Me Enamoré de su Infierno.

Yo te quería y el también.

¡NO LO PUEDO CREER!

¡DAMON HUNTER!

-Eres tu.-dije acercándome a él, toque su mejilla y de verdad sentí la conexión que nos unía hasta que la realidad vino a mí, se alejó de mis caricias como si le resultaran asquerosas.

-Sí, pero no.-dijo apartando mi mano aún más.

-Tu nombre en mi pared-dije para mí misma sosteniendo mi mano con la que lo había acariciado, era surreal sentir esa conexión ahora cuando sabía que era el, el sujeto que tenía el nombre de la pared y protagonista de una cuantas hojas de mi diario.

-¿Cómo puedes acordarte de todo eso?-pregunto, parecía que tenía la cabeza en otro sitio.

No quería decirle la verdad, pero había descubierto que yo tenía razón, mi diario, todo lo que había escrito en él era cierto ¿Pero hasta qué punto?

Me sentía patética, pase años tratando de darle sentido a mi vida en el orfanato, solo con ese nombre en las paredes, en mi mente no existía pero en mi diario había más de veinte páginas de él..

-¡No puedes recordarlo!-Damon comenzó a golpear las paredes.

No sabía si decirle la verdad o esperar a que las cosas fluyeran y me contara lo que yo no podía recordar.

Me acerque a él en su ataque de rabia, no pude evitarlo, parecía que le importaba una mierda lo que le pasara, con tal infringirse algún daño.

El seguía golpeando la pared cuando toque su hombro, pero inmediatamente (no sé cómo lo hizo) me sostuvo contra la puerta del baño que estaba próxima, si tan solo hubiera estado abierta creo yo, que hubiéramos caído.

-A la mierda los códigos, puedo yo solo con esto.-dijo pero creo que ninguna de esas palabras fueron para mí.

-¿Que está pasando?-dije y me canse de esperar respuestas así que seguí mi instinto.

-¿Por qué no te recuerdo?-dije soltando lo primero que pensaba.-Porque siento que una parte de mi siente...

Me interrumpió con su dedo en mi boca.

-No digas nada más, qué más quisiera yo explicarte todo, pero no puedo, ahora si necesitas saber algo es que efectivamente ya me conoces, pero escúchame bien esto todo lo que te diga no lo recordaras más. Él te tuvo entre sus brazos pensando que tú eras reciproca con él, pero tú en las noches volvías conmigo. Yo te amo, todavía. Pero como dije olvidaras todo lo que te estoy diciendo y es por tu bien...solo quiero algo si es que no te piensas desmayar con tanta información

No podía respirar, que mierda me estaba diciendo.

¿Me amaba?

¿También conocía a Rafael?

¿Rafael fue mi novio y lo engañaba con él?

Tantas cosas para procesar pero, el solo repetía que olvidaría todo y que quería una cosa de mí y yo no sabía qué hacer y mucho menos que decir, era una chica reteniendo mucha información que deberían ser recuerdos, pero no.

-Estás loco.-dije omitiendo a mi sentido común.

-Bésame.-pidió.

Y yo era boba pero no estúpida reconocía esa táctica, quería que le besara y así yo olvidaría todo lo que quería preguntar, como cuando estuvo enfermo, consiguió un beso de mí a base de mentiras.

¿Y quién me decía que todo esto no era una broma?

Pero mi interior sentía que no lo era, además había sobrevivido al infierno tratando de recordar al chico de mi diario.

-No, yo no quiero, solo necesito saber si todo lo que dice mi diario es verdad.

-Bien hagamos un trato tú me das un beso, que nunca olvide y yo te doy respuestas, sacas ese diario tuyo y comenzamos respondiendo tus dudas sobre todo.

Sonaba razonable, pero yo no quería hacer un trato en donde saliera perdiendo.

Solo era un beso.

"La última vez no pudiste sacártelo de la cabeza durante días".

Tendría respuestas.

-Está bien.-dije.