Estaba terminando de prepararme para el primer día oficial de regreso a la universidad.
Frente al espejo, aplique un poco de protector solar en mi rostro, inspeccionando por última vez mi atuendo. No era nada del otro mundo, una blusa de tirantes roja y unos shorts negros. Mi cabello semi recogido con varios mechones cayendo por mis hombros y espalda.Normal.
No llamaba mucho la atención, mi cuerpo era menudo y definitivamente no tenia una delantera muy generosa, pero el punto del atuendo era estar cómodo, además solo podía imaginar el dolor de espalda que Annie y Sam sufrían con sus muy abundantes... "Bienes"
Riendome ante mi estúpido pensamiento aplique un poco de brillo de labios.
Sentí el familiar cosquilleo en mi cuello y por instinto mire tras de mi por el reflejo del espejo.
William me observaba en silencio con una mirada indescifrable que era tan típica en él
-¿que pasa?- le pregunte sonriendo, dejando el brillo de labios en la pequeña mesa en la base del espejo.
Sacudió la cabeza y se acerco, abrazandome por la espalda. Inclinando su cabeza, la punta fe su nariz acaricio mi hombro cerca de la tira de mi blusa
-llevabas una blusa similar cuando nos conocimos- dijo mientras seguía con su peculiar caricia
Me recoste contra él, dejando a una de mis manos vagar por su cabello
-es la blusa de aquel día- dije mientras me ruborizaba
William alzo la mirada, encontrándose con la mía en el espejo -¿por que usarla hoy?-
Me ruborice aun mas -el semestre pasado me trajo suerte. Es como una amuleto, supongo- quise restarle importancia encogiendome de hombros
William me dio una sonrisa arrebatadora y antes de que pudiera leer sus intenciones, sus brazos rodearon mi cintura y me alzaron, llevándome a la cama me arrojo con cuidado, rebotando un poco contra el colchón.
-¿que haces?- me reí
-supongo que el amuleto funciona- dijo con voz juguetona y picara
Sus manos amasaron mis pechos antes de subir a mi cuello, rcostando su cuerpo contra el mio, William unió nuestras bocas en un beso apasionado y profundo.
Sus manos seguían viajando por mi cuerpo, encima y bajo la ropa, en tanto yo jadeaba, balbuceando incoherencias.
Mis manos cobraron vida una vez el me dejo tomar aliento, sus labios empezando a formar una marca cerca del borde de mi sostén. Deje a mis manos tantear los músculos magros de su pecho y abdomen antes de ir al cinturón
William se detuvo y con mi mirada pedí su aprobación,
-¿que estas esperando, Joselyn?- fue la respuesta a mi pregunta.
Mis dedos emocionados se movieron rápida y eficientemente hasta quitárselo, dejandolo a un lado en la cama y luego siguieron con los botones.
William empezó a succionar mis pezones mientras yo timaba su miembro en mi mano.
Siseando, se aparto y me quito el short y las bragas en un rápido movimiento
No perdió tiempo en volver a mis necesitados pezones mientras una de mis manos se movía arriba y abajo por su envergadura y la otra acunaba y acariciaba sus testículos.
Su boca empezó a mordisquear mi cuello y mi mandíbula una de sus manos acariciando cerca de el punto que empezaba a rugir por atención entre mis piernas pero sus dedos a penas si me rozaban
Empecé a dejar salir pequeños quejidos
Ya no quería sus manos así que guíe su miembro a mi entrada pero no lo lleve dentro de mi, deslizandolo por mis pliegues, con la punta de su erección acaricie mi clítoris sin detener mis carias rítmicas a su miembro
Pronto estuvimos gimiendo en la boca del otro y sin previo aviso, William se liberó de mi agarra y me empaló.
Ambos exhalamos en delicioso alivio.
-mia, Joselyn- dijo tomando el cinturón y poniéndolo en mi cuello
Temí entrar en pánico pero el cuero estaba frío contra mi piel en llamad y la posesividad brillando en los ojos de William solo avivó el fuego en mi hoguera.
El cinturón ahora un improvisado collar del cual ahora William sostenía el extremo
-dilo, Joselyn- William roto sus caderas -di que eres mia-
-soy tuya- dije gimiendo, mis manos aferrándose a sus nalgas en una petición silenciosa porque empezara a moverse
-que no se te olvide- mostrándome el extremo den cinturón empezó a moverse, duro y rápido.
Mis sentidos estaban sobre cargados y cada movimiento de sus caderas me hacia pensar que explotaría.
Mirándolo con ojos suplicantes, escuchando nuestras pelvis chocar le dije: por favor?-
-yes, darling- William Bramo, empujando mas fuerte -give it to me. Cum for me-
Una vez lo escuche me deje ir, explotando en un millón de pedazos que dejaron atrás oleadas de placer
William rugió mi nombre y lo sentí pulsar y estremecerse en mi interior
Una vez pude recuperar el aliento, el filtro entre mis pensamientos y mi boca se rompió
-¿es esto suficiente?-
William fruncido el ceño -¿que quieres decir?-
Ya lo había dicho ya no me dejaría solo retractarme -soy suficiente o quieres... Necesitas repetir... Eso- aun me costaba trabajo decirlo y el temor a su respuesta borro el mas mínimo rastro que aun había en mi cuerpo de placer
William suspiro y se sentó, dándome la espalda -antes, en otro tiempo, hubiera dicho que no. Lo disfrutaba demasiado como para dejarlo, no puedo explicar la cantidad de placer y adrenalina bombeando en mis venas que me daba ver a alguien mas follandose a mi prometida-
Esa ultima palabra me dejó congelada y de repente quise cubrirme.
Como si fuera consiente de su efecto, William se giro y me miro, tomando mi pantorrilla me arrastró por el colchón hasta que pudo tomarme y ponerme a horcadas sobre su regazo. Sus ojos eran de aquel azul mágico de un cielo despejado.
-pero ahora, ni puedo concebirlo. Pensar en otro hombre poniéndote las manos encima me dan ganad de romper algunas cosas- su risa fue extraña y un poco amarga -no se que cambio, quizá aquello era solo pasajero, quizá eres tú. Solo se que tu eres mucho mas que solo suficiente. Tu lo eres todo-
Y solo con sus palabras y sus ojos reflejando cruda emoción con ellas. Todo estuvo bien de nuevo.
Lo bese entregándole mi corazón y demostrándole mi amor.
Cuando me aparte, me aclare la garganta y Sonreí tímidamente
-bueno... Podrías quitarme el cinturon- me reí -aun tengo una clase a la que asistir. Ya que me perdí la primera-
William se río, la tensión y la melancolía desapareciendo de sus rasgos y ojos
-my Joselyn-
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Mine
ChickLitYo pensé que habíamos atravesado el infierno y que ya era tiempo de disfrutar de nuestro paraíso. Estaba equivocada. Mientras intentamos reconstruir los pedazos de nuestra relación otros demonios acechan en la distancia y no estoy segura si el lazo...