Sorpresas.

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¡Oka san, debes ver esto, oka san! Kuaama ha dedamado el agua sobe tus pantas! - El pequeño niño de tres años gritaba exigiendo la atención de su okasan, su escasa pronunciación ocasionaba que de vez en cuando algunas palabras fueran difíciles de entender -asch! No salle, tú no te muevas o ya vedás, esta vez no te saldás con la tuya pello malo!

-Los zapatos del pequeño niño de cabellos negros se habían ensuciado de lodo, pero no le dió importancia y tal cual como estaba ingreso a su hogar, el cual lucía un enorme tapete con una leyenda de bienvenida en alemán " Willkommen" ¡Mama! - grito esta vez en el idioma germánico, su rostro se descompuso en una mueca furiosa, pues no recibía respuesta, subió los escalones de dos en dos, en realidad con esfuerzo ya que eran algo largos y altos y el era mas bien de estatura prometido, llegó a la puerta destinada a su progenitor y sin pedir permiso ingreso, encontrando a su madre con la bata de baño y la cabeza envuelta en una toalla- ¡Oka san!- grito

- ¡ah, Sora me asustaste! -exclamo llevando una mano a su pecho - ¿y esta vez que hizo el viejo kurama? -. Interrogó, sabía que su único hijo tenía una obsesión por demostrar las travesuras del pequeño zorro que había recogido hacia dos años, después de encontrarlo tirado y lastimando en una carretera, después de eso el animal simplemente se quedó con ellos y ahora era parte de aquella singular familia, pero Sora se había puesto celoso y todo el tiempo buscaba que él diera una sanción al pobre animal.

- Pasa que tú pello - dijo haciendo énfasis en el tú, las cosas claras ¿no?- tiró el agua en tus apeciayas fodes y las a aduinado todas, queo que deberías darle un castigo memorable - sonrió satisfecho.

Naruto tuvo la impresión de una jaqueca próxima, sólo suspiro y procedió a secarse el cabello.

-bueno veamos - acomodó el cabello aún lado de su hombro y lo presiono con la toalla- uno: no es un perro - sora rodó los ojos, pero continuó escuchado - dos: es nuestro, no sólo mío, esta en esta familia y por lo tanto pasa a ser de ambos - Sora hizo una musaraña con la boca - tres : el que ha arruinado mi aseo y mi piso eres tu con esos zapatos sumamente sucios y te informo que ahora mismo debes limpiar

- ¡Peo, yo, él...! ¡No, es jushto! pod su culpa es que t-tedmine con los zapatos de esta maneda! - el pequeño Sora se dejó caer en el piso quedando con las piernas cruzadas - yo me hadé iesponsabe del desaste en tu piso, peo debes pometer que esta vez Kuama no se quedada impune- dijo Sora refunfuñando

- Naruto suspiro y se agacho hasta quedar a la altura de el ahora amor de su vida y con un gesto conciliador estiro la mano para juntos ponerse de pie - te lo prometo, ahora ve y limpia este desastre que Papa no tarda en llegar, yo terminaré aquí y enseguida bajo a poner la mesa

-- eta bien oka-san - Sora salio de la habitación y al pasar por el patio le sonrió a Kurama - de esta no te salvas - el zorro sólo agachó las orejas

El timbre de la pequeña casa de dos pisos aviso la llegada de una visita, naruto que aún colocaba los vasos sobre la mesa se dirigió de inmediato aún con los platos en la mano y sabiendo quien podría ser abrió sin siquiera asegurarse de que asi fuera, el color se le fue del rostro y las manos se volvieron torpes dejando caer los platos, mismos que al llegar al suelo se hicieron pedazos

- ¿Hola Naruto o debo llamarte Menma?

*Cuatro años antes*

La temperatura en Ratisbona es por lo regular frío, el sol se asoma de vez en cuando lo suficiente como para dejar de lado un buen abrigo, el primer día de Naruto en aquella ciudad decidió buscar posada lo más alejado posible de la zona centro y no había mejor lugar que los senderos sobre el Danubio, estos eran alejados y ocultos, sonrío cuando vio el primer hogar y aunque su alemán era bastante malo aún así se animó a saludar a aquella hermosa y dulce anciana y aunque ella le sonrío no pudo obtener información de dónde podría conseguir alojamiento, pero si recibió un chocolate, "para el frío" entendio.

IncondicionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora