Encerrado con mi enemigo

Capítulo 5: Un carácter de los mil demonios

Capítulo 5: Un carácter de los mil demonios.

Ya llevaba viviendo al lado de Jonathan, por lo menos, cinco meses, en los cuales, él y yo nos llevábamos muy bien, aunque a veces discutíamos. También les cuanto que lo llamo "Jonathan" porque él, me pidió que lo llame así, y no tuve de otra, ya que, si llegaba a decirle "Sebastián", me miraba triste y se iba, era igual que un niño pequeño, muy mimado.

Uno de los días, ya era de tarde, cuando escuche a Jonathan hablar con alguien dentro de una habitación, sé que no está bien espiar, pero cuando escuche mi nombre no pude, sino quedarme parado, escuchando.

-Alexander ahora me pertenece, nunca volverán a verlo.-Escuche que dijo Jonathan

La puerta estaba entre abierta, así que, apenas tocándola, se abrió sola, mostrándome algo que nunca imagine. Jonathan estaba parado, frente a una máquina que emitía un holograma del Salón de los Acuerdos, donde se veía a todos los cazadores de sombras observándolo, y frente a él, estaban mis padres, Jace, Izzy, Clary, Luke y Magnus, junto a la Cónsul. En ese momento, me sentí feliz de ver a mi familia, y me acerque enseguida al lado de Jonathan.

-¡Mamá! ¡Papá!-Exclame alegre, sin imaginar lo que me esperaba.

-Alexander, ¿Qué haces aquí?-Escuche que Jonathan me pregunto, pero no le hice caso.

-Quiero hablar con mi familia-Le pedí mirándolo.

-No-Me lo negó, y yo me enoje.

-Quiero hablar con mi familia, Jonathan.-Le repetí ahora serio.

-Te eh dicho que no, y ya vete de aquí.-Me ordeno, pero no contaba con que, aunque yo parezca tierno y amable, tengo un carácter terrible.

-Vos a mí, no me ordenas nada. Quiero hablar con mi familia y lo voy a hacer, sin importar lo que digas.-Le dije, por primera vez, imponente.

-Mira mocoso, te vas de acá o...-No lo deje continuar, aunque sabía que me estaba pasando de la raya.

-¿O qué? No te atreverías a hacerme daño, eres solo un niño al que se le concedió mucho poder-Lo insulte, estaba muy enojado, y él también.

-¿Y tú qué? Ni siquiera puedes defenderte solo, necesitas que alguien te proteja, ¿Y así te haces llamar cazador de sombras? Ja, no vales nada, niño.-Me respondió él, lo estaba sacado de quicio y lo sabía, pero no me podía detener.

-No eres más que un mocoso arrogante, engreído, egocéntrico, y muy grosero. Te dije que quiero hablar con mi familia y me vas a dejar hacerlo.-Ordene, y vi que su ojo derecho tenía un tic nervioso.

-Se acabó.-Dijo y enseguida grito:-¡ANDREW! ¡SACA A ALEXANDER DE AQUÍ ANTES DE QUE DECIDA MATARLO!-

Andrew Blackthorne, era el oscurecido que me seguía a todos lados, dentro del departamento, era como mi sirviente personal.

En ese instante, Andrew entro por la puerta.

-¡Andrew, vos a mí, no me llevas a ningún lado!-Le ordene y mi oscurecido se detuvo.

-¡Andrew, llévatelo!-Le ordeno Jonathan.

-¡Andrew...!- Le advertí y el oscurecido solo se quedó mirándonos, seguro se preguntaba a quién debía hacerle caso.

-¡Vos a mí oscurecido no lo mandas!-Me espeto Jonathan

-Andrew es mi sirviente, él solo me obedece a mí. Tú eres quien lo está mandando sin ninguna razón-Le contradije yo, creo que de la furia que sentíamos, nos salían rayos de los ojos.