Enséñame a vivir (Editando)

Capítulo seis

Narra Sam:

No alcance a reaccionar y me besa...el muy condenado me besa con sus suaves labios con sabor a cigarrillos, alcohol y menta, una mezcla deliciosa en el. No saben como me estoy odiando en estos instantes, les juro por mi padre que me encantaría poder rechazarlo, de una patada en las pelotas mandarlo a volar pero mis jodidos labios no responden a mi maldito cerebro que grita "aléjate de el" "solo te esta usando" "sepárate del idiota estupida", pero es como si se uniese aplicado una crema en los labios para así no poder despegarme de ellos. Choco con la motocicleta tras mío y es coso si uniesen apretado un bendito botón celestial para que reaccionara. De un solo Empujón lo separó de mí pero no se aleja tanto, solo sigue con una arrogante sonrisa mientras se toca los labios.

-No besas tan mal como pensé, quizás necesites unas clases extras -sin pensarlo mi rodilla llega directo hacia su entrepierna, haciéndolo inclinarse hacia adelante.-joder-murmura entre dientes.

-diría lo mismo de ti pero me enseñaron que es malo mentir, así que lamento tener que decir te que besas horrible -digo con un tono falso de lamentación.-se pone de cuclillas agarrando su adolorido paquete-venga hombre que solo fue un rosecillo, menea las piernas y larguémonos de aquí.

-¿Tu tienes un problema con mi hombría o algo por el estilo?-gruñe mientras se empieza a enderezar.

-mmm...no ,es contra todo tu ser- señaló en un movimiento todo su cuerpo con mi mano.

-por tu culpa no podremos tener hijos a futuro-dice burlón

-ja ja ja que chistoso-le levanto el dedo de al medio

-serán tres, para que jueguen mientras nosotras también jugamos-guiña el ojo

Llega a ser tentadora su descarada propuesta

-sueña, ahora media neurona ¿nos podemos marchar? Que no me mata la idea de seguir aquí en medio de la nada sola con un tonto como tú.

Me mira directamente a los ojos, sonríe de manera cinica -no Samy - se limita a decir.

Mi cara de desfigura al escuchar ese apodo.

- escucha bien pedazo de idiota, jamás pero JAMÁS repitas ese apodo-le golpeo con mi dedo indice el pecho-¿me haz oido?

-¿que tiene de malo?-alza con incredulidad las manos

-eso no es de tu incumbencia-ladro- ahora ¿nos podemos marchar?-pregunto con fastidio.

-No -dice elevando los hombros.

-por si el maní que tienes como cerebro no entiende te lo diré lento,para que entiendas,
A-N-D-A-N-D-O.

-N-O-dice cerca de mi rostro. Una extraña sensación me invade con su cercanía -no me apetece marcharnos aún-no cedo y ahora me acerco yo a su rostro manteniendo mi postura firme.

-mira si valoras tu hombría me llevarás a mi apartamento ahora o sino un rodillazo será solo una caricia con lo que te ocurrirá si es que no nos marchamos luego- advierto con una leve sonrisa malvada en el rostro.

-yo no obedezco órdenes ,y menos de chicas mimadas y malcriadas como tú- me apunta con su asqueroso dedo.

tranquila Samantha... autocontrol... autocontrol...no lo mates, no lo mates, el homicidio es ilegal, irás a prisión si no te controlas...

-No me provoques media neurona, así que
A-N-D-A-N-D-O.

-N-O-dice sonriendo, a la mierda el auto control, y antes de que se percatara ya lo avía empujado haciéndolo perder el equilibrio y caer sobre unas rocas. Esto solo pudo pasar ya que estaba distraído, sino, no lo hubiera podido mover ni un centímetro.