Sra. Lincon

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Pov Dilan.

Habíamos corrido una verdadera maratón para llegar a la universidad y Phoboe se veía hermosa con su cabello mojado y la ropa que nuevamente le robábamos a mi hermana.

"A las 3 en mi apartamento" lo último que me faltaban eran un par de azotes. Casi no la había visto este último tiempo. Tampoco es que quicieran verla, la odiaba. Estábamos en el receso, Phoebe estaba recostada en mís piernas mientras dormía plácidamente. Acaricie su cabeza, esto se acabaría.

Phoebe se había marchado a las 2 Por que la última clase estaba suspendida. Sentí un vacío cuando ella me dejó no así lo que sentia con Elena.

Al llegar tenía a una muchacha muy joven, a una castaña sentada en mi rincón, la muchacha lloraba y podías ver su tracero tan rojo que sabías que había sufrido un fuerte castigo. Esta mujer era el demonio, habían ocasiones en las que le gustaba mirar. Ella me había enseñado a ser amo y sumiso y la odiaba por eso.

- Quitate la ropa, primero me follaras a mi y después a esa perra que no aguanta un par de palazos. -. La muchacha se estremeció en sus llantos. -. Bien, que esperas?

Suspire.

- Esto se acabó Elena, conocí a alguien y sólo quiero hacer lo que ella quiera, quiero salir de aquí.

- Vete -. Ordenó a la chica con un golpe en su ya maltratado tracero.

La chica se levantó rápido y se fue a una de las habitaciones.

- Nadie te dará lo que necesitas, este es nuestro mundo -. Me dio la pala con la que estaba golpeando a la muchacha.

- No Elena, yo solo necesitaba dinero, este es tu mundo -. Una bofetada rompió mi labio. Si a pesar de los años está mujer seguia fuerte.

- No va a volver a pasar, no otra vez -. Tomó su teléfono e izo una llamada, comenzó a reír y cuando corto me miró directamente -. Grey... la chica Grey. O porfavor, estas de chiste.

En su teléfono tenía una foto de nosotros sonriendo esta tarde.

- Como? -. Ella seguía riendo histérica.

- Crees que los Grey están en condiciones de amar y de satisfacernos, esa hija de mamá y papá jamás a sabido lo que somos nosotros... cuantas veces te la has tirado, le has querido hacer lo que hacemos nosotros? -. Un escalofrío recorrió mi. Cuerpo, si, y lo había echo. -. Miraré, un pobre diablo sin dinero con una de las chicas más ricas del planeta, mejor meteré de la cueva que saliste y sigue conmigo.

Suspire, ella tenía razón, pero no por ello dejaría a Phoebe sin que ella me lo dijera.

- Adiós Elena -. Sentí algo en mi espalda y al voltear me ella sonreia.

- Te arrepentirás, juro que lo aras.

Fin pov Dilan.

Había salido muy temprano de la Universidad y estaba realmente aburrida, había buscado empleos por internet y ya me habían mandado 5 puestos de gerente sin siquiera tener estudios técnicos, yo iba a ser publicista por Dios. Ya por la tarde y con 8 ofertas de empleo fui a donde Astrid. La mayoría eran puestos de alto grado administrativo, supongo que la mayoría esperando alguna retribución de mi padre.

Al llegar Astrid estaba sonriendo con un muchacho que me causó repulsión no mas verlo, tenía el cabello corto a los lados y un poco largo en el centro, lo paraba con gel al parecer. El chico parecía decir cosas al oído de Astrid y está sonreia tontamente. Un beso entre ambos me hicieron saber que no era un simple amigo.

La señora dueña del local salió en cuanto me vio.

- Señorita Grey -. Sonrió y yo sonrei de vuelta -. Le ofrezco un capuchino?

- Si porfavor -. Ella en dos minutos tenía mi capuchino y el suyo en la mesa donde me estaba sentando.

- El es Brayan, el llega todos los días a esta hora, cuando Astrid esta en su hora de colación. -. Ella tomo un sorbo, la imite -. El... bueno el es extraño, siempre le pide prestado dinero y nunca he visto que se lo devuelva -. Valla con la jefa bisagra, sabía todo lo que pasaba con Astrid.

Un mensaje de texto llegó a mi teléfono y un escalofrío caló mi espalda. Nadie tenía mi número sólo Ava, ella me había dado su teléfono para que pudiera mantenerme comunicada. Abri los mensajes de un número desconocido.

Dilan estaba casi desnudo tomado sólo de sus brazos y con marcas en su cuerpo.
Y abajo una nota:

"Realmente conoces quien es"

No conocía el número y siguieron llegando fotos de Dilan con diferentes mujeres, golpeandolas, follandolas, amarrándolas. Una señora rubia aparecía en una foto, ella sonreia mientras Dilan al parecer follaba a una muchacha.

- Señorita Grey -. Mire a la señora quien parecía preocupada, yo lloraba.

"Tu no lo conoces, dejalo para que siga con lo que el realmente quiere".

Dios... dolía, dolía mucho Astrid se acercó y yo me levanté. No quería nada de ella, ni de ella ni de Dilan.

Phoebe GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora