Capitulo 33

83 4 2
                                    

Las húmedas gotas que caen en mi mano, agarrada por alguien que desconozco. El pequeño pitido que hace eco en toda la habitación y que durante horas ha estado sonando. El olor a desinfectante después de una limpieza extrema, mezclado con algo dulzón parecido a la sangre.
Los ojos llenos de legañas que se han ido incrustando, haciendo que tenga más ganas de abrir los ojos. Pero sé que si los abro algo fallará en mi sistema y entonces sí que cerraré los ojos para siempre.

No puedo moverme y tampoco puedo abrir los ojos, solo me queda el sentido de la oída... Alguien entra ¿quién es?
-Señora, ¿puede irse unos minutos?, enseguida acabaremos.
Esa señora que está a mi lado, se desprende de mi sudorosa mano dejando una brisa gélida en ella.
Oigo como la puerta se cierra y alguien empieza a llorar en el otro lado de la sala.
-Hola chico-dice con voz esperanzadora- sé que estás mal, y que puede que no me estés escuchando, pero es necesario que despiertes. Tu madre está fuera con tu padre y una amiga tuya. Por favor tienes que despertar ya, haz un esfuerzo si me puedes oír. Si te despiertas no pasará nada, no te volverás a dormir sin poder despertarte más...

¿Ha dicho una amiga y no hermana? No tengo ninguna amiga. Pero podría ser ella, la chica que perdí por haber visto a otra sonreír.
¿Estaré seguro si abro los ojos? O quizás soy yo el que tiene miedo de encontrarme solo cuando me despierte. Pero tengo que hacer el esfuerzo, tengo que abrirlos moverme, ver lo que realmente está pasando a mi alrededor. Entender por fin que quizás no estoy solo.

Mis ojos se aprietan, intento levantar la mano, que me supone un gran esfuerzo. La pongo encima de mi cara y me friego el ojo hasta que se me abre poco a poco. Pero... ¿porque está todo blanco, porque no veo la habitación del hospital? ¿Dónde está el doctor? ¿Y María?

NARRA MARÍA
Des del primer toque del teléfono sabía que había pasado algo muy malo, algo que podría hacerme contener la respiración durante un buen rato. ¿Y es que cómo la madre de Carlos sabía de mi existencía? Y ahora sé porqué, porque fue la primera alegría que tubo esa pobre mujer después de su hijo. Porque el exmarido la mintió. Y ahora parece muerta, como una flor que se va marchitando poco a poco.

Verlo allí en la cama, tan pálido... realmente me deja sin fuerzas. Toda la culpa está cayendo sobre mí. Porque es así, le dejé sin respuesta le dije de una manera tan horrible que al final acabó así.

El doctor corre hacia él en cuanto ve que sus ojos se abren poco a poco.
Pero algo va mal, Carlos empieza a llorar y a decir cosas sin sentido, hasta que grita histérico como nunca lo he visto.
-¿Dónde estoy? ¡No quiero morir, no quiero estar en este camino!- dice sollozando, con los ojos mirando hacia un lugar en el infinito.- Por favor... ¡Qué alguien me ayude! Me dejéis solo. Tengo miedo...


--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Y aquí acaba el capítulo. Sé que es muy muy corto y además hace más de unos 3 meses que no subo nada. Por esa razón necesitaba acabar este capítulo rápido y corto. Sigo teniendo ideas en mi mente y he hecho muchos bocetos donde narro el procedimiento de cada personaje hasta el final de la novela. Pero no es nada fácil libiar con el colegio y los sentimientos que se quedan dentro. He tenido unos meses muy difíciles y de un bajón extremo. Ya que llegan las vacaciones de navidad voy a intentar subir muchos capítulos para recompensaros.

Espero que sigáis leiendo más mi novela.

Pd: Puede que no os importe que me ha pasado, pero solo quería decir alguna cosa al respecto. Muchas gracias a la gente que aún sigue conmigo y os quiero muchísimo.


Besos eli.

Amor en familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora