Black rose (Jongho)

El que esta en las sombras

Me encuentro en la entrada del cementerio.

Me dije a mí mismo que era por venir a visitar a mi madre-y en parte era cierto- pero en el fondo sabía que la razón principal del por qué estoy aquí era porque tenía la esperanza de encontrarme otra vez con ese chico que desde hace unos días invadía más que antes mis pensamientos. Aún no comprendo por qué deseo tanto verlo, tal vez solo quiero agradecerle por sus palabras aquel día.

Empiezo a tomar el camino que me llevará hasta la tumba de mi madre y ya que es muy silencioso el lugar voy pendiente de cualquier ruido que pudiese escuchar creyendo que tal vez él se presente de repente ante mí, es algo muy poco probable pero igualmente me doy la oportunidad de soñar.

No me toma mucho tiempo llegar al fin. Aún la tierra esta fresca ahí donde yace mi madre. Y me doy cuenta que realmente la extraño demasiado. Fueron momentos muy difíciles los que pasamos Amber y yo viendo como poco a poco el cáncer consumía a mamá, había empezado en su estomago y para cuando nos dieron el diagnóstico este ya se había regado a gran parte de su cuerpo. Metástasis, eso había dicho el doctor. Realmente como odio ahora esa palabra.

Me arrodillo y cierro mis ojos.

No te preocupes madre, Amber y yo saldremos adelante. Estarás orgullosa de nosotros. Nunca te conté acerca de mi otro trabajo y te prometo que nunca me obligan a nada con lo que yo no esté de acuerdo, solo lo haré por el tiempo que se necesite, cuando Amber se halla graduado y las deudas estén pagadas lo dejaré. Así que por eso no debes preocuparte y sólo descansa segura de que tus hijos estarán bien.

Una lágrima sale de mis ojos. Los abro y me sorprendo.

Hay una rosa negra sobre su lápida. Volteo a ver hacia todos lados y no hay nadie. Tal vez estaba ahí desde antes y no la ví. Pero sé que definitivamente es de él.

Quisiera llevarmela a casa ya que la otra al fin ha marchitado, pero decido mejor dejarla ahi para que mi madre pueda apreciarla en su lugar de descanso.

Me levanto ya casi es hora de entrar a mi segundo trabajo.

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La noche ha sido como cualquier otra. Tenía el miedo de que Taemin apreciera otra vez pero gracias al cielo no ha habido rastros de él. Me siento aliviado por ahora, pero con lo que lo conozco sé que debe de tener algo planeado, por lo que no debo confiarme.

Jinki hoy nos deja irnos más temprano ya que tiene que asistir a la cena familiar que todos los años realizan por cumpleaños de su abuela que llegó ya a 84 años. Jinki podrá parecer algo serio a veces pero solo pocos conocemos ese lado blando de él con la anciana. Y además sabe que si no llega a la cena su abuela le propinará un buen castigo, para ella es como si él aún siguiera siendo un niño. Es realmente gracioso verlos.

Salgo del lugar y me dispongo a caminar hasta mi casa que no esta a mas de unas cuatro cuadras.

Hay mucha gente todavía en las calles. Por ser una ciudad grande aquí puedes encontrar a gente a toda hora del día y de la noche.

Cuando ya estoy muy cerca de mi casa siento como si alguien me siguiera, así que volteo a ver, pero no hay nadie, sigo y vuelvo a sentirlo, así que volteo nuevamente. Me quedo un rato viendo hacia atrás para ver si realmente no es nadie. Y cuando volteo para seguir caminando choco con alguien.

Es un hombre de aspecto peligroso, intento alejarme pero de repente me jala hacia un callejón y me acorrala contra la pared.

Entro en desesperación no sé que es lo que quiere este hombre. Y como puedo le digo.