CAPITULO 5

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HACE OCHO AÑOS

LONNY

-¿Seguro que no quieres que te acompañe?

-No, sigue durmiendo ahí. -Dejé un beso en su frente para caminar hacia la puerta.

-Vale, adiós.

-Adiós. -Salí de la habitación para detenerme en el pasillo. Tardé más en entrar en esta casa que en salir.

Suspiré para disponerme a bajar las escaleras cuando me pareció oír un sollozo en la habitación de enfrente. ¿Será que Sidney está llorando? Por lo que me había contado antes, en el rato que esperaba a que Cassy terminara de bañarse, no tenían más hermanas pequeñas.

Caminé sigilosamente hacia la puerta para apoyar mi cabeza en ella y oír con más claridad aquel llanto. ¿Y si se lastimó con algo y necesita ayuda?

Unos fuerte pasos subiendo las escaleras me alertaron y caminé rápidamente hacia la puerta de Cassandra para hacer como que salía.

-¿Pero qué... ¿Quién diablos eres tú?

-H-hola, señor...

-Pregunté que quien eres.

-Lonny, el novio de Cassy.

-Cassandra no tiene novio. -Dijo apretando más fuerte las cosas que llevaba en las manos. ¿Eso eran vendas y alcohol?

-Bueno, yo... Ya me iba.

-Genial. Hasta luego. -Comencé a caminar hacia las escaleras mientras que él entraba a la habitación donde se oían los sollozos.

EN LA ACTUALIDAD

-¡Tienes que encerrarla en un manicomio!

-¿Qué? Deja de decir boberías, Cassandra.

-¿Eso te parecen boberías? ¡Está loca!

-No está loca, está traumada que es distinto.

-¿Traumada? ¡Si parecía que la habían poseído! No está bien de la cabeza, Lonny.

-Es vuestra culpa, Cassandra. Por vuestra culpa está así.

-¿Por nuestra culpa? -Preguntó confundida. -¡Yo no tengo la culpa de nada!

-Claro que la tienes. -Dije apretando los dientes. -¿Por qué no vas y le dices a tú padre que te diga todo lo que le hacía? ¿Le hace lo mismo a esa niña?

-¿Qué? ¡Deja de decir boberías! Mi padre no le hace nada a nadie.

-¿Ah, no? No te hagas la ingenua, Cassandra. Sidney me contó todo lo que hablaron mientras que yo no estaba.

-Está loca.

-No la llames así. -La miré severamente. -Ni se te ocurra llamar así a mi novia.

-¿A tú novia? ¿La loca es tú novia?

-¡Que no la llames loca! -Grité poniéndome de pie alterado. -¿Sabes cuantas escenas así ha montado desde que la saqué de esa casa? ¿Cuántas veces me hacía golpearla porque quería sentir dolor? ¡¿Sabes cuantas?! -Negó efusivas veces con la cabeza. -¡Millones! ¡Millones de veces! ¿Y todo por qué? ¡Por la jodida culpa de tú familia!

-Yo no sabía...

-Claro que lo sabías, Cassandra. Lo sabías y no hiciste nada para ayudar a tú hermana pequeña que era maltratada desde los diez años.

Take YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora