Encerrado con mi enemigo

Capítulo 6:Sueños que asustan, una promesa hecha dos veces

Capítulo 6: Sueños que asustan, una promesa hecha dos veces.

"Estaba corriendo, igual que siempre, corría y corría, queriendo escapar, queriendo huir, queriendo desaparecer. Me tropecé, y me caí, era solo un niño de nueve años, y estaba a punto de morir, él me iba a atrapar, y me iba a matar. Estaba acorralado contra un árbol, no tenía ninguna escapatoria, cerré los ojos, no quería mirar, y de repente...nada."

Abrí los ojos, y vi que me encontraba en mi cuarto, solo. Al parecer, Jonathan ya se había ido, y yo estaba solo, con mi oscurecido recargado en la puerta, mirándome con preocupación.

-¿Está bien, Señorito Alexander?-Me pregunto, y luego agrego:-Estaba gritando dormido.-

-Estoy bien, solo tuve una pesadilla.-Le aclare, y después le ordene:-Baja por el desayuno, yo me vestiré mientras.-

Andrew solo asintió, salió de la habitación, y yo me pare para ir a bañarme. Ese sueño había sido muy raro, pero también lo había sentido muy familiar, como si eso hubiese pasado antes, me dije a mi mismo que no significaba nada, o eso era lo que quería pensar.

Después de desayunar, fui a la biblioteca a leer, quería distraerme y olvidar ese sueño, y la mejor forma de olvidar algo, era leyendo y metiéndome dentro de una historia. Así, se me paso toda la mañana, y entonces llegó el almuerzo, Jonathan aún seguía en quién sabe dónde, fuera del departamento, por lo que, tuve que almorzar solo.

Una vez que termine, fui a la sala, y seguí leyendo, ese día no tenía ganas de entrenar, así que, me puse a leer, hasta que, me dio sueño, y entonces los ojos empezaron a cerrárseme.

"Allí estaba yo, sentado junto al fuego de la fogata, dentro de una cueva, intentando calentarme. Afuera estaba lloviendo, y se veían refusilos, una tormenta fuerte se estaba acercando, sentí que él puso una manta sobre mí, yo sonreí, y él me abrazó; no había conocido nunca a un niño de mi misma edad que fuera tan amable como él, los niños de nueve años, mayormente, eran groseros y orgullos, pero él no, él era diferente, y me gustaba.

Yo aún tenía un poco de frío, así que, me acerque más a él, y me acurruque en su pecho, entonces se escuchó el estruendo de un trueno, yo les tenía miedo, así que, me asuste, y grite.

-No tengas miedo-Me susurro él, mientras me abrazaba-Yo te protege.-

-¿Enserio? ¿Me protegerás?-Le pregunte yo, con los ojos cerrados

-Sí, te protegeré, siempre te protege, Alexander.-Me respondió él-Te lo prometo, te protegeré hasta la muerte.-

Yo levante la cabeza, quería mirarlo, quería ver su rostro, pero lo único que pude ver, fue una sombra oscura, antes de comenzar a caer en un pozo sin fondo, tenía miedo, gritaba y nadie me escuchaba, nadie intentaba agarrarme, nadie intentaba salvarme..."

Me desperté gritando, y vi que alguien posaba su mano en mi espalda, tenía miedo, ¿Por qué seguía teniendo pesadillas? Para colmo, sentía que eran reales, sentía que yo había vivido esos momentos, y no podía recordarlo.

-¿Estás bien, Alexander?-Escuche la voz de Jonathan, él estaba a mi lado.

-Sí...estoy bien...yo...-Estaba jadeando, y sentía miedo, me sentía solo, desprotegido, y estaba temblando.

Sentí que Jonathan me abrazo con fuerza, y yo oculte mi cabeza en su pecho, lágrimas salían de mis ojos, y no podía detenerlas, tenía miedo, estaba aterrado, y no tenía ni idea de por qué.

Estuve llorando en sus brazos un rato, hasta que, la tristeza sin sentido se me pasó, entonces Jonathan me soltó y se sentó a mi lado.

-¿Qué te ocurrió?-Me pregunto con suavidad, mientras secaba mis lágrimas con sus manos.

-Yo...no lo sé-No sabía qué contestarle, pero intente explicarle-Tuve una pesadilla, y...pareció muy real...-

No sabía qué más decirle, pero no fue necesario, ya que, después de que terminara de hablar, él me beso con ternura, y acto seguido, me susurro:-No tienes que tener miedo, yo te protegeré.-

Sentí mucha familiaridad en esa frase, era la misma de mi sueño.

-¿Enserio? ¿Me protegerás?-Le pregunte, mirándolo con preocupación.

-Sí, te protege, te protegeré hasta la muerte, Alexander.-Me respondió con sinceridad-Te lo prometo.-

Estaba viviendo mi sueño, en la realidad, o eso me parecía. Yo comencé a sentirme más seguro, después de que él dijera eso, y entonces, yo le susurre al oído:-No te vayas, no me dejes.-

Continuara...