El designio más antiguo

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Jonghyun

Ya había pasado dos días desde que Heechul nos contó de los planes de Taemin.

 Luego de que el escandaloso pelirrojo se fuera alegando que no quería quedarse de espectador de lo que habíamos estado haciendo justo antes de que él llegara. Minho y yo nos habíamos quedado solos en un incómodo silencio, no sabía como hablar con él sin que a mi mente volvieran todos esas imágenes y sensaciones que había experimentado mientras lo besaba. Pero finalmente él había roto el silencio ofreciéndome dormir en su cama mientras él se quedaría en el sillón. Intenté declinar su oferta pero él insistió diciendo que los vampiros no ocupaban de tanto reposo como los humanos, por lo que al final acepté.

Al día siguiente la atmosfera era menos incómoda pero al menos ya podía verlo a los ojos.

-Gracias por dejarme quedarme en tu apartamento-dije mientras me encontraba ya casi saliendo por la puerta. 

Minho me había ofrecido desayunar con él pero no acepte porque: uno: no creo querer desayunar con un vampiro teniendo en cuenta en que consiste su dieta- o acaso tambien pueden comer así como nosotros?-y segundo: sabía que no podría probar bocado y lo más probable es que babearía sobre mi comida si seguía viendo el bien trabajado torso de Minho frente a mí -cuando me levanté lo encontré así sentado en el sillón al parecer hablando por teléfono con alguien, y aún habiéndose dado cuenta de mi presencia no se dignó a ponerse una camisa; no sé si lo estaba haciendo a propósito o si en realidad simplemente se sentía más cómodo andando así en su espacio,-la verdad hacía calor, o son cosa mías?- a veces yo hacía lo mismo aunque claro no había nadie aparte de mi hermana, que muchas veces me molestaba por eso, que me pudiese ver.

Cuando al fin volví a mi apartamento Amber ya había llegado, tuve que llamarla para que me abriera, y cuando la puerta al fin abrió me encontré con su mirada especuladora.

-No preguntes, ayer que me echaste de la casa no me diste tiempo de tomar mis llaves así que tuve que quedarme en el apartamento de Minho-le dije pasando a su lado en dirección a mi habitación.

-El guapo de ayer?- dijo Amber con un tono sospechoso en su voz- me parece que le agradas mucho.

Entonces me quedé inmóvil de camino a mi habitación, decidí no voltearme hacia donde estaba Amber porque entonces descubriría el sonrojo evidente en mi rostro.

-Estas imaginando cosas, apenas lo viste una vez y lo conociste ayer-dije intentando ocultar mi vergüenza.

-Pues no sé, pero ayer me pareció que no quitaba los ojos de tí mientras hablábamos, y para que halla dejado entrar a su apartamento a alguien a quien apenas conoce-dice -es porque debe tener intenciones ocultas.

-Ja! De verdad a veces sacas unas locuras de esa cabecita, hermana-dije mientras rápidamente me dirigí a mi cuarto y cerré la puerta detrás de mí para luego caer recostado sobre ella.

-Ahora quien detiene a Amber? No se rendirá hasta conocer hasta el último detalle. Todo es tu culpa rano ojón -dije enfuruñado a la nada.

Dos días habían pasado desde esa vez, y dos días en los que Minho no se había presentado ni en mi apartamento ni en mis trabajos. El único hecho que me aseguraba que aún seguía por ahí era que al despertar encontraba una rosa negra al lado de mi almohada igual a la que me había dado la primera vez. Tendría que preguntarle como rayos entró a mi habitación -y pedirle que ya no lo hiciera ya que el hecho de que tal vez él me viera mientras dormía me incomodaba y se me hacía muy raro, aunque claro en él todo era muy raro- y de donde sacaba esas rosa de color tan peculiar.

Pero ahora tenía otro problema y me refiero al causante de mi constante dolor de cabeza últimamente, Heechul.

-Genial, reemplazar un tonto por otro tonto-dije de camino a mi primer trabajo.

Black rose (Jongho)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora