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Me remuevo una vez más entre sus brazos, intentando buscar algún tipo de comodidad pero sigo en un sueño profundo. Quiero seguir así, con los ojos cerrados pero hay algo que está muy mal, sin embargo, no puedo abrirlos tampoco. Tengo un mal presentimiento en el sueño y comienzo a sentir las gotas de sudor bajar por mi frente. Comienzo a jadear desesperadamente, y por fin abro los ojos de repente. Y me encuentro con las olas del mar, el cielo  sigue oscuro y supongo que debe ser de madrugada. Jungkook sigue durmiendo pacíficamente y trato de no generar algún ruido que pueda despertarlo.

Es entonces cuando escucho un grito proveniente de la casa, luego un estruendo. Me alarmo rápidamente y no sé qué hacer. Pienso en correr a ver qué es lo que está pasando pero estoy limitada.

—Jungkook, despierta. —digo, agitando su brazo desesperadamente— ¡Jungkook!

Logro mi objetivo, y este se despierta aturdido.

—Yoo Soo, ¿qué pasa? —pregunta, ansioso— ¿Estás bien?

—Creo... creo que alguien ha irrumpido en la casa.

No termina bien de escuchar mis palabras cuando otro grito se hace presente. Él se levanta rápidamente, corriendo hasta la casa, sujetando fuertemente mi mano. Estoy haciendo un gran esfuerzo por ir a su lado y no caer en el suelo. Siento a mi bebé dar patadas en mi vientre pero busco ignorarlo de alguna forma u otra.
Cuando abre la puerta frontal, una escena nos detiene bruscamente. Un hombre enmascarado sostiene a la abuela de Jungkook, con una mano apunta un arma en su cabeza y la otra tapa su boca. Siento mis piernas flaquear cuando la abuela de Jungkook me dirige una mirada llena de terror.

—Yoo Soo, vete de aquí. —me ordena con voz firme pero yo no quiero irme. No quiero dejarlo solo, no quiero arriesgarme a perderlo— ¡Te dije que te vayas!

Es la primera vez que me grita, pero sigo ignorando sus peticiones. El hombre suelta una risa cínica, atrayendo la atención de Jungkook.

—No quiero ver una asquerosa escena de amor —suelta con desprecio— ¿Dónde hay dinero?—pregunta y sujeta con más fuerza a la señora— ¡He preguntado que dónde hay dinero, imbécil!

—En... en el segundo piso hay una caja fuerte —contesta— Tómala y déjanos en paz.

—¿Crees que soy un jodido idiota? —pregunta, gritando— Sé que no me vas a dejar ir con la caja fuerte tan fácilmente, así que no puedo dejártela pasar.

La pistola abandona la cabeza de su abuela solo para apuntar a Jungkook. Suelto un grito asustado. ¡No! No dejaré que nada le pase.
Siento una fuerte patada de nuevo y tengo que aguantar el increíble dolor que me proporciona.

—Puedes irte con todo el dinero que encuentres —dice Jungkook, tratando de mantener la calma— Solo... solo deja a la señora libre...

—¿Debería dispararte a ti primero? —pero luego cambia de dirección y mi expresión se aterroriza aún más— ¿O a tu novia embarazada?

Jungkook se coloca frente a mí en un movimiento ligero cuando escuchamos el sonido de las sirenas de la policía. El hombre se exalta cuando las puertas son derrumbadas y es entonces cuando un disparo se escucha en toda la habitación. Sale corriendo escaleras arriba, siendo perseguido por la policia. Dejando ir bruscamente a la abuela de Jungkook.

—¿Te encuentras bien? Sé que tienes mucho dolor —pregunta, acunando mi rostro. Aún estoy temblando.

—Ya se me pasará, no es nada grave —le respondo y el deja ir un suspiro— ¿Y tú? ¿Estás herido?

Pero ya no obtengo contestación. Su mirada cae y no entiendo hasta que observo el charco de sangre en el que estamos parados... y proviene de Jungkook, quien tiene una mano en su estómago.

—Jun...Jungk...kook —balbuceo mientras el peso de él cae sobre mí— ¡Jungkook! —grito, sosteniendo su cuerpo en el piso— ¡Ayuda! —le digo al policia— Señor, llame a la ambulancia, porfavor.

—Ya están en camino, señorita —responde— Necesito que desaloje la casa, comenzaremos a colocar las cintas amarillas...

—¡No, por favor! —le suplico, llorando— Es mi novio, déjeme quedarme aquí con él. No puedo dejarlo solo.

Asiente, logrando entender y se marcha. Jungkook descansa sobre mis muslos y se me dificulta mantenerme en la posición a causa mi gran bulto, pero sostengo un poco más.

—Yoo Soo, por favor, déjame aquí —intenta hablar, con voz ronca— Puedes hacerle daño al bebé...

—No hables, cariño —digo, sosteniendo su cabeza entre mis manos ensangrentadas— Vas a estar bien, hemos llamado a la ambulancia.

Su mano sube a mi rostro y sus ojos se empañan en lágrimas. Siento como mi corazón estalla en dolor cuando su respiración comienza a fallar. Su pecho sube y baja

—¿M...me... amas? —balbucea, sus párpados cada vez siendo más pesados. Siento como si fuera una despedida.

Una presión se ejerce en mi pecho, él mantiene su mirada clavada en mí.

—Como a nadie en este mundo —le respondo— Por favor, mantente fuerte por mí y por nuestro hijo, Jungkook. Estaré ahí contigo...

El asiente y deja sus párpados caer junto con la mano que descansaba en mi rostro. En cuestión de segundos llega la ambulancia y me obligan a salir de ahí. Cuando estoy afuera, encuentro a mi madre y a pesar de todo, necesito llorar sobre su hombro y gritar... gritar hasta el cansancio porque si él me falta... ¿qué me haré?

Daddy to be: Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora