Chile

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- Vamos nena fue tu idea -. Mire furiosa a Dilan quien caminaba a metros de distancia de mi haciendo que las chicas voltearan a verlo, su cabello rubio estaba largo y claro era un mastodonte que no podía pasar desapercibido con sus shorts y su polera deportiva además de su gran mochila por si alguno de los niños se cansaba.

No podía respirar, llevaba horas subiendo este maldito cerro y sólo deceaba bajar. Justo antes de empezar el ascenso había una calle llena de locales nocturnos y bares donde podías tomar una cerveza, como añoraba ese sabor frío en mi boca y sólo tenia un agua que ya parecía hervir.

Emy tomó mi mano para tirar de mi, como era que tuviesen fuerzas aún.

Habían pasado 3 meses de ese fatídico día. En el hospital después de una serie de exámenes nos encontraron en buenas condiciones y Astrid no había sido penetrada por el asqueroso de Hyde. Mamá lloraba a mares cuando me vio las piernas y el tracero lleno de cicatrices que con el tiempo ya casi no estaban.

Papá decidió apadrinar tanto a Dilan como a sus hermanos haciéndose responsable de todo lo que tuviera que ver con ellos desde educación hasta alimentación, Astrid y Dilan lo agradecían aunque este último se negó hasta que mi padre le hizo ver que era lo mejor. Habíamos salido de vacaciones y Dilan había juntado dinero para poder viajar conmigo a Chile, se negó a recibir el dinero que mi padre estaba proporcionando para el viaje con todos los gastos pagados. Yo por mi parte ya era independiente y trabajaba como cajera en la cafetería donde trabajaba Astrid fue el único trabajo que aceptó como correcto papá para mi. Había logrado obtener dinero que realmente no necesitaba y por ende habíamos venido con los niños que habían llorado cuando Dilan les dijo que nos íbamos.

Helena había logrado huir y ambos Hydes habían sido capturados y apresados, por lo menos el padre estaba en cadena perpetua por haber infringido su libertad condicional. Hyde hijo era otro caso, según el doctor Flinn (al que estuve asistiendo para lograr detener las pesadillas) el era joven y podían recuperarlo, y de todo corazón lo esperaba.

Estaba tan atrás que Emy había decidido adelantarse con Jhon y correr como sus piernas se lo permitían. Sólo el pequeño Zack había quedado con Astrid quien literalmente nos había dicho que el niño sería un estorbo no así como los más grandes que ya casi cuidaban solos de ellos.

Divisé como una tipa morena más baja que yo le daba un papel a Dilan, el no hablaba ni pisca de español y me entró una calentura por el cuerpo, me apresuré y el sonreia sin entender ni jota de lo que decía esa ave de rapiña.

- Podemos salir a tomar algo -. El sonreia sin saber que decir... ufffff por que tenía que ser tan apuesto.

Supongo que la mirada que le di traspaso todas las fronteras del idioma y cuando tome su brazo quedó claro que se debía alejar. Bien perra, este hombre es mío.

- Que me decía? -. Lo miré y como lo suponía no había entendido nada.

- Que le encantaba ver cómo un hombre comprometido dejaba atrás a su novia. -. El sonrio a carcajadas subiéndome en sus brazos y dándome vueltas mientras yo sonreia.

- Celosa Grey? -. Lo miré enfadada y el sonrio -. Bien Grey, sin mirar a nadie ya lo captó.

Subimos lo que quedaba, más bien Dilan me arrastro el resto del camino con los niños subidos a su mochila, me encantaba eso éramos una familia.

Cerca de la cima había un lugar para recuerdos y compre muchos aluciendo a que debía llevar a todos en mi familia algo de este hermoso lugar, compre unos ponchos para los niños y Zack que nos esperaba en casa.

Casi no pasaba en mi casa, papá le había dado un departamento a Dilan quien con Astrid se cambiaron en cuanto esté estuvo disponible ambos pensaban en el bienestar de los niños y yo lo agradecía, casi pasaba más en el departamento de Dilan que en el mio propio, toda mi familia conocía a Dilan y aunque al que más le costó aceptarlo fue a Ted, lo hizo al fin y al cabo de mala gana pero aceptándolo al fin y al cabo aunque obviamente no pudo quedarse callado cuando cada hombre de mi familia ponían reglas absurdas de como cuidarme y respetarme.

En este lugar podías respirar paz, podías ver cómo familias completas subían en bicicletas o caminando otros corrían y otros llorábamos como yo.

No éramos los únicos extranjeros y la mayoría se sentía a gusto en este lugar, era al parecer un lugar muy turístico, pero cuando vi las escaleras que llevaban a la Virgen el corazón callo de picada suicidándose al piso.

Los niños miraban emocionados mientras mis piernas prácticamente sedian.

- Si quieres puedes subir sobre la mochila de los niños para cargarte-. Lo miré con cara de odio mientras el sonreia. -. Vamos nena, no puede ser tan terrible, vé.

Mire como una ancianita con ayuda de uno de sus hijos y al parecer sus nietas subía lentamente por las escaleras y ellos tenían una paciencia gigante para esperarla peldaño por peldaño.

Me sentí humillada por la anciana, Emy se sentó en un peldaño enfadada por que era muy alto para que yo aguantara y Dilan sonrió. Bien, tome a Emy en brazos y ella sonrió viendo como empesaba a subir.

- Verán como llego por que llegó -. Dilan y Jhon venían riendo tras nosotros y a mitad de camino después de dejar a la anciana muy atrás mis fuerzas empezaron a flaquear, de verdad habían tantos escalones?

En la parte alta de los escalones una virgen con sus manos abiertas estaba para recibirnos.

Dilan a estas alturas llevaba a los niños en brazos mientras estos jugaban al Caballito sobre el. Mañana no me podría mover.

Llegamos al fin, a un costado había un lugar llenos de velas y de placas donde agradecían los favores concedidos, yo no llevaba nada, pero se que si la Virgen habia echo el milagro sabría que con suerte pude arrastrar mi tracero hasta hay y que porsupuesto no había forma de que bajara a comprarle una vela.

Dilan estaba mirando los pies de la Virgen donde había un pequeño santuario y me abrazo sonriendo.

- Bien nena, agradezcamos -. Sonreí cerrando mis ojos y agradeciendo el estar con vida, y con una gran vida, el ser hija de Cristián Grey había sido siempre una gran aventura tanto con el como con toda mi familia, mi aventura se agrandaba al haber conocido a Dilan con nuestros niños.

Abri los ojos cuando sentí las manos de Dilan pegarse más a mi cuerpo y al observarlo sonreia.

- Sabes algo? -. Negué y el sonrio -. No soy creyente en la fe cristiana, pero si ella ha permitido que en este momento estés a mi lado, realmente le estoy agradecido.

Diciendo esto mi corazón se llenó aun mas y lo bese decenado que el jamás se fuera de mi lado.

- Emy! -. Mire asustada donde Jhon miraba y Emy estaba ensima de unos arbustos al parecer se había caído. Bien, momento romántico arruinado una vez más, pero Sonreí.

Dilan ya la tenía en brazos mientras ella lloraba más por el susto que por estar lastimada y Dilan era el padre perfecto para consolarla, vi como muchas mujeres lo miraban mientras este tenía a la niña en sus brazos.

Vi como algunas se acercaban a darle agua o a ayudar a sostener a la niña quien lloraba a gritos.

- Phoebe!! -. Me paralice al igual que Dilan quien ya no prestaba atención a nadie más.

- Por fin... -. Dijo Jhon sonriendo.

Me acerqué a donde las chicas tuvieron que hacernos espacio con Jhon en brazos.

- Repitelo cielo, por favor Repitelo -. Ella me miró algo asustada mientras lágrimas caían de mis ojos.

- Ni quiero que nadie me toque, sólo Phoebe y tu Dilan, nadie más -. Lagrimas en los ojos caían a grandes cantidades de los ojos de Dilan quien me beso de una manera desesperada mientras que Emy nos abrazaba junto con su hermano.

Este era un excelente comienzo... más que un buen comienzo.

Phoebe GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora