora