Distancia 10.184,52 km

Capítulo 29

Dos carreras mas y mismo resultado, aunque N haya ganado una yo llevo dos por lo que gano y el paga la cena. Después de cenar algo rápido descansamos en un parque cercano mientras hablamos, se me hace tan fácil hablar con el, me da mucha paz en estos momentos.

— Es bonito — digo mirando el trofeo que me han dado por ganar en los cars

— Uhmmm

— ¿Sigues enfadado? — niega — No te creo nada

Sonríe algo amargo, el espituitu competitivo esta herido.

— Ponte de pie

— ¿Para que? — me mira confuso

— Tu hazlo

Lo empujo para que lo haga, cuando esta parado delante de mi cojo el trofeo y suelto un precioso discurso.

— Por ser el mejor, por ser el mas dulce, estar siempre para mi, por ayudarme, por sacarme una sonrisa cuando las creía perdidas y por darme paz en los peores momentos, hago entrega de este trofeo a Cha Hakyeon

Recoge la copa y la enseña como todo un profesional a un publico inexistente, ambos reímos, da las gracias hace un pequeño discurso diciendo que se lo merece, que modesto. Lo miro como examina la copa, un gesto tan tonto le ha devuelto el animo pero yo necesito mas.

— Hakyeon, aun no te he dado el verdadero premio.

Levanta la cabeza y antes de que pueda decir nada le cojo de la pechera me subo sobre la punta de mis pies y le beso, un beso dulce, como de dorama, que lo deja sin respiración. Cuando el beso termina ambos reímos nerviosos, el por mi "premio" y yo porque espero estar haciendo lo correcto.

Al día siguiente Teresa aun esta resentida del tobillo herido por lo que aprovecha para quedarse en casa y Suho aprovecha esto para ir y cuidar de ella, el piso vacío para ellos dos. Aparece muy temprano con una rosa rosa de tallo largo en la mano y todo lo necesario para preparar un delicioso desayuno que le sirve en la cama.

— Junmyeon estoy bien, no necesito nada de esto de verdad, si yo con que estés aquí soy feliz

— Pero yo no — Teresa pone mala cara — Déjame culparte, quiero consentirte y voy a seguir haciéndolo aunque no quieras

— Pero

— Nada, me gusta mimarte

— Y yo creo que te sientes culpable

Suho pone mala cara pero sigue a lo suyo, ignora lo que acaba de decir. Teresa sabe muy bien lo que pasa por la cabeza del joven, le prometió que nada le haría daño y sin embargo salio secuestrada y herida. Teresa pasa el día siendo atendida y consentida, viendo películas, jugando en el sofá y siendo una pareja. En uno de esos juegos en el sofá Suho empieza ha hacerle cosquillas, ataques de risas inundan la casa, el la coge en un puñado y la tira contra el sofá aterrizando sobre ella, se palpa la tensión.

— No va a pasar nada que tu no quieras — la tranquiliza

— ¿Y si no me atrevo a decírtelo?

— Solo tienes que decir "si" y yo sabré entenderte — dice acariciando su cara con el dorso de la mano

Teresa asiente, no lo dice pero demuestra, el calor sube en sofá cuando Gina entra en el piso antes de hora haciendo que Suho se precipite al suelo y se caiga varias veces en un intento de aparentar normalidad, cuando Gina se da cuenta de la situación cada uno esta en una punta del sofá.