CAPITULO 9

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HACE SEIS AÑOS

NARRADOR OMNISCIENTE

-¿Si?

-Ya tengo los resultados de las pruebas, Lonny.

-¿Y que dicen?

-Mmm... Es mejor que vengas y hablemos en persona. No creo que te vaya a gustar lo que tengo para decirte.

-Está bien, salgo enseguida. -El joven chico de veintiún años colgó para mirar a la adolescente aun dormida en su cama. -Tengo que salir, Sidney. ¿Es posible que la vecina venga a cuidarte?

Le susurró al notar que la chica estaba despertando.

-No quiero que me dejes sola...

-Pero es importante a donde tengo que ir, Sid.

-Por favor... -La niña comenzó a llorar desoladamente sin soltarle el brazo a su única esperanza.

-Vale, vale. Me quedaré, pero dejame hacer una llamada ¿si? -Sidney asintió y Lonny se deshizo de su brazo para salir de la habitación donde ella no escuchara nada.

Llamó a su cuñado el doctor, y le pidió que le enviara los resultados por mensaje, puesto que al final no podía ir al hospital.

El mensaje tan inesperado no tardó mucho en aparecer. Lonny apenas podía leer aquellos devastadores resultados sin soltar alguna que otra lágrima.

¿Cómo es esto posible? ¿Cómo una persona era capaz de hacerle algo así a su propia hija? ¡¿Cómo?! Se preguntaba él mismo sin dar crédito aun a lo que había leído.

En el mensaje, no sólo decía que la muchacha había sido brutalmente violada y desangrada por su padre, sino que también, había tenido un aborto natural a causa de las tremendas golpizas que él mismo le daba.

EN LA ACTUALIDAD

-¿Si?

-Soy David, Lonny. Me temo que ya tengo las pruebas de Sidney.

-¿Por qué lo dices así? ¿Son malas?

-Es mejor que vengas y lo hablemos aquí. Trae a Sidney también.

-¿Pero son malas?

-Los espero en mi consulta, Lon. -Y colgó dejando al chico totalmente confundido.

¿Qué diablos significaba lo que me había dicho? Se preguntó mientras que caminaba hacia la habitación en busca de su novia.

-¿Sid? ¿Cariño, ya despertaste?

-¿Mmm...?

-Eso es un no. -El joven rió para sentarse en el borde de la cama y acariciar la espalda desnuda y tatuada de su novia. -Cariño, tenemos que ir a buscar tus resultados...

-¿Ya están?

-Si, David acaba de llamarme.

Sidney se dió la vuelta para ver como su novio la miraba con clara preocupación reflejada en los ojos.

-¿Qué pasa, Lon?

-Nada... -El chico cerró los ojos al sentir el contacto de la mano de su novia en una de sus mejillas.

-¿Y por qué estás preocupado? -Abrió los ojos para inclinarse hacia ella y apoyar la cabeza en su pecho cubierto por la fina sábana.

-Pase lo que pase siempre estaré contigo, Sid. No quiero que te preocupes por el resultado de esas pruebas porque no nos hacen falta hijos para ser felices. ¿Me oíste? No nos hacen falta...

Por alguna extraña razón que desconocía, el chico comenzó a llorar mientras que ella jugaba con su alborotado pelo.

-Ya está, Lonny, ya está...

-Si, ya está. -Se incorporó haciendo fuerza con sus brazos para quedar a escasos centímetros de ella y mirarla a los ojos. -Te amo.

-Y yo a ti. -Dijo ella antes de que Lonny uniera sus labios en un mágico y especial beso.

●●●


-Oh, Dios. ¡¿Es esto verdad?!

-Si.

-No me lo puedo creer. ¡No me lo puedo creer! -Gritó eufórica la joven tirándose a los brazos de su novio.

-Ni yo, Sid. Ni yo... -Murmuraba el chico aun en estado de Shock. -¿No estará equivocado y después no...

-No, Lonny. Lo siento pero esta es la verdad. Sidney está embarazada de dos semanas.

La ilusión que reflejaba Sidney en esos momentos no se podía comparar con la de Lonny. ¿Por qué el chico no lo celebraba si tanto quería tener un bebé? ¿Qué era lo que ahora había pasado para que cambiara de opinión?

-¿No estás feliz por la noticia, Lon? -Le preguntó su inocente novia cuando habían salido del consultorio.

-Si, claro que si. -Murmuró y claramente ella había notado que algo le pasaba.

-No lo pareces...

-¿Qué? Claro que si lo parezco, Sid. Soy la persona más feliz del mundo. -Sonrió, pero su sonrisa no fue la suficientemente grande como la que se había imaginado que seria al saber de esta noticia.

Había algo que lo perturba desde que David le había dado aquella noticia. Tanto el doctor como él, sabían que todo no estaba bien en el cuerpo de la joven.

HACE SEIS AÑOS

-¡¿Cómo fue capaz de hacerle eso?!

-Calmate, Lonny. Gritando no consigues nada.

-¡Consigo desahogarme! -Volvió a gritar Lonny moviendo las manos. -¡Por su culpa, ahora no podrá tener hijos!

-Si podrá tenerlos, lo único es que existe esa pequeña posibilidad de que...

-¡No lo digas! ¡Ni se te ocurra decir que podría morirse si intenta tener uno!

-Quizás si, quizás no. Eso dependerá de las condiciones de su cuerpo cuando quede embarazada.

Take YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora