Dar un paso, otro, uno más largo, una vuela, y otra más, un paso hacia atrás y comenzar a bailar al ritmo de una música interna. Vuelta, vuelta y giro, mis pies están calados por el agua, pero no me importa, porque ahora estoy sintiendo la música, estoy alejado del mundo, ajeno a mi alrededor, solo estamos yo, la música y la lluvia. Un giro más y empiezo a cantarla en voz alta, siento las miradas asombradas de la gente, supongo que pensarán que estoy loco, pero que más da si soy feliz.
Heladito.
