Jungkook
Llego con Yoo Soo en mis brazos al hospital e instantáneamente la colocan en una silla de ruedas mientras ella se retuerce de dolor. Corro a un lado de ellos, todavía sujetando la mano de mi novia. Querido pequeño, ¿por qué nos tuviste que tomar de sorpresa? Las gotas de sudor bajan por su rostro, y tiene los ojos cerrados con la cabeza inclinada hacia atrás. El camino a la sala de partos parece alargarse ante este tipo de situaciones.
—Jungkook —dice ella, casi sin aire— No puedo más, me duele demasiado...
Aprieta más mi mano, llevándola a su frente, que se encuentra fría.
—Aguanta solo un poco más, ¿sí? —respondo y ella asiente— Todo estará bien.
Entonces tengo que detenerme cuando las puertas de la sala de parto se abren. Me quedo ahí, desesperado, buscando mentalmente algún contacto que pueda hacerme compañía.
—¿Jungkook? ¿Qué sucede? —pregunta la madre de Yoo Soo cuando responde su móvil— Dime, por favor, que llegaste temprano al aeropuerto y lograste detenerla.
—Lo logré —contesto y escucho un suspiro en la otra línea— Pero no fui el único en querer llegar temprano, alguien también se adelantó...
—¿De qué hablas?
—Yoo Soo está dando a luz —digo y ella suelta un grito— Estoy todavía en el hospital, no hay nadie más...
—Iré para allá ahora.
Cuando llega la madre de Yoo Soo, me recibe con un cálido abrazo que no sé cómo responder, al parecer me he ganado su cariño. Estamos ahí sentados lo que parecen horas, no he comido, ni tan si quiera me he parado de este lugar. Tengo mis brazos sobre mis muslos y la cabeza entre las manos, generando un movimiento repetitivo con mi pierna. Estoy nervioso, desesperado por saber cómo está, si el parto ha ido bien, si mi pequeño ya nació. Pero una emoción crece dentro de mí mientras espero esas noticias... soy padre. A pesar de mi edad, no puedo evitar sentir una gran felicidad cuando pienso en tan solo el hecho de tener un pequeño en mis brazos.
Quiero saber cómo se encuentra Yoo Soo, si ha soportado el parto... es una persona muy frágil, ¿y si no ha podido hacerlo? Yo no podría aguantarlo.
De pronto, veo el doctor salir por la puerta de la sala y se dirige a nosotros. Ambos nos colocamos en pie.
—¿Familiares de la señorita Oh Yoo Soo? —pregunta
Abro mi boca para responder pero ya su madre lo está haciendo.
—Sí, soy su madre. ¿Cómo ha ido el parto?
Mi mente imagina lo peor y me encuentro temblando mientras espero su respuesta.
—Todo ha sido un éxito —dice sonriendo y siento como puedo volver a respirar— Aun así, la joven está muy cansada. Solo puede ir un familiar a verla.
Su madre y yo nos miramos y con un cabeceo ella me indica que sea yo quien vaya a verla.
—¿Está segura, señora?
—Tu eres quién estuvo con ella todos estos meses —responde, guiñándome un ojo— Ve.
Asiento rápidamente y junto al doctor me dirijo hasta la habitación donde se encuentra ella. Cuando por fin estoy detrás de la puerta, tomo un gran suspiro antes de abrirla lentamente. Y es entonces cuando la veo, está medio sentada, su cabello esta desarreglado, y luce más pálida de lo normal... pero mis ojos se concentran en una sola cosa: la pequeña criatura que lleva en sus brazos.
Me acerco poco a poco hacia ella y cuando sus ojos hacen contacto con los míos, puedo ver mi futuro en ellos.
—Hola, papá. Es una niña —susurra, sonriéndome con emoción— ¿Quieres cargarla?
—¿Está bien si lo hago?
Nunca he tomado a un recién nacido en brazos y la realidad es que me causa mucho miedo tener a alguien tan pequeño en mis manos.
—Por supuesto —simplemente responde ella
Entonces me entrega a nuestra pequeña y mi corazón se detiene cuando abre sus ojitos y me mira; son de un color miel único. No llora, sino que cierra sus párpados y queda completamente dormida. Me doy la libertad de admirar sus facciones. Mis ojos se llenan de lágrimas al verla tan indefensa, tan tranquila. Estoy enamorado de mi pequeña y no me he dado cuenta de lo mucho que la amo.
—Jungkook —me llama Yoo Soo— Desde que la viste, pensaste que era una niña. Así que te concederé el honor de nombrarla.
Me quedo pensando algunos segundos y mientras la observo detenidamente, un nombre aparece en mi cabeza.
—Sun Hee —respondo— Jeon Sun Hee
Me acerco a ella, entregándole a nuestra pequeña.
—Debes estar muy cansada, cariño —le digo, acariciando su rostro y ella cierra sus ojos ante el toque— Nuestra hija es igual de preciosa que tú.
Sus mejillas toman color al escuchar mis palabras pero aun así me sonríe débilmente.
—¿Cómo puedes decir eso cuando estoy en estas condiciones? —pregunta, quejándose— Luzco terrible. Me recuerdas al primer día, estaba completamente desarreglada.
Pero yo me acerco y tomo su mentón para levantar su rostro hacia mí. Nuestras miradas chocan.
—Y aun así me volviste loco por ti —le digo, y luego dejo un beso en sus labios.
—No puedo imaginar cómo sería mi vida en estos momentos sin ti y mi pequeña. Desde un principio pensaba que todo estaba perdido, me lamentaba cada noche. En realidad no quería tenerla pero ahora la observo y mi corazón late de felicidad —habla ella con sentimiento, pasando suavemente sus dedos por el rostro de la pequeña— Te mantuviste conmigo desde que supimos de mi embarazo, Jungkook. Pudiste irte mas no lo hiciste.
Le sonrío, limpiando la lagrima que desprende de su ojo.
—Solo le pido una cosa a cambio, mi hermosa dama.
—Todo lo que quieras, cariño —me responde
—Que no me deje ir jamás —le susurro— Que me deje amarla hasta que me canse y que no trate de escapar una vez más. Yoo Soo, si no te tengo... estoy vacío. Siempre estuve solo hasta que llegaste tú a cambiarlo todo —trago fuertemente— Entonces, ¿podrías hacer eso por mí?
Ella sonríe y siento como mi piel tiembla. Ella tiene el mismo efecto en mí desde el primer día.
—Me haces la persona más feliz del mundo
—Y esto es solo el comienzo.
FIN
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Daddy to be: Jeon Jungkook
Fanfiction"Voy a ser padre... No puedo irme, no ahora que me necesitas."