Capitulo 31 [Los preparativos]

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Maratón 1/2

Me dirigí al baño a paso rápido. No quería que nadie me viera llorar, por suerte todos los cursos estaban en clase. Igualmente, se que a nadie le importaría si me viera llorar.
Me encerré en un cubículo y me senté en la tapa del inodoro (por suerte estos baños son bastante limpios). Me hice una bolita con mis piernas y escondí mi cabeza en ellas.
Las lágrimas caían como cataratas. Nunca me había sentido así. Destrozada. Débil. Usada...

*WhatsApp: "Max"*

Sé que estas entrenando y hoy tienes partido, pero te necesito 😭 :Tú

Max: Donde estas?

En el baño del segundo piso. Entra, no hay nadie y están todos en clase :Tú

Max: Estoy yendo

*fin WhatsApp: "Max"*

Dos minutos después, escuché la puerta del baño abrirse y callé mis sollozos.
-¿Isa? - susurró la voz de mi hermano y abrí la puerta del cubículo para salir disparada a sus brazos - ¿Qué pasa? ¿Por qué estás así? - me susurraba mientras me acariciaba el pelo en el abrazo.
-¿Te vas a Alemania y lo matas?
-¿Qué hizo?
Me separé de él y saqué mi celular de uno de mis bolsillos del pantalón. Busqué el chat con el número que ya no tenía agendado y se lo mostré a mi hermano.
-Ya estoy saliendo para Alemania - dijo con furia y yo volví a abrazarlo llorando.
-¿Por qué me hizo esto? - escondí mi cabeza en el pecho de mi hermano - ¿Por qué tuve que creerme sus palabras?
-Igual yo, Isa.
-Quiero volver a casa.
-Vamos. Yo te acompaño.
-¿No debes entrenar?
-Ya terminamos. Ahora tengo examen de física y no entiendo nada - soltamos una risa floja, ninguno estaba de humor para chistes.
-Ya le hablé a papá y está viniendo. Vamos a pedir tu permiso para que te dejen ir.
-O... - sacó de mi mochila una pluma negra junto a la notita amarilla de parte del director y con casi la misma letra escribió "y Maxwell Smith" - ¿Sabes el tiempo que lleva aprender a hacerla?

(...)

Al llegar a casa, dejé mis cosas y me fui a casa de los Bojsen, lo sé, no hay nadie. Pero me senté en el pórtico y escribí un montón de notitas mientras se las pasaba por debajo de la puerta.
"Idiota"
"No juegues con ella también"
"Te odio"
"Vuelve a Alemania con tu novia"
"Gracias por hacerme sufrir"
"Nunca debí haber confiado en ti"
"Lo peor que hice fue haber estado contigo"
"No te mereces mis lágrimas"
"Creí que cambiarías"
"Todos tenían razón, pero estaba muy enamorada y no podía verlo"
"Voy a odiarte por el resto de mi vida"
"No me busques cuando necesites algo"
"Perdón por haberte amado"
"¿Te divertiste conmigo?"

Cuando ya estaba a punto de deshidratarme por la cantidad de lágrimas derramadas, sentí un calor al lado de mi cuerpo.
-Supongo que no irás al partido - dijo la cálida voz de Sean.
Lo único que me salió fue tirarme a sus brazos.
-Lo odio.
-En momentos así yo también - lo miré - Max me contó todo - sonreí agradeciéndole a mi hermano mentalmente.
-Si iré al partido. Necesito despejarme.
-Genial - sonrió - Aún eres mi amuleto, ¿sabes?
-No lo creo. ¿Y Mack?
-Créeme, ella va siempre y es lo mismo. Desde que dejaste de ir no pude concentrarme - sonreí mientras lo que quería hacer era llorar mil y un mares, pero sabía que Sean quería levantarme el ánimo.
-¿En cuanto te vas al partido?
-Mmm... - miró la hora en su celular - ¿media hora?
-Perfecto, me cambio y voy contigo.

(...)

Mi celular no paraba de sonar y tampoco lo encontraba.
-¡Ya voy! - le gritaba como si me pudiera escuchar - ¿Dónde lo dejé?
-¿Qué buscas? - apareció Max por la puerta de mi cuarto.
-Mi celular - él rió y me lo señaló.
-Cargando - ambos reímos - ¿Vamos?
-Si, ¿estoy bien así?
-Demasiado linda, harás que todos se volteen a verte.
-Creo que mas invisible que yo no hay nadie - reí - ¿Qué me pongo?
-Así estás bien. Era un cumplido medio en forma de indirecta.
-Oh claro - reí - Gracias, entonces.

Mi vecino es un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora