Elora de Rivia no confiaba ni en su propia sombra, tenía el carácter de un toro malhumorado y nunca, jamás, se debía interrumpirla mientras comía. Y para rematar, tiene el más abrupto primer encuentro con nada más ni nada menos que Sehon(Jimin) Hatt...
hello, it's me, la niña de las defensas bajas (mi hermana me apodó así porque me enfermé de nuevo lmao)
La protagonista, Elora de Rivia:
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—¿Sabes qué es lo peor de tipos como tú?
Me aseguré de tenerlo lo más cerca posible para hablar, me acerqué tanto que su camiseta negra rozaba mi suéter azul. Casi podía sentir como mi respiración golpeaba su cubrebocas y volvía a mí. Él no transmitía nada en su mirada, absolutamente nada, solo me miraba a través de su cabello negro. Se supone que debía haber algo allí, enojo, confusión, lo que sea. Sólo había alzado ligeramente las cejas. Luego nada. Era aterrador a su medida, bastante aterrador.
—Que nunca van de frente, claro que no. De seguro siempre tienes a algún imbécil que se ensucia las manos por ti ¿Verdad? —mi mente estaba lejos de ese lugar. Llenándose de amargos recuerdos que me atormentaban desde hace mucho tiempo y sus oscuros ojos se movieron a mi mano, donde apreté inconscientemente entre mis dedos su camiseta —Como esos malditos idiotas que sólo abusaban de alguien menos fuerte ¿Realmente puedes dormir en la noche con una consciencia como esa, imbécil? En serio, la maldita escoria como tú, es la que más odio en el mundo. —la sangre en mis venas me recorría con fervor y la más pura cólera bañando cada parte de mi sistema.
Quería golpearlo.
Él no se movió ni un poco, los brillosos cabellos que se extendían en su frente bambolearon suavemente al compás del viento frío. El silencio pareció estrangularme. Sin embargo, él no se movió, mirándome a los ojos, ni siquiera un poco. Parecía totalmente relajado, aunque muy alerta. Aterradoramente alerta.
—Señorita, —su voz profunda y próxima me golpeó como un susurro cálido en la nariz. Tuve que hacer esfuerzos para no encogerme un poco—Se equivoca.
