Mine

Totalmente suya

William me guió a su cuarto y nerviosamente lo seguí.

Nuestras manos estaban entrelazadas y William beso el dorso de la mía dándome silenciosa y cariñosamente animo.

Fue lindo, pero no funcionó.

Me sentía a punto de correr en la dirección contraria. Principalmente.

Había otra pequeña parte de mi que quería experimentarlo que tenia demasiada curiosidad por saber que se sentiría.

Llegamos a la habitación y nos detuvimos a un paso de la cama. William deshizo uno a uno los botones de su camisa con lentitud, aumentando mi excitación y nerviosismo. Arrojo la camisa a algún lugar de la habitación

-ve a la cama- me ordeno - que tus pies cuelguen del borde de la cama. Sobre tus rodillas, brazos extendidos sobre tu cabeza con tu frente apoyada en el colchón- fueron sus instrucciones y antes de que las acatara me tomo por el cuello y me dio un beso que me robo el aliento era un beso posesivo pero lento, su lengua acariciando lentamente la mía -no olvides separar tus piernas y poner ese precioso culo en alto-

Trague e hice lo que me pidió.

Sentía mis piernas temblar mientras ponía mi frente en el colchón. Podía sentir una brisa, quizá inexistente, acariciar mis glúteos y mi hendidura totalmente expuesta ante él.

Lo escuche caminar por la habitación, y supe que había sido intencional la posición que había ordenado.

-respira y relajate, Joselyn- su voz llegó como una sauce pero firme orden.

Eso intento- quise decirle pero decidí guardar silencio

-me encanta como te ves de esta forma- acarició mis muslos -amo tu trasero- e hizo énfasis dándome una fuerte nalgada queme hizo estremecer

No sabia si lo que broto de mis labios era un gemido o un grito ahogado.

Sentí el escozor en mi nalga derecha mezclándose con un ardor debido a su golpe.

-no necesito pasar mis dedos por ese exquisito coño tuyo para saber que estas húmeda- comentó en voz profunda e hipnótica -puedo verlo brillar con tu deseo-

Mis manos se aferraron a las sabanas. Sus palabras eran como caricias lascivas por todo mi cuerpo

-voy a darte tan placer Joselyn- dijo con sus manos vagando por mi espalda -que la próxima vez me rogaras porque lo haga de nuevo- su voz era vehemente con la promesa

Gemí, ansiosa y aterrorizada por lo que haría

Fue inesperado cuando sentí su lengua recorrer me, la punta de su lengua abriendo mis pliegues y masajeando mi clítoris antes de que sus labios se cerraran capturando mi sensible carne y succionaran con fuerza.

Su boca me torturó lentamente y cada vez su caricia se alejaba mas de mi entrada e iba mas cerca de aquel lugar prohibido hasta que al final su lengua hizo círculos alrededor de aquel lugar, antes de que pudiera tentar en pánico, William presiono mi clítoris con su pulgar.

-olvidaté de tu miedo, Joselyn- me instruyo -solo siente, disfruta-

-si, señor- dije entre gemidos entrecortados

-such a good girl-

William me penetro con su dedo anular y masajeo mi interior haciendo círculos, supe sus intenciones cuando su dedo índice se poso en aquel otro lugar.

No pude pensar mas porque la lengua de William volvió a mi clítoris y disolvió mis pensamientos, sentí el orgasmo a punto de golpearme y cuando me arrasó el dedo índice de William encontró su camino dentro de mi