Capítulo 8

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Parece que todos están dormidos aquí. No puedo creer que mamá no haya llegado, ya van pasando las 10 de la noche ¿En qué estará metida? ¿Estará saliendo con alguien? Sé que es joven y es una mujer muy guapa. Tiene derecho a rehacer su vida pero, no creo que ninguno de sus hijos esté listo para recibir a un hombre en esta casa. Mamá debe imaginarse como nos sentiríamos al respecto, quizás por eso trata de ocultarlo. No quiero pensar en que eso es lo que está haciendo, dicen que no debemos especular sin antes tener cosas que nos aseguren lo que estamos imaginando.

Subo despacio las escaleras y me dirijo hasta mi habitación. Entro y me encuentro con Kelly en mi cama sentada. Es como si hubiese estado esperándome todo este tiempo.

—Kelly. Qué bueno verte —me acerco a ella y le doy un beso en la mejilla.

—Creo que estoy lista para contarte —me dice entre sollozos. Parece que ha estado llorando.

—Te escucho. Quiero recordarte que todo lo que hablemos quedará entre nosotras, no lo dudes.

—¿Me lo prometes?

—Por supuesto cariño. Ya te lo he dicho.

—Estoy enamorada perdidamente de un muchacho pero, nuestro amor es imposible. Él está enamorado de otra chica y son novios. Y yo simplemente no soporto verlos juntos... —ella rompe en llanto y se acerca a mi hombro. Le acaricio el cabello mientras la continuo escuchando.

—Él me ignora completamente. Sé que soy poca cosa para él. Pero siempre trato de llamar su atención y nada.

—Jamás digas que eres poca cosa. Te lo prohíbo completamente.

—Pero ya me rendí y veo que jamás en esta vida ningún chico me hará caso.

—Por supuesto que sí mi reina. Eres muy joven todavía, verás cómo algún día encontrarás un chico que te ame con todo su corazón del que seas el centro de su universo. Te queda mucho por vivir todavía. Así que no te pongas así por algo pasajero.

—Llevo tres años o más enamorada de este chico, Kim. No creo que me vaya a olvidar de él.

—¿Quién es ese chico? —la curiosidad logra matarme y le pregunto.

—Se dice el pecado, no el pecador. Lo siento pero no estoy lista para decírtelo ahora.

—Está bien. Perdón por entrometerme.

—Me iré a dormir por hoy, pero mañana puede que te cuente otra parte de la historia. Gracias hermana.

—Gracias a ti por confiar en mí.

Ella se retira de la habitación despacio dejándome con la incógnita de quién será ese chico. Eso me tiene un poco en suspenso, debe ser alguien que conozco, porque de otra manera simplemente me hubiese dicho quién es, o que no lo conozco. Me olvido del tema un rato y me voy hasta el baño tomar una ducha. Salgo y seco mi cabello rápido. Estoy un poco ansiosa de ver que hay en la bolsa.

Cuando termino de secar mi pelo, me visto con mi pijama y busco mi celular para escribirle un mensaje a Jason.

Kimberly: Ya voy revisar la bolsa. Espero que no sea una broma de mal gusto.

Jason: Creí que te habías dormido sin hacerlo. No soy capaz de asustarte. Confía en mí.

Kimberly: Te lo prometo. Ahora no me interrumpas más. Voy a revisar la funda. Te amo.

Busco a funda que está sobre la encimera de mi habitación. Me pongo en mi cama y derramo el contenido encima de ella. Hay un estuche de piel y un sobre con una carta. La abro y comienzo a leer:

TRUST ME© El amor rompe todas las barreras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora