Cuando desperté hacía mucho frío y estaba muy oscuro afuera.
La ventana tenía un leve rayón en el superior del vidrio, siempre estuvo ahí, y siempre quise saber cómo apareció ahí, es muy curioso.
También me da curiosidad saber porqué el reloj de mi mesita de luz no avanza, está detenido en las doce. Está claro que no son las doce de la noche, es mucho más tarde, y aún así parece como si los minutos no avanzaran.
Quiero levantarme, pero no lo hago porque simplemente me faltan las ganas y la voluntad.
Hasta que finalmente me obligo a hacerlo estirando mi cuerpo casi al completo.
Camino con cansancio hacia la cocina y busco comida en la heladera.
El teléfono empieza a sonar y esta vez decido que no debo ignorarlo, así que me dirijo hacia el y atiendo.— ¿Hola?
Del otro lado de la línea no consigo escuchar nada y nuevamente el miedo se apodera de mi
— ¿¡Hola!? —exclamo en un tono más desesperado
— ¡Hija! Tranquila, soy yo —maldigo y dejo ir el aire que contenía en un suspiro entrecortado.
—hoy no voy a poder ir a casa en todo el día, voy a estar ocupado en unos asuntos del trabajo, hay comida en la heladera y por si acaso, te dejé las llaves adentro del vaso que se encuentra en la mesada..— el seguía hablando pero yo ya no lo estaba escuchando, seguía sumergida en mis pensamientos y en mis sentimientos de desesperación anteriores, mi corazón seguía latiendo demasiado rápido para mi gusto. No entiendo por qué reaccioné de esta manera a algo tan normal, será que ando muy perseguida.
— Aixa, ¿estás escuchándome?
Inhala, Exhala, Inhala, Exhala
—Si papá ya entendí, de acuerdo, suerte — digo atropelladamente y cuelgo rápido, seguramente esta actitud le haya parecido extraña
Esa actitud es extraña
Cierro mis ojos un momento y intento distraer mis pensamientos hacia otro punto...
Federico
Agarro mi celular y me fijo su número en mis contactos, enseguida lo llamo y automáticamente cuelgo a la vez. ¿que me pasa? Debo estar loca
Desde que leí ese mensaje del número desconocido estoy convencida de que es un acosador, y eso me asusta muchísimo, no paro de pensar en eso
Mi celular vibra en mi mano y observo la pantalla
Llamada entrante de Federico
Ay...
— ¿Hola? Perdón, te llamé por error— inventé en el momento
—Eso no me va a sacar las ganas de verte. ¿Te parece si nos vemos ahora? En... ¿tu puerta tal vez?—casi me derrito, veo el movimiento por abajo de esta. Se me corta la respiración y vacilo un instante antes de abrirla. Ahí estaba el, con una sonrisa
— Eh... espera a que me cambie.—Digo cerrando la puerta atrás de mí
¿Esto realmente me está pasando?
★★★
Me acompaña hasta la puerta de la escuela y apenas llegamos me quedo mirandolo por unos largos segundos
—Dejá de mirarme, ¿qué? ¿te gusto?
Sonrío de manera nerviosa y pongo los ojos en blanco.
—No hagas eso, vení, pequeña.— dice con los brazos abiertos luego de envolverme en un suave abrazo
Lo despido con una mano y me aproximo a la escuela, último día, viernes.
★★★
— Emma, no quiero escuchar como repetís la historia — le digo aburrida a mi amiga por quinta vez en la semana.
—Bueno, sólo quiero contarte que está vez no pasó lo de siempre, fué un chico distinto el que me llamó la atención, sólo lo vi pasar y ya— Me mira y percibe que su historia sigue sin interesarme.
Caminamos en silencio, no es un ambiente incómodo, es sólo silencioso.
—¿A vos te gusta alguien?—suelta de repente.
Vacilo antes de formular la respuesta en mi mente.
—Tal vez.
—¿¡De verdad!? ¡Contame!
— Se llama Federico, pero no sé... si me gusta
Antes de que pueda seguir hablando suena el timbre aturdiendonos y Emma me guiña un ojo dirigiéndome una mirada de "esto no va a quedar así", y se larga.
★★★
L
legada la tarde mi amiga ya está al tanto de todo sobre él, y nunca me había pasado. Quiero decir, nunca me había gustado así alguien.
A lo lejos Ian me saluda y lo ignoro al completo mientras despido a Emma y me dirijo a la parada.
Percibo una pequeña sombra desde algún lado y me siento incómoda.Y lo veo.
En la cuadra del frente se encuentra el niño.
Si, ese niño, juro que tiene el mismo aspecto y me asusta... Me asusta y me asfixio y no puedo controlar mi respiración. Todo pasó tan de repente...
Se lleva la mano al mentón y eleva un dedo apoyándolo en su boca en señal de que yo haga silencio, o que me guarde un secreto mientras me mira fijamente a los ojos, congelándome por dentro, atravesándome.
Involuntariamente doy pasos hacia atrás tropezando conmigo misma y caigo de un solo movimiento.
Cuando vuelvo a mirar el ya no está ahí, se fué.Al igual que el colectivo
Acabo de perder el colectivo.
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My dreams [sin editar]
Teen FictionLos sueños de Aixa son confusos y la aterran constantemente. La realidad se torna oscura hasta llegar al punto de no saber que es real y que no. Pero, ¿y si no sólo son sueños?