My dreams [sin editar]

8- Número Desconocido

Me despierto con la vibración de mi celular sobresaltada
Observo la pantalla con los ojos entornados y maldigo para mis adentros a quien sea que me haya despertado

Un mensaje de número desconocido

[4:30 am] Número Desconocido: Hola

Bloqueo el celular y me acomodo para seguir durmiendo, pero el celular vibra nuevamente.
Lo meto abajo de mi almohada pero se hace peor, siento que sigue vibrando por debajo de mi cabeza.
Sé que no puedo ponerlo muy alejado de mi alcance o vista porque cuando me levante más tarde no voy a acordarme de llevarlo conmigo, y después el hecho de olvidarmelo me impide estar concentrada en otra cosa, me atormenta, lo necesito siempre.
Después de dos vibraciones más decido que debo apoyarlo en la mesita de luz.
Pero sigue vibrando insistentemente.
Me levanto bruscamente y agarro mi celular con ambas manos.

•5 llamadas perdidas de número desconocido•

AGH

Atiendo al siguiente llamado y empiezo a gritar de manera exagerada e histérica.

—¿Quién sos?¿¡Qué necesidad tenés de molestar tanto y tan temprano!?

*Silencio*

—¿¡Hola!?— Exclamo furiosa

— Ai...

Esa voz

—¿Quién sos?— insisto más calmada

— Solamente quería volver a escuchar tu voz

—¿Te conozco?

Pero su voz ya no está del otro lado de la línea

Me colgó

¿De verdad?¿Tanta insistencia para eso?

La curiosidad por saber quién estaba atrás de esa voz masculina se interpone en mi cerebro ante cualquier otro pensamiento posible.

¿Quién habrá sido?

★★★

Son las 3 de la tarde y aún no puedo olvidar su voz, no dejo de ver su número una y otra vez, no consigo reconocerlo y eso me enloquece.

Ni siquiera me acuerdo mi propio número de memoria.

Falté a la escuela.
Mi padre ya me ofreció comida unas 6 veces aproximadamente durante el día, ya no lo soporto más, se nota que está muy nervioso, y claramente no se da cuenta de que se nota mucho, porque no intenta ocultarlo para nada, o probablemente tampoco le importe.
Ni siquiera soporto estar sin mamá.
Quiero decir, es mi madre, crecí con ella. Creo que nadie podría ser capaz de rellenar un vacío tan grande como si nada. Una cosa es el divorcio de tus padres y otra muy distinta es la pérdida de uno de ellos.

Bueno... Cualquier pérdida es dolorosa, pero más lo es de las personas que más amas, que más cercanas fueron, que siempre estuvieron con vos, siempre te apoyaron.
Tener a esa persona todos los días junto a vos y que te la saquen de repente es... nada.
La nada, el vacío, el dolor.

No tengo palabras para expresar lo que siento, ni siquiera en mi mente.
Mi reacción a su muerte simplemente puede describirse como nada, como una parte de mi vida que está trabada.
Mi llanto es inconsciente, mi vida es irreal, existo en otra dimensión muy alejada. Cada vez que pienso en ella me convierto en esa nada suspendida en el tiempo.

La investigación de su muerte sigue inconclusa.

Me duele el pecho.

Nunca en mi vida había considerado que el dolor del corazón podía ser real independientemente de alguna enfermedad o dolor específico. Siempre pensé que el dolor sentimental era algo que proyectaban nuestros pensamientos y sentimientos en nuestra cabeza, que no era algo que realmente pasaba.