Capitulo 7

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Me despierto por la mañana, es un día soleado, miro en mi reloj, las 6:30 de la mañana, ¿que mierdaaa, pero que puñetas hago con mi vida?

Bajo por las escaleras, oigo un ruido, bajo sigilosamente para que lo que sea que esté haciendo tanto ruido no me oiga, saco la cabeza y allí está, mi chico.

Está haciendo el desayuno.

-¡Buenos días mi pequeña!, en un momento estará.

-¿Como es que te has levantado tan pronto?- le digo y a continuación hago un bostezo muy grande.

-No se, es que cuando era pequeño soñaba con que; cuando fuera grande y tuviera una novia le haría el desayuno...

-Me encantas, ¿lo sabias?

-Lo se- me mira con esa mirada tan provocativa.

Pero entonces pienso en Olivia, ¿a ella le habrá hecho lo que me está haciendo ahora y solo es una estrategia para conquistar a las chicas?

Me siento en la mesa y espero, pero antes viene hacia mí y me da un beso en la mejilla, entonces vuelve a la cocina.

Riiiinnnnnngggg, suena el teléfono, como Jon está haciendo el desayuno contesto yo.

Es mi familia.

-Hola Claudia, ¿va todo bien?-pregunta Míriam.

-Si, muy bien.

-Vale me alegro, aquí también todo es muy bonito. ¡A es verdad dile a Jon de nuestra parte, feliz cumpleaños!

-De acuerdo- cuelgo el teléfono enfadada.

-¿Quién era?

-Era Míriam, que te dijera feliz cumpleaños.

-Ah, así que se han acordado.

-Osea ¿que era verdad?Deberías habérmelo dicho, vaya padres olvidando el cumpleaños de su propio hijo menudos irresponsables.

-No pasa nada, solo es un cumpleaños.

-Pues para mi no, y como para mi no es así, hoy por la noche lo celebraremos.

-Como quieras mi pequeña.

🍰🍰🍰🍰🍰🍰🍰🍰🍰🍰🍰🍰

Por la tarde me voy al supermercado que está a unas pocas manzanas de aquí.

Voy a hacerle pollo asado, creo que aun me acuerdo de la receta que me enseñó mi abuela, también sandwiches, y por supuesto un gran pastel. Como no tengo mucho tiempo, decido comprar aquellas cajas que ya te vienen con un sobre lleno del polvo que necesitas para hacer la base del pastel. También cojo fresas y nata para decorar.

De decoración no se que comprar, suerte que en el supermercado encuentro a Martina que me ayuda a buscar confetis y esas cosas que se ponen para los cumpleaños/ demasiada coincidéncia, verdad...😒

Llego a casa cansada y con daño en las manos por las bolsas, pero me da igual ya que es para Jon.

Empiezo a preparar todo. Primero hago el pollo, porque es bastante difícil y tardas mucho. Mientras lo dejo en el horno, preparo la mesa, me toma muy pocos minutos porque soy muy buena decorando interiores de las casas, creo que voy a trabajar de eso. Después hago el pastel, cuando suena el timbre abro el horno (hay dos hornos), huele genial lo quito del molde y espero un rato a que se enfríe. Pongo la nata y las fresas encima pero...

-Oye Claudia ¿ya estás?

-Nooo, por favor no entres- voy corriendo hacia donde está y le corto el paso antes de que pueda ver alguna cosa.

-Por favor- le ruego.

-De acuerdo haré lo que me digas, mi pequeña- entonces con un dedo acaricia una parte de mi cara, sacando una porción de nata y se la lleva a la boca.

Sonreímos los dos.

Se va y termino de prepararlo todo. Cuando ya está todo, subo;

-Jon en diez minutos bajas ¿vale?

-Vale.

Me voy a mi habitación a prepararme; escojo un vestido rosa muy mono, ya que no quiero ser provocativa. Escote corazón. Y un poco de maquillaje; ojos perfilados con color negro un poco de rimer y un pintalabios de color parecido al del vestido, todo muy simple...

Amor en familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora