Nubes de vino

Donde Dios guardó la perfección

Voltea a donde quieras y critica al mundo enfermo que te acoge, escupele sus defectos, desahoga tu amla en el de tantaa desepciones, pero esque no has visto, lo que este panorama triste a los apagados te tiene listo, observa, amanece dentro y fuera de la existencia del roble, de la brisa, del idioma o del cuerpo apasionado en cama, y siente, y andmira y dime, ¿ya te percataste?, ¿ya viste donde Dios oculto la perfeccion del primitivo burlon?, ahi, ahi en donde siempre has inscrito a tus ojos, ahi en ese camino de oro, en donde el sudor qur cae se excita, en esa piel dorada, en donde los rayos de luzque mueren renacen al contacto, en ese cuello efimero y permanente en mi alterada lujuria, ahi, en esa espalda afilada para masacrarme, en esas orejas, esas mejillas, esas muelas, esos labios, tan rojos y morbosos que los libros desean leerlos y abandonar la teoria, empezar la practica y desenfrenar las intimidaciones de babilionia de la fobia a amar, a renacer en tan liquido y perfumado cuerpo, anhelo, es este, de escribir y nadar en sus ojos en donde la perfccion deambula y se mete a robar a los ojos ajenos, menos mal que el tiempo la envidia y sometera su esencia, pero mientras tanto, quiero recorrer esas piernas, perderme en el extasis, en el enfasis simbolico de su voz, y cantar en las noches un himno que se suicide por el frenesi de su feminidad.