Quinta taza

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—¿No crees que eso podría afectar a tu carrera? —habló Wesley por primera vez en minutos. Señalaba el tatuaje que Oliver recién se había hecho en su muñeca izquierda; hace apenas dos días le habían acompañado y, para Wesley y Fred, había sido una experiencia bastante divertida el ver como su amigo casi lloraba de dolor.

—Si te soy sincero, no me interesa demasiado—respondió con la boca llena después de haberle dado una mordida a su pastelillo de nuez—. Sé que no seré un gran abogado pero confío en que me contratarás en tu firma, si quieres puedo maquillarlo cuando tenga que verme con un cliente—acercó la muñeca a su rostro revisando el dibujo que Fred había diseñado para él y que ahora era parte de su piel. Era una especie de rosa roja que subía un poco por su antebrazo y que todavía tenía ese plástico cubriéndole.

—Si...—Wes hizo una mueca—, lo consideraré

—Hey—Fred golpeó la barra exaltándolos un poco—. Él se ha ido, vayan antes de que no puedan alcanzarlo—comenzó a servir café americano en la taza que aun tenía cappuccino y que pertenecía a Wesley, como si quisiera aparentar que trabajaba, eso mientras veía de reojo como el chico que acompañaba a Maggie momentos antes iba directo a la puerta.

—Oye—se quejó su mejor amigo al tomar la taza y ver en lo que se había convertido.

—¡Vayan! —soltó sin importarle lo que había hecho y les miró con reproche recordándoles el trato que tenían desde el día en el que Oliver se hizo su tatuaje.

Wesley puso los ojos en blanco, señal de que estaba harto y que tenía mucha flojera de acosar a alguien mientras que Oliver solo se limitó a reír y a marcharse directo hacia la puerta, pues en verdad él si quería saber el por qué Maggie lo rechazó sin problemas, estaba claro que no tenía problemas con su autoestima.

Wes le siguió de mala gana, no sin antes darle un trago a la taza causando que se le quemara la lengua y maldijera.

—¿Recuerdas como era? —preguntó con la lengua de fuera aun con dolor. Ambos miraron a la chica antes de salir; ella solo hacía una llamada y jugaba con su cuchara como si fuese la persona más normal del mundo.

—Usaba anteojos, ¿no? Se parecía a Patrick Carney—chasqueó sus dedos unas vez que salieron del lugar.

Buscaron por ambos lados y Wesley señaló hacia su derecha en cuanto vio a un chico alto con una chaqueta azul ir hacia la esquina— ¿Era él, no?

—¡Si! —Oliver dio un salto en su lugar luciendo aliviado. Sonrió—. ¿Ahora qué?

—Creo que Fred esperaba que habláramos con él, de hecho, fue tu idea—le recordó.

—Oh, cierto, cierto—cerró sus ojos como si le causara gracia que lo olvidara.

Avanzó hacia el chico y Wesley solo se limitó a seguirlo en silencio. Oliver le pedía a las personas que caminaban en sentido contrario que se movieran, con un tono un poco autoritario, no porque quisiera ser así, sino porque la voz que usaba inconscientemente sonaba profunda y daba un poco de miedo. Wes solo se limitaba a disculparse una vez que ellos se quejaban por haber sido empujados por la presencia de su amigo, quien no quitaba la vista del chico al que seguían.

—¡Oye tú! —gritó una vez que vieron que se detuvo en la esquina a esperar a que el semáforo cambiara.

Oliver respiró hondo y se retractó al instante cuando recibió los ojos confundidos de ese chico extraño que se parecía a Patrick Carney. Wesley llegó a su lado un poco sofocado por su falta de actividad física en los últimos meses y por haber comido una rebana y media de pastel de zanahoria. El chico frunció sus cejas al saber que le llamaban a él ya que Oliver no le quitaba los ojos de encima.

—Creo que cree que vamos a golpearlo.

—Ha de ser mi tatuaje, intimidaría a cualquiera—dijo con sorna mientras avanzaban más lento hacia el chico quien aún se mantenía muy confundido.

—¿Qué...?—preguntó una vez que los tuvo enfrente. Wesley aclaró su garganta y fingió demencia empujando levemente a Oliver con su brazo mientras miraba a otra parte.

—Eh... —Oliver comenzó—. Hola—esbozó una enrome sonrisa.          

—Hola...—respondió el chico empujando sus anteojos para acomodarlos mejor en su rostro.

—Bueno, soy Oliver—se señaló—, él es Wesley—golpeó el hombro del chico a su lado—. ¿Podemos preguntarte algo?

—¿Sobre qué?

Wesley resopló.

—Vimos que estabas con una chica en el café—espetó—. ¿Terminó contigo? Necesitamos saber de ella, digo, terminó conmigo también—mintió—, terminó con él —golpeó a Oliver de vuelta—. Y creemos que debemos apoyarnos entre nosotros—entrelazó sus manos en señal de unión—, quizá, no lo sé, desquitarnos por todo lo que nos hizo... eh...—relamió sus labios y miró a su amigo buscando una respuesta.

—¿Delilah?—el chico habló con duda.

Hizo una mueca fingiendo decepción—: Si, Delilah.

—Espera—Oliver puso sus palmas en alto y después tomó su teléfono celular para poder llamar a Fred—. ¿Crees que esta vez sea Delilah por Hey There Delilah de Plain White T's?

Wes se cruzó de brazos pensando. El chico le miró confundido y vio como el castaño terminó negando con su cabeza—. Recordando las demás canciones y sus épocas, yo diría que es más por Delilah de Queen—dedujo.

—¿La canción de la gatita? —cuestionó el chico frente a ellos. Wes chasqueó sus dedos y le señaló con su dedo índice dándole a entender que estaba en lo correcto—. ¿Pero eso que tiene que ver con esto?

Wesley miró a Oliver quien esperaba a que Fred respondiera su teléfono, el chico hizo lo mismo pero éste solo indicó que esperaran un poco.

—¿Qué pasa? —escuchó del otro lado.

—¿Ya se fue?

—Sí, acaba de irse, ¿por qué?

—Eh...—dudó viendo al chico —. Delilah—atinó a decir.

Fred carcajeó.

—Suena como a prostituta fina—dijo.

El rubio buscó alrededor a su jefe para saber si podía seguir hablando por teléfono. Delilah  había salido hace apenas un par de minutos y se supone que él debía estar limpiando su mesa; sacó la hoja papel del bolsillo de su papel y dejó su teléfono a un lado del café que Wesley abandonó, quitó el bolígrafo de su oreja y presionó el botón para sacar la punta.

Sábado 21 de enero - Penny Lane

Domingo 29 de enero - Amanda

Sábado 4 de febrero - Maggie Mae

Sábado 11 de febrero - Delilah





*Patrick Carney es el baterista de The Black Keys

(n/a): Hey! ¿Qué tal?

Debo aceptar que me causa mucha gracia escribir esta pequeña historia, porque aunque el principal aquí es Fred, no puedo dejar de fuera a los otros dos quienes terminan de formar su equipo tipo los Tres chiflados(?

Oliver en multimedia (:


¡Gracias por leer!

Cuanto menos sepa, mejor [ACR Precuela]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora