El Intruso.

Capituló 2. The Ilusionista. Parte 2.

11.20 am. Paris, Colegio Lycée Henri IV, Francia. Viernes 8 de Julio.

Ladybug caminaba intranquila por el pasillo central de aquella escuela, con su yoyo en mano demostrando que estaba a la defensiva, cada paso que daba lo hacía con cuidado demostrando la desconfianza que sentía.

«Tranquila Marinette, es una situación que tú puedes manejar... los chicos van a estar bien. Tengo que encontrar a ese chico, el akuma debe de estar en él. Pero... y ¿Alya y Nino?, tengo que apresurarme para que ellos no caigan en esto, si tan solo no hubiera visto esa estúpida película con Alya estaría más tranquila sin imaginarme cosas.» Se lamentaba la chica que se adentraba cada vez más a la escuela, hasta llegar a un laboratorio.

La chica con la mano temblorosa abrió con delicadeza aquella puerta, miedosa de que le saliese algo cerro los ojos para entrar, al pasar algunos segundos y ver que nada pasaba suspiro aliviada y entro con algo de confianza al sitio, todo se encontraba normal, nadie se encontraba allí, examino detenidamente aquel lugar para encontrar en el escritorio una libreta azul marino.

Ella camino hasta aquel mueble y tomo la libreta, al abrirla pudo ver en la pasta el nombre del propietario.

-Loghan Chevalier- Leyó la azabache casi en un susurro.

De repente todas las mesas y sillas de aquel laboratorio se amontonaron en las puertas dejando sin escape a la chica, también las ventanas se habían cerrado de golpe asustándola mucho.

-¿Me llamaste pequeño bichito?- Pregunto una voz masculina a la cual Ladybug asocio con el nombre de Loghan Chevalier.

-Loghan ¿Por qué haces esto?, yo puedo ayudarte, solo déjame quitarte ese akuma- Dijo Ladybug a la nada.

Una risa algo siniestra hizo estremecer a la heroína.

-¿Sabes?, a Loghan le hubiera encantado ser ayudado, pero a mí The Ilusionista no, aunque se me ocurre un trato...- Aquella voz se iba deformando poco a poco y se deformaba para parecer la voz de un demonio.

-¿Cuál trato?- La determinación de la chica se hacía presente en cada palabra.

-Si logras salir de la ilusión que he creado para ti, tendrás lo que tú quieras- Este fue interrumpido por la heroína.

-Si yo logro salir de tú ilusión dejaras libres a todos los que estamos en esta escuela y dejaras que purifique el akuma- Dijo la heroína con confianza.

-Sí, está bien, pero si no logras salir de la ilusión, me darás tus miraculous, ¿Trato?- Aquella voz reía también confiada.

La chica del traje moteado, sonrió un poco nerviosa.

-Trato- Acepto la chica y de inmediato su escenario cambio a un pasillo totalmente oscuro.

«Esto cada vez es más divertido, jeje, a este paso ya tendré los miraculous de Ladybug, y pronto los del gato y del zorro.» El chico se encontraba siguiendo con la mirada a los otros dos superhéroes. Los cuales seguían corriendo desesperados por encontrar a Ladybug.

-Todo va muy bien, The Ilusionista, te felicito... por esa razón te daré un poco más de poder para que le des una ilusión de pesadilla a los tres chicos que tienen mis miraculous.- Dijo Hawk Moth demasiado contento y confiado.

«Gracias Hawk Moth, pero no necesito más poder, solo confía en mí.» Pidió el chico que seguía en el árbol. «Veamos gatito, ¿Qué es lo que...» un grito no lo dejo terminar, el chico sonrió al saber que ese grito provenía de la heroína de traje moteado.

Los chicos con los miraculous de Chat Noir y Fire Fox, pararon de correr cuando llegaron al laboratorio viendo la puerta cerrada, o más bien estancada. Ellos se detuvieron ya que el localizador de Chat mostraba que Ladybug se encontraba en aquel lugar.