Kisasetai No Wa.
—Muy bien chicos. Hoy tenemos a una nueva compañera. — Anuncio el profesor.
Kouki sonrió levemente, no por las palabras que el profesor decía, tampoco por la emoción de tener una nueva compañera, sonreía por la bonita letra de Seijūrō en aquella hoja.
La puerta del salón de clases se abrió y aquella bonita chica ingresó al salón, su sonrisa era bonita, mostraba su perfecta dentadura blanca, sus grandes y bellos ojos negros, su largo y sedoso cabello sujetado en una coleta alta.
Era una niña muy bonita. Cualquier chico estaría encantado de tener su atención, una bella mujer que despertaba celos y envidia en sus compañeras, los murmullos explotaron en el salón de clases, los chicos demasiado emocionados por la bella compañera y las chicas un poco recelosas por la atención que recibía.
—Ella es Fujita Himeko. — El profesor escribió el nombre de la nueva alumna en la pizarra.
—Soy Fujita Himeko, es un gusto conocerlos. — Sonrió nuevamente, una bella sonrisa que podría hechizar a cualquier chico.
—Toma asiento Fujita-san. — Le indico el profesor, después señaló con su dedo índice el fondo del salón. —Te sentarás detrás de Akashi Seijūrō. — Himeko asintió y se dirigió hasta el lugar indicado, caminando lentamente, contoneando sus caderas, siendo tan femenina como podía, rozaba levemente los escritorios de sus compañeros y sonreía juguetonamente cuando por accidente llegaba a tocar sus manos o sus brazos.
—Kouki. — Himeko se paró en seco cuando sus ojos observaron a aquel chico. La sonrisa de su rostro se borró y los latidos de su corazón se aceleraron, por un momento llegó a pensar que este se saldría de su pecho. La sonrisa del pelirrojo era deslumbrante, sus ojos, profundos pozos carmesíes en los que amaría poder ahogarse.
¿Cómo se llamaba?
—Sei.
—Akashi Seijūrō. — Susurro levemente y sus mejillas se pintaron de rojo cuando se reflejó en aquellos pozos carmesíes.
— ¿Qué? — Akashi tenía entre sus manos un pequeño papel doblado cuidadosamente, lo guardo celosamente en su bolsillo, esperando que el profesor no se hubiese dado cuenta del intercambio de notas que había estado haciendo con Kouki.
Himeko entonces sintió que todo desaparecía a su alrededor, dejándole solo con Akashi, aquella idea, aquel mundo no parecía tan malo.
Sin decir palabra alguna Himeko siguió caminando hasta su asiento, justo detrás del pelirrojo, Akashi no le tomó importancia y cuidadosamente sacó el papel que Kouki le había devuelto, sonrió levemente al leer y se apuró a contestar.
—Kouki ¿Quieres ir a comer helado después de clases? — Susurro al momento que depositaba la nota en el escritorio del castaño. Kouki asintió varias veces mientras sonreía.
— ¿Puede unirme yo también? — Pregunto Himeko, sólo que ella no midió el tono de su voz y toda la clase pudo escucharla, —Lo siento... — se disculpó con el profesor, el profesor le amonestó llamando la atención de Himeko, la próxima vez tendría un castigo por interrumpir la clase, le advirtió. — ¿Puedo unirme a ustedes? — Esta vez se aseguró de que sólo Akashi y aquel chico castaño la escucharan. — Se escucha divertido.
—No lo creo, sólo es comprar helado. —Contestó el pelirrojo, indiferente y frío, cualquier otra chica se habría rendido, pero Himeko era persistente, cuando ella decidía que quería algo, entonces ella lo obtenía y no descansaba hasta tenerlo, incluso si sólo era por tres segundos y después lo botaba.
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Kisasetai No Wa. |AkaFuri|
Hayran KurguAkashi Seijūrō y Furihata Kouki: vecinos y muy buenos amigos, compañeros de aventuras, de regaños, risas y castigos. Crecieron juntos, creyendo que así sería por siempre. Sin embargó la llegada de una nueva compañera podría cambiar las cosas entre e...