Distancia 10.184,52 km

Capítulo 26

Lejos del piso Suho ha llevado a Teresa a un rincón desconocido hasta entonces para ella, esta en mitad de un parque y es un recinto cerrado rodeado de arboles y hace frío.

— ¿Una pista de hielo?

Teresa no puede creer que la haya llevado a un sitio así, con lo torpe que es ella se niega a ponerse unos patines y meterse ahí pero Suho la empuja diciéndole que sera divertido y que confíe en el.

Suho la ayuda a abrocharse los patines, Teresa tiene mala cara, no le gusta esta idea, "vamos ¡di algo! Tranquilízala" se dice y el joven intentando formar una frase coherente en su cabeza.

–- Es el ultimo día que esta abierta, un amigo trabaja aquí y he podido cerrarla para nosotros, nadie nos molestara

Termina de abrocharle los patines y sin pedir permiso la levanta en brazos pillándola por sorpresa, el sonríe satisfecho y ella se sonroja, esa reacción es buena, le gusta verla sonrojarse por el. Cuando llega al borde de la barrera protectora que limita la pista la baja con cuidado y se asegura de que puede mantener el equilibrio.

–- Se andar

– Lo se

Suho se rie, lo ha hecho a propósito, necesitaba hacerlo y sorprenderla, Teresa le golpea el brazo pero el no deja de reírse. Cuando deja de golpearlo le ayuda a entrar en el hielo, Teresa solo mira sus pies e intenta no caerse.

— Confía en mi, no dejare que caigas

Diez minutos mas tarde los dos pasean por el hielo con cierta soltura, ahora eso si, Teresa no suelta el brazo de Suho ni aun así la maten, a pesar de todo y su miedo al principio se lo esta pasando bien.

En uno de esos malos pasos Teresa tropieza con una pequeña irregularidad del hielo haciendo que pierda el equilibrio. Suho esta rápido y al ver que no puede evitar su caída la envuelve en un abrazo y la gira, el golpe suena seco en el eco, Suho a caído de espaldas al hielo pero Teresa ha caído sobre blanco en su pecho donde la mantiene bien sujeta contra el.

— ¿Estas bien? — pregunta el preocupado

— Si

Asiente frenética y roja, tiene el corazón en la garganta queriendo salirse del cuerpo. Se levantan y Teresa ayuda a Suho a quitarse la escarcha del chaquetón, lo mira preocupada, la caída no ha sido sobre plumas, ha tenido que hacerse daño.

— Estoy bien — dice sonriendo

Le pasan mil cosas por la cabeza a Teresa que no se atreve a decir.

— De verdad estoy bien — dice cogiéndola por los hombros — Te dije que no te dejaría caer, no voy a dejar que nada te haga daño, nunca

Teresa lo abraza incapaz de decir nada y menos lo que esta pensando. Suho la abraza como si fuera a desaparecer en cualquier momento y prefiere dejar las cosas claras antes de que sea demasiado tarde, eso no volverá a pasar.

— Lo que dije antes iba en serio

— Lo se — afirma ella

Por supuesto que lo sabe, como para no hacerlo, se aparta de el y busca en sus bolsillos, lo encuentra en el bolsillo interior de la chaqueta, saca el contrato que antes releía tantas veces, ya esta firmado, se lo entrega a un sorprendido Suho que no puede creer lo que ve, no puede evitar sonreír al ver su firma junto a la suya.

— Ya puedes besar a la novia

Y se lanza a su boca ahueca su cara entre las manos y la besa, un beso de amor y gratitud, ni en sus mejores sueños hubiera imaginado una situación así y mucho menos tan perfecta, ella es perfecta, su novia es perfecta y él el hombre mas feliz del mundo en este momento.

Al otro lado de la ciudad N lleva en una largo paseo a Esther, la española no sabe ni donde esta pero se deja guiar. Hablan de todo lo que ha pasado, de como han pasado las cosas y el joven se disculpa una y otra vez con ella, no sabe como conseguir su perdón, que vuelva a llamarlo por su nombre y volver a ser cercanos, como antes, aunque no sienta lo mismo por el, solo necesita estar cerca de ella.

— Dices que me has perdonado pero aun me llamas "N"

— Bueno, te he perdonado pero eso no significa que deje de estar enfadad contigo

Dice caminando hacia atrás para poder mirarlo a los ojos mientras caminan, el paseo es ancho por lo que no dará con nada, o eso espera.

— ¿Y que puedo hacer para que dejes de estar enfadad conmigo?

— Sigue así — se encoje de hombros — Lo de hoy ha estado genial, has ganado puntos

Dice levantando los pulgares, ambos ríen. Si, ha sido muy divertido y guardara esas fotos para siempre, la mira sin decir nada ¿como puede demostrarle que va enserio?

— ¡Cuidado!

Grita y se abalanza sobre ella, la abraza fuerte, Esther no entiende nada pero el esta sonriendo.

— ¿Que pasa?

— Nada, solo quería abrazarte

— ¿¡Que!? Seras.....

Dice ella dándole golpes en las costillas sin hacerle daño, el ríe como un tonto, si tan solo pudiera tenerla así todos los días.

Caminan de vuelta al piso de la joven y cuando llegan a la puerta Esther reconoce un coche, se acercan un poco, es el coche de Suho, paran delante de la puerta del edificio y ambos miran como la nueva pareja se despide entre besos.

— Deberíamos despedirnos así también ¿no crees?

Esther le coge de la pechera y lo besa, en la mejilla, dejándolo sorprendido, temblando y algo decepcionado pero sonriendo.

— Y con eso te conformas

Los dos ríen y cuando Teresa sale del coche N se marcha caminando hacia atrás mientras le hace un corazón con las manos, Esther ríe y le dice adiós con la mano, Teresa llega a su altura y ambas mirar a N mientras desaparece por el fondo de la calle.

— ¿Cita con N?

— Y tu con Suho — Teresa se tapa la cara con las manos — Ya lo estas soltando todo guapa

Mientras el ascensor sube se lo cuenta todo en un breve resumen dejándola en shock informativo "¡que fuerte!" es lo único que es capaz de decir cuando las puertas del ascensor se abren. Entran al piso y en el comedor están preparándose para cenar las chicas y Sara, al verla ambas gritan y la abrazan se sientas a cenar y conversan.

— Pero ¿que haces aquí? ¡que fuerte!

— Pues nada que quería cambiar de aires y me he dicho pues me voy para Corea y aquí estoy

— Así, en resumen ¿no? — dice Teresa riendo

— Si, quería hacer algo distinto y como no quería estar en España y vosotras estáis aquí pues me he venido para acá

— Que puntazo tío, que brutal.... — ríen — Pues ¡bienvenida a Corea!

— Gracias, ahora lo que toca es buscar curro ¿esta cosa muy complicada?

— Pues no mucho, los estudiantes encuentran en nada....

— Bueno, siempre puedo decirle a Junmyeon que te meta en la SM

Todas nos miramos con los ojos como platos, bueno,yo menos porque ya lo sabia pero Gina,Mane y Sara están en shock.

— ¿Como lo has llamado? — pregunta Gina

— Por su nombre, Junmyeon

— ¿Alguien me explica que me he perdido? Que yo sepa era "el puto cabrón de Suho"

— Si, es que se acaban de hacer novios y tal.... — digo como si nada

Todas aplauden y gritan, se levantan de su sitio y se sientan alrededor de Teresa que esta roja de la vergüenza para que les cuente todos los detalles del ¿como? ¿cuando?y ¿por que?, esto no se escucha todos los días y menos después de la pedazo de bronca de hace unas semanas.