XXI

45 3 2
                                    

Capítulo XXI: ¿A eso quieres jugar? Juguemos.

Día sábado.

Un leve rayo de luz se colaba por la cortina haciendo que abriera mis ojos, un perfecto despertar. Mentira, desperté por culpa de uns almohada voladora que aterrizó sobre mi rostro. Abrí uno de mis ojos molesta, tome el celular que había dejado bajo mi cojín, 11:30. Demasiado temprano para mi. Gire mi cabeza para encontrar a Cloeh con su mano sobre su boca y a Emma con su ojos como platos. Ambas sostenían almohadas entre sus manos.

-Lo siento tanto, no era mi intención -se baja de la cama para llegar hasta donde me encontraba yo.

-No te preocupes - trato de sonar amable, pero como siempre, falle.

-Nosotras nos vamos -arrancaron rápidamente.

Mi estómago ruge como ya se le esta haciendo costumbre. Será mejor que me duche rápido.

(...)

Baje saltando de dos en dos, algo peligroso para mis cortas piernas. Entre a la cafetería abriendo de golpe la puerta haciendo que me ganará algunas miradas de los alumnos. Corrí hacia donde se encuentra Susan.

-Hola -le sonrió amable.

-Hola querida, ¿Qué deseas de comer?

-Eso -le apunto un Muffin con chispas de chocolate.

-¿Con leche de chocolate?

-Como se nota que me conoce - sonríe para dejar las cosas en una bandeja.

- Aquí tienes -me extiende la bandeja con todos los Muffin que se encontraban dentro del mostrador, eran 4.

-Pero yo solo he pedido 1.

-Consideralo como un regalo - guiña un ojo.

-¡Gracias! No sabes cuanto te adoro.

Me doy vuelta para sentarme pero recordé algo que no veía hace tiempo en ese mostrador lleno de delicias.

-¿Cuando volverá a hacer Donas? Ya las extraño - hago un puchero.

-Por ti las tendré lista para el lunes - sonrió ampliamente - Te apartare una docena.

-Te amo. La abrazaria pero tengo hambre, una bandeja entre mis manos y un mostrador lleno de estos manjares que nos separa.

-No te preocupes. Ve a comer que se te nota que tienes hambre como siempre.

Apresuró el paso con cuidado de no botar las cosas para sentarme en la mesa más cercana. Saque la bombilla/pajilla del envoltorio plástico para luego enterrarla en la cajita de leche. Le di un gran mordisco al Muffin, esto estaba delicioso.

-¡Hey! Hola Susanita -tuerce la boca molesta, al parecer no le gustaba ese mote - Me preguntaba cuándo harás esos rollitos de canela que tanto me gustan, realmente los extraño.

-Lo siento, hoy en la tarde haría unos pero donde ahora sé que te encantan no los haré durante un mes o más.

-Esto no se quedara así - le advierte apuntandola con el dedo índice.

¿Enamorada?¿Yo?Pfff, nunca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora