Encerrado con mi enemigo

Capítulo 9: Una enfermedad que aterra

Capítulo 9: Una enfermedad que aterra

-¿No te sacaba el pantalón, cierto?-Me cuestiono Magnus.

-¡Por supuesto que no! ¡¿Pero en qué cosas piensan?!-Les espete enojado, Jonathan no era un pervertido, solo se sentía solo a veces y necesitaba cariño.

-Lo siento, Alec-Se disculpó Jace-Es solo que nos preocupas-

-Como digas-Le reste importancia.

-Alec, ¿Recuerdas cuando hablaste con nosotros por la transmisión de Sebastián?-Me pregunto la Cónsul y yo asentí.-Te peleaste con él y nunca habíamos visto que te enojaras de tal forma.-

-Es que Jonathan me saca de quicio.-Le conteste-Aunque parezca muy tranquilo y bueno, si me hacen enojar de verdad muestro mi verdadero ser.-

-¡Y qué carácter tienes, hermano!-Comento Jace sonriendo, se parecía mucho a Jonathan.

La Cónsul se paró, y acercándose, me pregunto:-¿Alec, podrías decir todo esto frente a la Clave?-

En ese momento, mi tranquilidad se esfumo, ir frente a la Clave, no podía, no quería, me daba miedo.

-No-Dije, y solo agache la cabeza.

-Alec, no es una pregunta, es una orden.-Me dijo serio mi padre.

-No, no quiero.-Repetí parándome.

-¡Alexander, haz lo que te pidió la Cónsul!-Me espeto fuerte mi padre.

Me empecé a asustar y retroceder, estaba entrando en pánico de vuelta, quería escapar de vuelta, pero no podía, tenía miedo, estaba temblando. Mi espalda choco con la pared.

-No quiero.-Volví a repetir-¡No quiero!-

-¡Alexander!-Me dijo mi padre.

Sentí que las lágrimas se me salían de los ojos, así que los cerré, me tape los oídos, quería que dejara de ordenarme, me daba miedo, seguía temblando.

-¡No quiero! ¡No quiero! ¡No quiero!-Empecé a repetir muerto de miedo.

Escuche varias veces que me decían que me calmara, pero no podía, estaba teniendo un especie de ataque de pánico y no podía calmarme solo, no podía.

En un momento, sentí que alguien me abrazo, y su voz hizo que abriera los ojos.

-Cálmate, Alexander.-Era Jace, pero en ese instante, me pareció que había sido Jonathan.

Me calme, bueno, Jace hizo que me calmara, deje de llorar y temblar, y me quede quieto, mirando el suelo.

-Alec, vamos. Creo que es mejor que duermas un rato.-Escuche que me dijo Jace, y me llevó a mi cuarto, donde me arropo en mi cama y me dormí.

Cuando me desperté, Jace ya no estaba, me levante y camine hasta la puerta, la abrí despacio y sin hacer el menor ruido, entonces escuche algo que me hizo salir con mucho sigilo.

-Creo que ya sé que tiene Alec, pero dudo mucho que me crean.-Era lo voz de Luke.

Yo salí, y fui hasta el barandal de la escalera, al parecer nadie se daba cuenta que yo estaba mirándolos desde arriba.

-Bueno, dinos Lucían, ¿qué tiene Alec?-Le pregunto mi madre

-Creo que tiene una enfermedad mundana llamada Síndrome de Estocolmo.-Le respondió Luke.

-¿Qué es eso?-Pregunto mi padre con incredulidad.

-Es un síndrome en el cual, las víctimas de un secuestro, violación o retención en contra de su voluntad desarrollan sentimientos de complicidad y un fuerte vínculo afectivo con su secuestrador.-Les explico Luke, y creo que yo me puse pálido.

-¿O sea que Alec se enamoró de Sebastián?-Le pregunto Jace, parecía preocupado

-Algo así, podría decirse.-Concordó Luke.

-¿Y cómo lo curamos?-Le cuestiono mi madre, yo tenía ganas de salir corriendo.

-Bueno, supuestamente, Alec debería olvidar a Sebastián, entonces debería regresar a la normalidad.-Le contesto a mi madre.

¿Olvidar a Jonathan? Jamás haría eso.

-Alec no querrá hacerlo.-Le dijo Jace

-Pues lo obligaremos, no puede estar enamorado del enemigo, eso sería riesgoso.-Dijo mi padre, y mi corazón se detuvo por un momento, estaba entrando en pánico de nuevo.

-Yo puedo borrarle la memoria de todo lo que vivió con Sebastián.-Escuche que ofreció Magnus, ¿No se suponía que él me amaba como era?

-¿Y qué le dirían sobre todos los meses que no recordara?-Les cuestiono Luke.

-Le podríamos decir que Sebastián lo ataco y lo dejo en coma por muchos meses.-Dijo mi madre con simpleza.

No quería seguir escuchando, se suponía que eran mi familia, ¡y querían borrarme la memoria!, no quería seguir ahí, ya no. Me di la vuelta con lágrimas en los ojos, y volví a entrar en mi habitación, fui hasta el balcón y salte, cayendo en el patio, salí corriendo sin rumbo. No me importaba mucho a donde fuera a parar, solo quería irme, alejarme de esas personas que decían ser mi familia, solo quería escapar, y volver con Jonathan.

Continuara...

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