Capítulo siete

7K 225 3
                                    

Narra Sam:

Siete de la mañana. Me arrepiento de absolutamente todo lo que ha pasado luego de aceptar esa salida. Tengo muchísimo sueño, al punto que esta es la tercera alarma que pospongo. Quisiera dormir hasta las seis de la tarde, estoy flojita pero la vida que quiero tener no me permite quedar en la cama hasta esas horas. Esto va por la Samantha del futuro, espero que esa perra lo sepa aprovechar.

Mi primer día en la universidad. Tengo mucho nervios, y son completamente válidos, este es un proceso completamente nuevo para mi. Nuevas personas, nuevas rutinas y seguramente nuevos traumas, pero creo tener más estabilidad mental que el año anterior para así afrontar esto. Así que hago unos ejercicios de respiración para que el líquido de mi boca deje de brotar y mis jugos gástricos se normalicen. Cuando ya siento que no vomitaré las entrañas me levanto de mi caliente cama.

Saco de entre mi desorden una maleta que dejé armada con unos pocos atuendos ya pensado la para ir a clases, sí, así de obsesiva pero mi mamá me crió bajo la delgada línea que existe entre el prejuicio y la razón con la frase "cómo te ven te tratan". Mis mejores traumas con esa mujer.

Saco unos pantalones negros de tela perfectamente doblados, de tiro largo, me cubre tres dedos sobre el ombligo. También una camiseta corta del mismo color y una camisa blanca oversize que van a juego con las zapatillas.

Voy a la cocina a preparar café en la máquina y saco unas uvas que compramos cerca del departamento. Con ya todo listo voy a la ducha. Luego de unos minutos, ya vestida y peinada salgo de mi habitación.

Al llegar a la sala siento el delicioso aroma de que Tyler durmió acá, y al entrar a la cocina confirmó que es cierto al verlo cocinar unos panqueques

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al llegar a la sala siento el delicioso aroma de que Tyler durmió acá, y al entrar a la cocina confirmó que es cierto al verlo cocinar unos panqueques. No es que Cait y yo seamos inservibles en la cocina, trabajamos como meseras y algo aprendimos, pero sabemos lo preciso para sobrevivir, en cambio Tyler es todo un puto crack, gracias a la señora White, su madre tiene las mejores recetas de dulces de todo el estado.

-Tyler, es hermoso oler que te quedaste, piensa en mudarte.

-Pude haber estado cocinando-Dice Cait

-No huele a quemado, así que no pudiste haber sido tu.

Pongo la mesa y desayunamos estas delicias que al morderlas te dan ganas de llorar. Cait revisa su celular mientras que Ty y yo nos dedicamos a escuchar la música de la radio.

-Aún no entiendo bien en qué carrera quedaste, ¿fue fotografía o arquitectura?

-Fotografía, fue una sedición compleja. Con una mención que ya en mi segundo año tomaré.

Enséñame a vivir (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora