Multicultural

Capítulo XIII

04/08/2020

Holaaa! Espero todos estén muy, muy bien :D

La última actualización de esta historia fue en febrero del año pasado. La verdad es que había perdido el interés por editarla y actualizarla (ya que está finalizada en Amor Yaoi), pero he decidido volver a retomarla. Espero que esta sea la definitiva ^^

* ** ** ** ** ** ** ** ** ** ** ** ** ** ** ** ** ** * 

Capítulo XIII

¿No importaba lo demás? Oh no, ¡al contrario! Sobre todo, cuando eras una persona de la que todo el mundo podía saber fácilmente. Ser un ídolo no era tan genial como parecía, eso estaba bien claro, sobre todo para ellos mismos. Había pasado más de una semana desde el campamento y hasta el momento, las relaciones, los grupos y todo lo relacionado a ellos, había estado en constante cambio para bien, o para mal.

Hacía tan solo unas semanas, Kibum había hablado con Taemin sobre ello y ambos habían estado de acuerdo en que no tenían que temer. No había porqué dudar. Entonces ¿qué había cambiado?

Luego del campamento, Gaby se había vuelto más molesta e insoportable. No se despegaba de los chicos, se interponía entre ellos y evitaba que pasaran el más mínimo tiempo juntos. MinHo, Onew y JongHyun simplemente se dejaban llevar por esa mocosa despreciable, sin ver realmente las intenciones que ella tenía. Como si eso no fuera suficiente, un par de días atrás mientras estaban ensayando para su siguiente regreso, Kibum escuchó decir a uno de los bailarines que «Gaby era toda poderosa», simplemente porque había logrado convencer a uno de los managers que los llevara al cine y después a cenar. Era algo inaceptable, él era el único que podía ostentar ese título. ¡Él era el todo poderoso Key! La llave maestra de SHINee. Eso había logrado que la copa se derramara y no estaba dispuesto a dejarse arrebatar ese título, menos por una niña; esa niña que ya había acaparado toda la atención de JongHyun; y no solo de él, sino de Onew, MinHo, el manager, incluso de los bailarines y hasta sus perros ¡sus adorados bebés! Ah, ni hablar del pobre Taemin, que ya hasta pasaba más tiempo fuera de casa con sus amigos, porque no soportaba que su pareja lo hiciera a un lado cada vez que estaba con Gaby.

Por eso y porque ya no soportaba ni siquiera el estúpido programa que tantos dolores de cabeza le traía, haría una pequeña bromita.

«Nada del otro mundo» había dicho para sí, mientras agregaba pimienta y sal, en cantidades industriales a los fideos que cenarían. Ese viernes en la noche como le tocaba preparar la cena junto a Taemin, todo sería más fácil. «Por mí no hay problema, hyung» le había respondido el menor sonriendo con complicidad, luego de que el rubio le contara de su pequeña y según él, inofensiva broma.

Cuando la cena estuvo lista y todos estuvieron sentados alrededor de la mesa, Key puso los platos ya servidos frente a cada uno, además de un rico postre hecho con ayuda de Taemin. Esa noche, ambos se habían esmerado en preparar una cena con la que todos quedaran contentos. Lo primeros en probar fueron los chicos quienes, con los pulgares en alto, dieron su visto bueno sobre la comida. Los cocineros por esa noche sonrieron satisfechos; ahora era el turno de Gaby.