Capítulo VI

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VI



     Alexandra parpadeó varias veces, viéndose confundida mientras escuchaba el parloteo interminable de DongHo. Había estado los últimos veinte minutos sentada en el sofá de la sala, junto a Aron mientras le hablaban sobre algo relacionado a JongHyun y su cumpleaños.

–Así que nos vas a ayudar, ¿queda claro?

– ¿Cómo le va a quedar claro si no te entiende? A veces eres tan corto de mente.

– ¡Hyeong! –se quejó, indignado–. Entonces díselo tú, a mí los idiomas no se me dan bien.

El mayor resopló y se giró, volviendo su mirada a la chica.

–Alex... Jr cumple... el domingo... dos días... ayuda.

– ¡Oh, Jr oppa! –la menor asintió repetidamente y aceptó al instante–. ¿Qué debo hacer?

–Pues al parecer aceptó –adivinó Aron por la expresión en su rostro.

–Hyeong, debes estudiar más español, o si no, no podremos comunicarnos bien con Alex.

–BaekHo, cállate.

–En serio hyeong.

–BaekHo, el que debe empezar a estudiar eres tú –espetó.

–Aron, BaekHo –la chica captó la atención de ambos hombres–. ¿Qué debo hacer? –preguntó en coreano.

Ambos sonrieron.

–Verás –empezó el menor–, el domingo debes sacar a Jr de la casa mientras nosotros preparamos todo para su cumpleaños...

– ¡Espera! –exclamó moviendo sus manos para que se detuviera–. No entiendo lo que dices. Habla en español, por favor –pidió, formando una divertida sonrisa en sus labios.

– ¡Ah! –BaekHo llevó las manos a su cabeza, sintiéndose frustrado–. Esto va a ser difícil...

Alexandra se carcajeó una vez más, a la espera de una nueva explicación... en su idioma.


* * * * * * * * * *

– ¿Sigues molesto?

–Sí.

–Pero ya nos hemos disculpado, incluso Abby lo hizo –murmuró, acercándose al menor para besar sus labios.

– ¿Tratas de convencerme con tus besos? –inquirió mirándole con diversión.

–Sí... ¿Funciona? –preguntó esperanzado. El menor sonrió y le plantó un nuevo beso en los labios–. Qué te parece si salimos y pasamos lo que queda de la tarde juntos –sugirió una vez se separó de él.

–Eso suena bien –asintió con la sonrisa aún en sus labios.

– ¡JinYoung! Baro y yo saldremos –exclamó, avisando al líder.

– ¡Está bien! –gritó éste desde la cocina.

– ¿Puedo ir con ustedes? –GongChan se acercó a la pareja que ya estaba saliendo de la casa, tras escuchar sus palabras.

–Lo siento Channie. Otro día, ¿sí? –Sandeul puso su mano en la cabeza del menor y lo despelucó–. Hazle compañía a JinYoung –le guiñó el ojo y el menor se sonrojó.

–Sí, ¡adiós! –despidió a la pareja antes de encaminarse a la cocina.

Sigilosamente se acercó al mayor que estaba sentado en la barra de espaldas a él, comiendo alguna fruta.

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