Capitulo 28 [Problemas]

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Me entristeció mucho. ¿Desde cuándo él es así? ¿Por qué tiene este fondo? Esto no refleja al Jaden que conozco y amo. No, esto es todo lo contrario.

-Amor, ¿ya puedo pasar? - escuché su voz del otro lado de la puerta. Sin hacer ruido dejé la computadora en su lugar.
-Sí, pasa.
Entró e intenté sonreír al verlo con el pijama de oso.
-¿No te gusta? Esta bien, es obvio que a ti te queda millones de veces mejor que a mí. Pero bueno, me pareció que te gustaría...
-No. Digo, sí. Me encanta.
-Genial, me alegro entonces. Y adivina qué - sonrió - ¡Traje helado! - sacó un pote de un kilo que tenía detrás de su cuerpo - Vainilla, tu favorito. Y no pude resistirme a traer un poco de chocolate. Sabes que lo amo - reí asintiendo.
-¿Eres feliz? - solté de repente bajo el pequeño silencio que se había hecho.
-Claro - dijo un tanto confundido y desconfiado.
-¿Me muestras tus brazos?
-No.
-¿Por qué lo haces, Jaden?
-¿Cómo te has enterado?
Tomé la computadora, la desbloqueé y le mostré el fondo.

(Traducción: "Para salir, abre aquí")

-¿Quizás sea por esto?
-No debías ver eso, Isa.
-¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste, Jaden? - bajó la cabeza - ¿Alguien sabe? - negó - ¿Por qué no me lo has dicho? Y eso quiero que me lo respondas.
-Lo siento.
-¿Qué sientes?
-No podía decirte.
-¿Por qué, amor? Sabes que siempre estaré para apoyarte.
-Pero en ese momento era yo quien debía apoyarte.
-Fue durante esta semana...
-Sí - iba a empezar a hablar pero me interrumpió- No. Espera. Ponte en mi lugar.
-Es que aún no entiendo cómo fue que llegaste a esto, Jaden. Tienes una familia que te ama y amigos que te apoyan siempre, ¿con qué necesidad?
-Te necesitaba.
-Y siempre me tendrás. Lo sabes.
-¡Estabas muriendo, Isa! - exclamó - Estuviste muy débil por bastante tiempo. Nadie sabía qué pasaría contigo. Necesitaba sentir que había cosas que dolían más que el sufrimiento de no tenerte. Pero no fue así, al principio sólo ardía, pero luego me fui acostumbrando y no sentía nada.
-¿Por qué no me lo has dicho cuando ya estuve mejor?
-¿Que querías que te dijera? - soltó una risa irónica - "Isa, estás muriendo, quiero que nos vayamos los dos juntos". Sí, seguro que te haría bien eso.
-Jaden, no sé que decir. Tú... Tú no eres así - dejé escapar una lágrima que dio inicio a una carrera sin fin de gotas cayendo por mis ojos - Este no es el Jaden que conozco...
-Lo sé - soltó una lágrima - Déjame si quieres, supongo que lo entenderé. Tú eres una chica que vive a base de colores y yo... Bueno, últimamente uso los oscuros.
-No te dejaré.
-No te quedes conmigo por lástima. Eso me dañará más de lo que ya estoy. Si quieres irte ahora, puedes ha... - lo besé.
-No te dejaré por nada en el mundo - juntamos nuestras frentes y quedamos viéndonos fijo a los ojos. Te amo.
-Y yo a ti - me dio un pico - Lo siento. Prometo dejarlo. Después de todo... Ahora estás bien, ¿no es así? - sonreí asintiendo con la cabeza.
-¿Sabes qué es lo que más me duele? - negó - Que me hayas ocultado eso. Yo siempre te conté todo. Incluso lo que no podía.
-Fumé.
-¿Qué?
-Sí, no sé. Estaba mal, amor.
-¿Lo dices en serio? ¿Ahora resulta que mi novio es un suicida? - exclamé.
-No. No, Isa.
-Entonces dime, si te cortas y fumas... Dime que no te drogas - rogué.
-¡No! Y no digas como que siempre fumo. Fue sólo esa vez, unos de último año en la escuela me dijeron que debía probarlo, así estaría mejor.
»Yo ya no sabía qué hacer, así que lo tomé. Una pitada y lo odié. Fue horrible, lo juro - hice una mueca y bajé la mirada - ¿Confías en mí? - lo miré - Prometo por tu vida y la mía que nunca volveré a hacer algo así - lo abracé y me lo correspondió - Te amo. Lo siento en serio - empezó a llorar en mi hombro - Soy un idiota.
-Shh ya está. No lo volverás a hacer... - le susurraba al oído mientras le acariciaba el pelo de la parte de la nuca.
-No podría vivir sin ti - dijo entre sollozos - Te amo.
-Yo más - me había olvidado lo tierno y empalagoso que era estar con él.
-Estoy muy arrepentido de todo eso que hice.
-Mejor, así va a ser más difícil que vuelvas a caer en lo mismo.
-Siempre que te tenga a mi lado estaré fuerte para cuidarte a ti - me dio un beso en la frente y sonreí.
-A que no sabes - intenté cambiar de tema.
-¿Qué cosa? - nos acostamos en la cama y lo abracé por el pecho, posando mi cabeza ahí.
-Mi mamá quiere festejar mi cumpleaños.
-Sí, eso lo sabíamos - abrió el tarro de helado y me dio una de las cucharas. Empezamos a comer.
-Lo sé, pero yo creí que con todo esto, ella cancelaría. Es decir, faltan tres días y ni siquiera sabíamos que iban a darme de alta hoy.
-Entiendo. ¿Y cuándo será?
-El mismo día: sábado por la noche, en mi casa. Tu familia también está invitada.
-No...
-Sí, amor - reí - Sienna y tú serán los únicos que la harán menos aburrida. Viene mi familia de Florida, son abuelos, tíos que ni conozco y tías abuelas que no sabía ni que existían.
-¿Y tus primas?
-No cuentan. Tienen al rededor de 10 años.
-Hay un problema - antes que pudiera hablar, lo soltó - Mañana me voy a Alemania.
-¿Qué?
-Sí lo siento, ibamos a irnos el domingo próximo, pero mi abuela cumple los años esta semana y papá quería estar allá.
-¿Cuándo pensabas decirme?
-Me enteré esta mañana. Lo juro - suspiré.
-Lo siento, Jaden. Estoy histérica.
-Está bien - besó mi cabeza.
-¿Y cuándo vuelven?
-En veinte días.
-¿Veinte días? ¿Hablas en serio?
-Agradece que son veinte, negocié a muerte casi - rió - iba a ser un mes, pero no aguanto tanto tiempo sin ti - hice una mueca y suspiré.
-Siento haberlo tomado así. Es un viaje lindo que organizó tu familia. Vas a disfrutarlo - sonreí.
-No creas que mucho. Prefiero estar aburrido en una fiesta, pero contigo - solté una risita - Amo que estemos aburridos. No preguntes - rió - ¿Vemos una película?
-Claro.
-De miedo no. No estaré para cuidarte - sonreí y lo abracé.

(...)

Me desperté gracias a un montón den tiernos besitos que Jaden repartía por toda mi cara.
-Buenos días mi osito - sonrió al verme abrir los ojos.
-Buenos días amor - le di un pico - ¿Que hora es? - pregunté mientras me desperezaba.
-Las 10 - dijo muy tranquilo.
-¡¿Las 10?! ¡Estamos llegando super tarde a la escuela! - me senté de golpee en la cama y él empezó a reír.
-Tranquila Isa, te harás daño - me tiró para atrás, haciendo que volviera a acostarme junto a él - Hoy no hay clases. Los profesores tienen asamblea.
-Así que podemos pasar el poco tiempo que nos queda juntos - hizo una mueca - ¿Pasa algo?

Mi vecino es un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora