Bloody hell//Jerrie Thirlwards.

Capítulo 3

Tenía que saber más sobre Jade, sobre su madre, su pasado, su padre, sus familiares, todo lo que tenga algo que ver con ella. Que había tras la puerta roja, porque se volvió una asesina, una asesina serial para ser exactos.

Algunas personas tendrían un gran temor hacía ella, quizás no le hablarían como lo hago yo, no la llamarían por su nombre. En cambio yo, hacía lo que quería, no exactamente lo que quería, pero era algo libre en esa casa. Claramente no hacer lo que Jade me dijo que no haga.

Unos golpes en la puerta me desconcentraron. Al ver por la ventana, noté que era casi de noche.

-¿Aun no cierras la ventana?- se acercó a la ventana y la cerro.

-Lo siento, es que, estaba...

-¿Pensando?

-Algo así.

-No pienses demasiado.

-Otra cosa que no debo hacer.

-Era una broma.

-¿Jade bromeando? Guou.

-Deja el sarcasmo para después.

-Todo debo dejarlo para después.

-Ya cállate Perrie ¿Podrías escucharme un segundo?

-Soy toda oídos.

-Mira- se sentó en el borde de la cama- fui a tú casa...

-¿¡Fuiste a mi casa!?

-Déjame terminar. Si, entre a tu casa, más bien, la casa de Jack, supuse que vivías con el.

-Supones bien.- me fulmino con la mirada- Lo siento.

-Y busque algo de ropa para ti. Así no usaras todos los días ese mismo vestido.- se refería al vestido que utilice en el restaurante, cuando fui a cenar con Jack.

-Gracias.

-Si quieres tomarte una ducha, ya tienes ropa que ponerte.

-Otra vez, gracias.

-De nada.- la habitación quedo en un profundo silencio.

-¿Hay toallas en el baño? – ella asintió- Está bien.- me levante de la cama y me dirigí a uno de los baños. Retire el vestido que me cubría y abrí la ducha. La ducha fue bastante larga, ya que quería relajarme un poco. Deje descansar mi cuerpo que estaba en la bañera con agua caliente y cerré los ojos. Caí en un sueño profundo, hasta que unos golpes en la puerta hicieron que despertara.

-¿Perrie? – Golpeaba la puerta- Perrie ¿estás ahí?

-¿Dónde más estaría?

-¿Por qué no respondías?

-Estaba dormida.

-¿No sabes que dormirse en la bañera es peligroso?

-Todo es peligroso.- salí de la bañera y pase a secarme con la toalla. Envolví mi cuerpo en una, y coloqué otra en mi cabeza, luego abrí la puerta del baño.

-Ya era hora que salieras.

-Solo tome una ducha, no es para tanto.

-Una larga ducha.

-Ya que.- dije mientras recorría el pasillo para entrar a la habitación.

-Tú ropa está en la habitación.

-Gracias. –me dirigí hasta la habitación para vestirme. Vi que toda mi ropa estaba en una gran maleta sobre la cama. La abrí y busque algo que pudiera ponerme, claro, nada especial ya que estaba encerrada en una estúpida casa. Por lo tanto opte por ponerme un short, una remera con tirantes y medias en los pies, ya que el piso de esa casa era demasiado frío. Revise más detalladamente la maleta, y vi que también había un peine, shampoo y acondicionador. Jade si que se las ingeniaba.