Agosto 20, 1:30 am

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Ella era mi sexto sentido. Quien ante semejante pensamiento diría que es una ilusión, pero no. Dominaba mi conciencia, con solo tocarme sentía aquel erizo en la mejilla, visitaba el templo desde la propulsión de mis arterias, manejaba el trono de mis impurezas. El dolor de sus ojos, el grito que nunca fue oído, sólo yo podía sentirlo, sentir aquel purgatorio como los círculos de un paraíso, me transformó poco antes de morir, ella y su luna, mí preferida luna, subió a lo más alto de mi ser pero siempre estuve equivocado, tal vez tenia una forma extraña de amar, tal vez no era luna, tal vez si era una ilusión.

Letras de amanecer.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora