Capítulo tres

9.1K 278 5
                                    

El pelirrojo está hecho ovillo intentando protegerse, gimoteando de dolor por la patada. El karma es una maravilla...

Ethan se pone de cuclillas  a su lado y lo agarra del cuello de la camiseta, levanta su puño y lo golpea directo en la nariz. Vuelve a levantar su manos el que fue mi agresor comienza a llorar en silencio y cierra su ojos, pero el golpe nunca llega.

—¿No te creias muy hombre molestando a chicas? pero claro, se acerca un hombre y te acobardas, eres una lacra repugnante. Te he visto caminas con tu hermana, y me pregunto ¿Qué harías si yo u otro gran bruto como tú intenta hacerle lo mismo que tú, te gustaría? 

Su expresión deja de ser de panico, ahora es casi indescifrable, Ethan le dio a un clavo con esto.

Mi teléfono vibra pero aun sigo consternada para reaccionar.

—Si me llego a enterar, o a ver, que intentas propasarte con otra chica vendré a volarte los dientes, y romper tus dedos, uno por uno —Lo dice con tanta calma, y seriedad que aterra a cualquiera.

Lo suelta sin ningún tipo de cuidado y gira hacia mí. Su pecho aun respira algo acelerado, por el subidón de adrenalina. Me recorre con su ojos preocupados, pero yo me sigo abrazando. Siento que si separo mi mano de sobre las costillas estas se caerán, el imbécil tiene buen gancho. 

—¿Estás bien...?—Asiento.

Pasa uno de sus brazos por mi cintura para salir de ahí, mala idea. Dio un respingo que lo hizo parar en seco. Sus ojos me examinan y se detienen en donde posicioné mis manos, sus cejas se hunden— ¿Te ha golpeado...?

Lo pienso un momento pero no sacaría nada negando, y tampoco le haré un favor a ese imbécil ocultando esto. Muevo con cuidado mi sobre camisa, esto si duele. Ethan me ayuda a levantar mi camiseta verde y ambos dirigimos nuestros ojos a las aureola que se está formando. Levanto la vista y lo veo tensarse, su mirada se oscurece, y en un movimiento voltea y patea en seco las costillas de el pelirrojo. Sentiría lastima por verlo soltar esos alaridos adoloridos, pero se lo merece por idiota.

Ethan lo vuelve a agarrar por el cuello de la camiseta —Si te llegas a acercar a ella luego de esto, te mataré.

El chico solo intenta removerse para quedar nuevamente como ovillo. Como me hubiera gustado darle yo esa patada, pero me siento muy adolorida cansada. Ethan me toma con cuidado por los hombro y caminamos aprisa en silencio. Estamos por llegar al estacionamiento cuando Ethan intenta llevarme dentro de esa casa otra vez. Planto mis pies en suelo y el gira a verme.

—Mis amigos me esperan en el estacionamiento para irnos.

—Pero antes necesitas hielo para ese golpe, o empeorará.

—Lo haré al llegar a casa—Señalo el estacionamiento—De todas formas, ya no morí por sangrados internos, ahora, él no lo sé, tendré que ir a revisar por deleite  —Intento alivianar un poco el ambiente, y él da un pequeño ápice de sonrisa.

—Que se muera —Dice con una sonrisa ladeada—¿Segura que estarás bien?

Doy una sonrisa triste —Sí, no es mi primer golpe así —Sonrío con amargura —¿Cómo nos encontraste?

Mete sus rojas manos dentro de su cazadora y sacó un mechero con un cigarrillo, me ofrece uno pero lo rechazo.

-Fui a la terraza a fumar, y lo vi arrastrando a una chica al callejón de los basureros, cuanta clase. —Ironizó

Jugueteo con mis dedos—Gracias por intervenir.

Él asiente metiendo sus manos dentro de la cazadora

Enséñame a vivir (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora