Four Nights // Cherik

Two

Cuando Charles Xavier tenía 16 años, era pequeño para su edad, y comenzaba a resignarse sobre que ello sería una condición de por vida. No le importaba mucho, más allá de la ocasional idea desesperanzadora de que nunca cumpliría con la descripción ideal de el hombre atractivo que veía por todas partes, pues las personas parecían quererlo lo suficiente, así que esa idea nunca duraba mucho.

Uno de los pasatiempos que le ofrecían continuo, casi perfecto entretenimiento, era jugar en el equipo de soccer de la escuela. Después de la emoción de una práctica, Charles estaba en camino a los vestidores con los demás miembros del equipo para ducharse, cuando se dio cuenta de que los balones no fueron recogidos de la cancha, lo cual era comúnmente la responsabilidad del aguador.

Le dio una palmada a Alex, que caminaba junto a él, en el hombro. "Hey," le dijo "¿Está Hank enfermo hoy?"

Alex se encogió de hombros.

"Iré a recoger las pelotas," dijo Charles, sonriendo en anticipación a la broma de Alex. No se decepcionó. "Te veo pronto."

"Tú agarra esas bolas y manéjalas bien*." Dijo Alex, palmeando el hombro de Charles.

Aquello hizo a Charles reír de sí mismo todo el tiempo que pasó recogiendo los balones de práctica y embolsándolos. Después de guardarlos, se duchó y se vistió. Estaba desamarrando sus zapatos -un pequeño bromista, probablemente Sean, había pensado que sería hilarante amarrarlos y jugar cuna de gato hasta que fueran una maraña agujetas que Charles tuvo que enderezar- cuando la puerta del vestuario se abrió de golpe.

"Te dije que esta era una idea estúpida."

Inclinado, Charles se congeló ante la voz y sintió su pulso acelerarse. Era muy estúpido tener un crush en Erik Lehnsherr de todas las personas, pero él no tenía poder para detenerlo.

"Vamos," esa era Emma Frost, "¿no estabas diciendo lo mucho que odias a todos los deportistas?"

Charles observó su uniforme sudado, tirado sobre una banca junto a él.

"Sí, ¿pero esto va a lograr algo?" se quejó Erik. "¿Qué clase de señal estamos enviando si ellos no saben quiénes irrumpieron en sus vestidores, o por qué?"

Uno por uno, las puertas de los lockers cerca de la entrada al vestidor empezaron a abrirse en golpe, y el sonido de las cosas cayendo al suelo llenó el aire. Charles se sentó como una estatua, dejando de amarrar sus zapatos, inseguro de qué hacer. Emma y Erik empezaron a reír.

"Okay, esto es muy divertido," dijo Erik.

"Lo sé, ¿verdad?" dijo Emma, sonando tan animada como nunca antes, lo cual no era mucho. "Hey, ¿dónde crees que esté el locker de Charles Xavier?"

"¿Por qué?" gruñó Erik. Otro locker fue abierto para vomitar su contenido en el suelo.

"Imaginé que podrías oler su ropa interior o algo."

"¿Por qué?" dijo Erik. "¿Por qué me interesaría un pobremente desarrollado, patoso, debilucho sabe-lo-todo?"

Charles miró el piso. Éste tembló ante él.

"Pensé que sentías algo por él, eso es todo," dijo Emma, sin interesarse. El sonido de tela moviéndose, los murmuros de ella, y entonces un casco rebotó en la pared, entre el espacio de la fila de armarios que estaba cerca de Charles, como si ella lo hubiera pateado.

"Yo me preocuparía de cualquiera que sintiera algo por él," dijo Erik. "La única razón por la que alguien estaría tras Xavier es porque él tontea por ahí. La única razón por la que tanta gente se junta con él es porque tienen una gran oportunidad de recibir una mamada de él."