Capitulo 32 [La fiesta]

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Maratón 2/2

Ya habían pasado dos horas de que habíamos llegado y yo no me moví del sillón.
Lo único que hacía era usar mi celular para leer y alejarme un poco cuando venían dos a besarse.
-Hola, soy Zack.
-Hola, soy Isabella.
-Lindo nombre - me sonrió - Estás aburrida, ¿verdad?
-¿Se nota mucho? - rió mientras asentía con la cabeza - No me gustan las fiestas.
-¡¿Qué?!
-Sí, soy rara - reí.
-Pero muy bonita - le sonreí- ¿Vienes? - se levantó y me extendió la mano para ayudarme.
-¿Dónde?
-A bailar - dijo obvio.
-No puedo, estoy con muletas - las señalé, estaban apoyadas contra la pared.
-Vamos, te ayudo - las trajo y me paré.
-¿Seguro?
-Claro. No dejaré que te hagas daño.
A mi ritmo, caminamos hacia la improvisada pista de baile en medio de la sala.
-No tienes novio, ¿verdad? - gritó por encima de la música mientras bailaba y yo intentaba moverme. Dejé de hacerlo y miré al piso tratando de no pestañear por las dudas que alguna lágrima llegara sin dar señales - Creo que no debí preguntar - rió y lo miré haciendo una mueca - ¿Quieres algo para tomar?
-Claro - me encogí de hombros.
-¿Qué quieres tomar? Yo te traigo.
-¿Coca Cola?
-Mmm claro. Ahora vuelvo. No te muevas.
Dos minutos mas tarde, el rubio volvió con dos vasos rojos.
-Coca Cola - me lo entregó y le di un sorbo.
Bailamos por un rato hasta que ya no pude seguir parada por la molestia de las muletas, así que volvimos al sofá.
-Eran ocho peces con dos gatos. No sé cómo sobrevivieron - rió Zack bajo los efectos de unos cuantos vasos de Dios sabrá qué cosa tomó.
-¿Estás bien?
-Claro que sí mi amor. Te amo - se acercaba a mí para besarme.
-¿Mi amor? ¿Te amo? - lo alejé poniendo mis manos sobre sus hombros - ¿Y a ti qué bicho te picó? - me levanté indignada y cojeando hasta las muletas para irme hacia otro sofá un poco más alejado.

-Connor está hablando con Mack - dijo mi hermano sentándose a mi lado un rato más tarde - No encuentro a Sean.
-¿Qué ha pasado?
-Hace varios días vienen discutiendo por nada. Así que más de lo mismo. Pero se ofenden si no vamos a hablar con ellos.
-Bien, te ayudo a buscarlo - me levanté - Tú busca aquí dentro, yo fuera. Avísame si lo encuentras.
-Claro, igual tu. El que lo encuentra, habla.
-Hecho.

Salí y empecé a buscarlo por el jardín trasero.
-¡Sean! - gritaba intentando que mi voz se escuchara por sobre la música. Pero era imposible.
¿Por qué hay tanta gente en la piscina? Hace bastante frío para eso.
Intentando que no me empujaran y me mojara por competa, la esquivé un poco.
Afirmativo: Sean no estaba en el jardín de atrás.
Volví a entrar a la ruidosa casa. Esquivé la pista de baile e intenté evitar el sitio del sofá, pero fue imposible. Sí o sí debía pasar por allí.
-¿Dónde te habías metido, Isa? - me preguntó Zack tomándome de la muñeca y bruscamente haciendo que me sentara en sus piernas.
-Debo irme - trataba de levantarme.
-No hasta que me des mi beso.
-¡No!
-Por favor - dijo con voz tierna y besó ma punta de mi nariz, la cual limpié.
-El aliento te apesta a alcohol y estás muy borracho. Vuelve a casa.
-No puedo.
-¿Por qué? - señaló sus piernas. Claro, no podía moverse. Me levanté, tomé mis muletas y me dirigí hacia la puerta principal para salir al jardín delantero.
-¡Sean! - lo llamé pero no obtuve respuesta.
Me moví hacia la acera. Miré a ambos lados en busca de mi mejor amigo cuando pude oír un sollozo.
-¿Jaden?

Mi vecino es un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora