Edward fue el primero en despertarse, al ver a Luka durmiendo plácidamente a su lado se le formo una sonrisa en la cara, le dio un pequeño beso en la mejilla y se fue al baño a ducharse. Cuando salió de la ducha vio a Luka sentado en la cama esperándole. Luka al ver a Edward solo con una toalla se ruborizo y desvió la mirada. Edward solo se pudo reír ante la acción del mayor, le parecía gracioso pero a la vez tierno.
—Vístete de una vez Ed—le regañó.
— ¿Por qué?—Pregunto con inocencia fingida—Somos pareja no tiene que darte vergüenza verme así.
—No es que me de vergüenza verte así...es que así te ves tan...no tientes a la suerte solo te digo eso—Contesto con una sonrisa picara mientras se acercaba a Ed.
— ¡Aléjate de mi depravado!—Gritaba mientras cogía la ropa y corría hacia el baño para encerrarse.
—Venga sal del baño que no te hare nada que tu no quieras, te lo prometo—Decía mientras volvía a sentarse en la cama.--¿Acaso me tienes miedo, pequeñín?
—No te tengo miedo y no me digas así, lo que pasa es que tú eres demasiado alto—Contesto mientras salía del baño ya vestido.
Cuando Edward salió del baño Luka ya no se encontraba en la cama. Se puso a buscarlo con la mirada por toda la habitación pero no le veía por ninguna parte. De repente sintió unos brazos rodearle por la cintura y se puso nervioso, no sabía lo que iba a pasar y tampoco quería saberlo.
—Al fin sales de tu escondite, enano—le susurro en el oído. —Me estaba cansando de esperarte.
A Edward se le erizo la piel al sentir el aliento de Luka, no pudo evitar suspirar y Luka se percato y en su cara se formo una sonrisa. Edward palideció al ver la sonrisa, no quería parecer débil ante sus provocaciones pero no podía evitarlo, Luka tenía algo que hacía que se dejara llevar por la emoción y el éxtasis del momento, Luka no sabía el poder que ejercía sobre él.
Edward intentaba tranquilizarse pero tener a Luka abrazándolo de esa forma puede con él, así que decide girarse para corresponder el abrazo pero no esperaba que Luka le cogiera en brazos y le llevara a la cama.
—Luka prometiste que no intentarías nada—Se quejaba mientras intentaba zafarse del agarre—serás mentiroso.
—Prometí no hacer nada que tu no quisieras—pasaba sus manos por debajo de la camiseta de Edward, mientras repartía pequeños besos en su cuello. —Se que quieres esto tanto como yo.
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Amor infernal
RomanceEl amor nos llega a todos, ya sea tarde o temprano, pero nuestros protagonistas nunca se imaginaron que se enamorarían y menos de quienes lo harían y menos todo lo que tendrían que pasar.