Capitulo 10.

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Justin llegó tan pronto como ______ lo llamó, ni siquiera le tuvo que dar una razón.

Estuvo allí en menos de diez minutos.

Por supuesto, había oído hablar de lo que le había sucedido a Hailey. Todo el mundo lo sabía. Buckley era una ciudad pequeña, y las noticias viajaban rápidamente... especialmente las malas. Cuando llegó le dijo lo que estaba pensando hacer. No era nada peligroso, al menos en lo que a ella concernía, y no esperaba que Justin estuviera en desacuerdo con ella al respecto. Así que cuando lo hizo, ella estaba un poco más que sorprendida por su reacción terca. —De ninguna manera —insistió, y su voz dejó poco espacio para la discusión—. No hay forma de que vayas a ir en busca de este tipo. _________ se sorprendió por el tono en su voz, y por la mirada dura que le dio. Ella pensó que tal vez no había comprendido su plan, por lo que trató de explicárselo de nuevo. —Justin, sólo voy a ir a los lugares públicos, como centros comerciales y parques, a ver si puedo tener una idea de quién es este tipo. Quién sabe, tal vez se va a lugares como ése para encontrarlas, tal vez se cuelga ahí fuera esperando para recoger a una chica para... ya sabes, secuestrarla. —Ella trató de hacer que su argumento sonara lógico, pero había un deje de desesperación en su voz—. No voy a ir sola... puedes venir conmigo. Sólo vamos a ir a diferentes lugares para ver si podemos encontrarlo. Y si lo hacemos, vamos a llamar a mi tío. No es como si estuviéramos haciendo algo estúpido. —"Algo estúpido" sería ir en busca de un asesino. No voy a dejarte ir en busca de problemas, _________. Este tipo es peligroso, y hay que dejarlo en manos de la policía. Ellos saben lo que están haciendo. Y están armados. —Parecía como si pensara que ella había perdido la razón, y tal vez fuera así, pero ya había tomado su decisión. —Mira, haré esto. Sólo te estaba preguntando si querías venir conmigo. —No, no lo harás —insistió—. Incluso si tengo que decirle a tu tío y tus padres lo que estás planeando. Te lo prometo, no lo harás. Podía sentir su temperamento llameando. —No me puedes detener, Justin. Si me acusas, entonces voy a mentir. Voy a pestañear inocentemente y prometeré no ir en busca de este tipo. Pero te juro que cada vez que pueda, aunque tenga que escaparme de la casa para hacerlo, voy a estar tratando de encontrarlo. —Se puso de pie, es decir, tratando de mirarlo a los ojos, pero se encontró estirando su cuello, lo justo para que ella pudiera ver su rostro. La incómoda situación no le robó ni uno solo de sus truenos. Ella se negó a dar marcha atrás—. Te lo dije, Justin. No me puedes detener. Justin la miró con incredulidad a su vez. Las emociones iban desde la incredulidad a la frustración y regresó a la incredulidad relampagueando oscura en su rostro. Parecía estar luchando consigo mismo. Pero cuando ella le oyó suspirar, y le vio pasar la mano sin descanso por el pelo, ella supo que había ganado. Su fría determinación se estaba derritiendo delante de sus ojos. -Maldita sea, _________. —Suspiró él con brusquedad, envolviendo sus brazos alrededor de ella y abrazándola con fuerza—. ¿Qué alternativa tengo? —preguntó él mientras prácticamente exprimía la vida fuera de ella. No estaba segura de cómo reaccionar frente a él ahora. Eso definitivamente no era un tierno abrazo, pero el contacto agitó sus deseos no revelados. No podía dejar de preguntarse si él había sentido una pequeña porción de lo que ella sintió. Sus brazos eran fuertes, y se sentía segura en ese círculo. Ella nunca había imaginado que pudiera sentirse tan cómoda y tan incómoda al mismo tiempo. Esperó dentro del espacio de su abrazo para ver a dónde iba esto. —Así que, ¿cómo va a funcionar esto? —exigió bruscamente contra de la parte superior de su cabeza. Ella se congeló. —¿Qué quieres decir? —le preguntó mientras sus latidos se disparaban. La soltó y se dio cuenta de que no estaba hablando de ellos, estaba hablando acerca de su plan para encontrar al asesino. Ella trató de ignorar la punzada de decepción que sentía. Kimberly Derting The Body Finder F o r o P u r p l e R o s e 81 Pero se recuperó rápidamente. —Estaba pensando que deberíamos empezar a salir, ya sabes, a los lugares donde nuestros amigos, y las niñas de otras escuelas, podrían pasar el rato. Podemos ir después de clases y los fines de semana, durante todo el tiempo que sea necesario, hasta que la policía le capture, o hasta que se crucen con él. De cualquier manera, tiene que ser detenido, Justin. —Ella lo miró de nuevo, esta vez se sentía vulnerable por una razón completamente diferente—. Simplemente no creo que pueda sentarme mientras más chicas son secuestradas, o peor aún, encontradas muertas. —Su voz se fracturó en la última palabra, a pesar de que ella estaba tratando de mantener la compostura. Odiaba sentirse indefensa y débil, y odiaba admitir que necesitaba ayuda. Pero lo hizo. Necesitaba que Justin fuera con ella. Porque a pesar de sus palabras audaces de hacerlo por sí misma, todo era sólo un teatro. Ella realmente no estaba segura de si podría hacerlo por su cuenta. —Está bien —dijo de acuerdo al fin. Él le mostró la misma sonrisa estúpida que siempre hacía tartamudear a su corazón, a pesar de que aún parecía indeciso—. ¿Qué tal si empezamos por ir al cine esta noche? Podemos asegurarnos de que el cine es seguro. Tomó algo de trabajo convencer a sus padres dejarla salir después de las noticias de la desaparición de Hailey McDonald. Si no hubiera sido por la promesa de Justin de no dejarla fuera de su vista, nunca habrían estado de acuerdo en absoluto. Parecieron sentirse mejor cuando Justin insistió en conducir, ya que el coche de su madre era infinitamente más moderno que su golpeado Honda. Después de comprobar el horario de las películas online, se decidieron por una de acción que acababa de salir y la estaban mostrando en el cine más cercano, en el lago Bonney, la ciudad donde Brooke Johnson había vivido. Si alguien hubiera estado buscando adolescentes para secuestrar, la noche del sábado en el multicine habría sido el lugar perfecto para ir. Los grupos de niños, que iban desde once o doce años, hasta la edad adulta joven, se movían en enjambres alrededor del edificio independiente y sin rumbo por el estacionamiento lleno de gente. En el vestíbulo, eran como energéticas manadas que entraban y salían del cine. _________ nunca se había detenido a ver a los grupos antes, y era un poco como ver a los monos en el zoológico. Pero en realidad ellos no eran en lo que estaba interesada esta noche. Estaba allí para encontrar a un asesino. Fue sólo un bono que ella estuviera allí con Justin. Se toparon con un grupo de amigos de la escuela que estaban viendo la comedia de moda, y se detuvo a conversar durante unos minutos. Las muchachas en el grupo se animaron al momento en que se dieron cuenta de que Justin Heaton estaba cerca, y _________ sintió una punzada de satisfacción porque él era su cita esta noche... aunque en realidad no era una cita. Una vez que Justin estuvo en la mira, la apreciativa mirada de Amanda Kaufman nunca lo abandonó. Kimberly Derting The Body Finder F o r o P u r p l e R o s e 82 —Oye, Justin —dijo ella, casi ronroneándole, haciendo caso omiso de todos los demás a su alrededor, incluyendo a su novio, que no le prestaba atención—. Te ves muy bien. — Alargó la mano y le frotó el pecho—. Me gusta tu chaqueta. Es taaan suave —susurró ella. _________ miró, preguntándose si se había perdido algo especial. No lo había hecho. Era sólo otra sudadera con capucha, más o menos como todas las otras sudaderas con capucha que los otros chicos llevaban a la escuela todos los días. _________ miró a Justin y alzó las cejas. Ella sabía que él había notado su mirada, aunque fingía ignorarla. —Gracias —le dijo a Amanda con una voz que era demasiado agradable, y _________ se dio cuenta de que le gustaba la atención. Amanda se rió, y _________ casi se echó a reír a carcajadas ante el sonido agudo que salió de su boca. El novio de Amanda, Cameron, un jugador de fútbol, estaba demasiado ocupado hablando sobre el partido de la próxima semana con sus amigos como para notar incluso que su novia estaba coqueteando delante de sus narices. _________ trató de prestar atención a su entorno, centrándose en sentir algo inusual. Ella ya sabía que una de sus señales sería brillante como el de la niña en el lago, y ella le reconocería fácilmente, si lo veía. Solo que no sabía cuáles serían sus otras señales. No le llevó mucho tiempo a _________ darse cuenta de que no había nada fuera de lo común en el vestíbulo, así que ella bebió un sorbo de Coca-Cola y observó a las chicas halagando a Justin. Pensaba que debía estar celosa de toda la atención que le daban, pero no lo consiguió porque se estaba divirtiendo mucho viéndolos hacer el ridículo. Y eso incluía a Justin. Las otras dos chicas del grupo se sintieron alentadas por su reacción con Amanda. Yvette Siegel fue la siguiente, y su novio estaba tan desorientado como el de Amanda. —Apuesto a que te ves muy bien en esmoquin —elogió a Justin. —¿Ya escogiste uno? —preguntó Alexandra Yates. Ella era la única sin novio, y dio un paso adelante, prácticamente empujando a las otras dos chicas, amigas de ella, de su camino para acercarse a él. _________ se hubiera reído a carcajadas, pero de pronto ella se atragantó con su refresco, cuando éste se fue por el camino equivocado. Las tres chicas se dieron cuenta de pronto que ella estaba allí de pie, por primera vez. Trató de suprimir el ataque de tos, pero no pudo detenerlo. Justin se acercó para darle una palmada en la espalda, más fuerte de lo que ella necesitaba. —¿Estás bien? —preguntó, y _________ le lanzó una mirada mortal, cuando tosió con su puño cerrado. Kimberly Derting The Body Finder F o r o P u r p l e R o s e 83 —Estoy bien —jadeó ella, sus palabras apenas saliendo, en medio de su propia asfixia. Ella le dio un empujón a su mano y le miró. Él le dio una sonrisa. —Hey, _________. —Alexandra fue la única que en realidad la reconoció allí—. ¿Y tú? ¿Ya has elegido tu vestido para el baile? _________ se aclaró la garganta una vez más cuando asintió con la cabeza. —Estoy en ello. —¿Dónde vais a cenar esa noche? —La voz de Amanda había adquirido un tono que no le convenía en absoluto—. ¿Habéis hecho la reserva? _________ se dio cuenta de que las chicas pensaban que ella y Justin iban al baile juntos. —Oh, no —corrigió el error—. No vamos juntos. Eso pareció alegrar inmediatamente a Amanda de nuevo, a pesar de que _________ estaba bastante segura de que la otra chica iba a ir al baile... con su novio. —¿En serio? —En serio. _________ va a ir con Grady Spencer —dijo Justin a las tres chicas mientras sonreía inocentemente a _________. —Y Justin va a ir con Lissie Adams —reveló _________ al trío, sonriendo a su vez. —Oh —se quejó Amanda de nuevo, sonaba completamente abatida. Y por el tono de su voz, _________ estaba un poco sorprendida de que Amanda no le pisara el pie cuando lo dijo. —Hey, nos tenemos que ir, nuestra película está a punto de empezar —recordó Cameron a Amanda cuando la tomó de la mano y tiró de su novia lejos de Justin—. Fue muy agradable hablar contigo. —Dijo la última parte con el semblante serio, aunque no había hablado ni una sola palabra con _________ o Justin. _________ les vio partir, mientras que las tres chicas, en diferentes momentos, miraron hacia atrás sobre sus hombros para conseguir otro vistazo de Justin antes de salir. Justin le dio un codazo a _________ con complicidad. Los ojos de _________ se abrieron desmesuradamente cuando le miraron. —¿Qué demonios fue todo eso? Justin se puso serio por un momento, y luego le guiñó el ojo. —Es agradable ser uno de los guapos, eso es todo. —Oh, Dios mío, Justin, estaban prácticamente babeando sobre ti. —Por primera vez en mucho tiempo, _________ estaba más que divertida por las coqueterías de las otras chicas con su mejor amigo. Se sentía bien... no sentirse ni siquiera un poco resentida por la atención que le mostraban a él. Justin se echó a reír, dándole un codazo de nuevo. Kimberly Derting The Body Finder F o r o P u r p l e R o s e 84 —¿Celosa? _________ casi se atragantó con su bebida otra vez. —¿Cómo podría estarlo? Ellas estaban actuando como idiotas. Lo digo en serio, creo que Amanda podría haber babeado sobre sí misma un poco. Justin entregó a la mujer en la entrada del cine sus entradas, y después de que se embolsó los talonarios, alargó la mano y tomó la de _________. Fue un gesto amistoso, algo que solía hacer siempre, y se sentía bien. La sala del cine se llenó sólo la mitad, por lo que fueron capaces de encontrar un sitio a un costado que era relativamente privado. Una vez que los créditos empezaron, la mente de _________ empezó a vagar de nuevo, hacia su verdadero propósito de estar aquí esta noche. Para atrapar a un asesino. Hasta ahora no había detectado nada... o mejor dicho, nada más que el comportamiento estrafalario de las otras chicas alrededor de Justin. Ella no había notado ningún eco de los muertos durante toda la noche, y suponía que podría haber sido demasiado, pensar que iba a pasar tan rápido... tan fácilmente. Ella se resignó al hecho de que esto podría tomar un tiempo. Mientras tanto, se sentaron hombro con hombro durante toda la película, y la calidez de él apretándose contra ella, le hizo difícil concentrarse. Trató de recordar el momento exacto en el que él había empezado a oler tan bien para ella, o cuando su contacto se había convertido en un narcótico. Miró hacia los lados para ver si podía decirle lo que estaba pensando, si su contacto casual le estaba afectando de la misma manera que ella, pero su rostro estaba en blanco, totalmente ilegible, mientras observaba la acción en la pantalla. Ella se inclinó hacia él y susurró: —Tengo que ir al baño. Ella se levantó para irse. Y él también lo hizo. Ella le dirigió una mirada inquisitiva. —Estaré de vuelta —dijo en voz baja. Él siguió detrás de ella. —¿Qué estás haciendo? —Estaba empezando a irritarse. —Voy contigo. —Sí, me he dado cuenta —dijo ella, con voz cada vez más fuerte—. ¿Por qué? Él la empujó a lo largo de la sala hasta que estuvieron fuera de la oscuridad del cine y de pie en el pasillo mal iluminado. —Puedo ir al baño por mí misma —insistió ella, poniendo las manos en las caderas y ladeando la cabeza hacia un lado. Kimberly Derting The Body Finder F o r o P u r p l e R o s e 85 —No, _________. No puedes. Les dije a tus padres que no te dejaría fuera de mi vista, y es en serio. Además, hasta que decidas dejar la caza de este tipo, no te voy a dejar hacer nada por ti misma. —Esa obstinada mueca de su mandíbula estaba de vuelta—. Ahora, date prisa —dijo mientras se apoyaba contra la pared casualmente fuera del servicio de damas. _________ no quería perder su tiempo discutiendo, por lo que se limitó a mover la cabeza mientras abría la puerta. —¡Estás loco! Lo sabes, ¿verdad? —Ella no esperó a que él respondiera, mientras desaparecía en el vacío cuarto de baño, pero juró que escuchó el sonido de su risa tras ella. Había algo ligeramente espeluznante sobre los baños de este cine. Por lo general estaban vacíos, mientras las películas se estaban ejecutando en los multiplex, y la fría iluminación espectral lanzó una palidez casi amenazante a través de las pequeñas losas hexagonales de los suelos. Los tubos fluorescentes incluso hicieron un zumbido ominoso que hicieron eco de las paredes a su alrededor. Ella estaba realmente contenta de que Justin estuviera esperándola en la puerta. _________ salió, dejando ver en parte a sí misma en el espejo mientras se lavaba las manos. Incluso en este tipo de iluminación, tuvo que admitir que no parecía demasiado terrible. Ella nunca había pensado de sí misma como bonita, pero sabía que no era fea tampoco. Nunca quiso ser una de esas chicas que buscaban defectos, tratando de diferenciarse con críticas injustas. Se volvió hacia el secador de aire colgado en la pared, pero se impacientó con el tiempo que estaba tomando y por último se secó las manos en sus pantalones vaqueros cuando ella regresó a donde Justin estaba esperando, todavía apoyado casualmente contra la pared. No se detuvo a esperar a que él le siguiera, y tuvo que salir corriendo para alcanzarle. —¿Qué te tomó tanto tiempo? —susurró mientras buscaban sus asientos en la oscuridad de nuevo. No respondió a su pregunta, estaba aún molesta porque pensaba que necesitaba un escolta sólo para ir al baño. Una vez que se sentaron, Justin extendió su mano y cogió la de ella una vez más. _________ no se quejó al respecto. A ella le gustaba mucho quejarse. Sus manos eran fuertes y mucho más grandes que las de ella ahora. Su piel se sentía más gruesa, más dura que la suya, y el contraste era estimulante. Su toque la hacía sentirse caliente por todas partes. Estaba decepcionada cuando la película llegó a su fin, aunque no mostró signos de liberarle la mano. Y ella estaba un poco avergonzada al darse cuenta de que no había prestado atención a la película. Había tenido otras cosas, más interesantes, en su Kimberly Derting The Body Finder F o r o P u r p l e R o s e 86 mente. Ella confiaba desesperadamente en que Justin no le preguntara cosas acerca de la película que se supone había visto. Vieron al pequeño grupo de Amanda cuando iban hacia el estacionamiento, pero esta vez, apenas reconocieron a Justin, simplemente moviendo la cabeza en su dirección al pasar. _________ era consciente de las miradas intercambiadas por las tres chicas, ya que dejaron claro que se habían dado cuenta de que estaba sosteniendo su mano. Justin debió haberlo visto también, porque le dio a su mano un apretón rápido, tranquilizador. _________ sintió curiosidad por todas las veces que pensó que Justin era completamente ignorante de la atención que había estado recibiendo de las chicas en la escuela. Se preguntó si él era más consciente del interés que tenía y la agitación que provocaba en la población femenina de White River High. Y entonces se le heló la sangre cuando otro pensamiento se le ocurrió. Si él no estaba totalmente ignorante de lo que estaba provocando en las otras chicas, ¿qué sabía de sus propios pensamientos y fantasías? ¿Es posible que sospechara que ella sentía algo por él? ¿Era tan transparente como Amanda y las otras chicas en la escuela? ¡Eso sería terrible!, pensó miserablemente _________. Iba a tener que tener más cuidado a su alrededor y dejar de obsesionarse con él, como las demás chicas. Decidió que a partir de este momento, a pesar de que era algo que quería desesperadamente, no podía arriesgarse a arruinar lo que tenían. Su amistad, que había sido una parte de su vida durante casi todo el tiempo que podía recordar, era demasiado importante como para que ella hiciera algo que la pusiera en peligro. Retiró su mano de la de él, sintiéndose de pronto decidida y fuerte. Pero resultó ser menos que una muestra de la determinación, teniendo en cuenta que habían llegado al coche y ella habría tenido que dejarle ir de todos modos. Justin le abrió la puerta del lado del pasajero, y se deslizó en el interior. Ella miró la mano, que todavía estaba caliente por su contacto, trataba de entender por qué tenía esa sensación de pérdida de algo que nunca había tenido en primer lugar. Además, _________ pensó, tenía cosas más importantes de qué preocuparse en este momento. Tenía que encontrar al asesino, para detenerlo antes de que pudiera lastimar a alguien más. ¿Cómo iba a conseguirlo si estaba enamorándose de su mejor amigo?

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