Cuanto menos sepa, mejor [ACR Precuela]

Novena taza

           

—No me siento muy bien haciendo esto—enarcó una ceja incorporándose en su asiento después de encontrar decenas de fallas en el plan que Fred les acaba de plantear. Wesley seguía sin creer que, después de semanas, su mejor amigo estuviese empeñado por descubrir algo que realmente a nadie le importaba. Usualmente lo dejaba en un par de días, y decir que la chica le gustaba era algo que su rubio amigo nunca iba a acepar—. Te has convertido en un acosador.

—Soy guapo, cuento como admirador secreto— Fred se encogió de hombros y de la nada fijó su vista detrás de Wesley donde Roxanne estaba, a unos cuantos metros escribiendo en su computadora portátil desde hace casi cuarenta minutos.

Era domingo, Fred no trabajaba y no tenían mucho dinero como para salir de fiesta o alguna otra cosa más costosa que un simple café. Cuando llegaron al lugar ella ya estaba ahí, y el hecho de que hayan pasado un par de semanas sin que se le viese con un chico nuevo alarmaba un poco a su amigo.

—Tiene un poco de razón, las mujeres piensan así: si es feo es un acosador, si es guapo es un admirador secreto. Fred se queda en el medio— Oliver comentó con una sonrisa—. Yo dejaría que lo hiciera— dijo refiriéndose al plan que el rubio tenía pensado desde que puso un pie en el establecimiento y vio a la morena—, que haga el ridículo nos hace reír. Todos ganamos, Wes.

Wesley frunció sus labios y pensó; la verdad era que muchos de sus momentos más felices de su adolescencia eran gracias a Fred haciendo una estupidez sin sentido como esto.

—Bien, —sonrió imaginando a su amigo siendo atacado con gas pimienta—. Apuesto que te bota en menos de diez minutos.

—Yo apuesto que en cinco.

Fred siseó—: Se está yendo— susurró al ver como Roxanne tomaba sus cosas después de que una de sus compañeras de trabajo recogiera la cuenta de su mesa.

—¿Qué le dirás? —Oliver cuestionó rápidamente. Fred se puso de pie al mismo tiempo que ella sin dejar de verla.

—No sé, ya pensaré—rió.

La morena terminó con todo y fue directo a la puerta, la campana sonó y salió de ahí. Fred esperó cinco segundos para ir detrás de ella.

—Bien, Fred—se dijo a sí mismo después de salir. Reconoció el suéter de rayas blancas y negras que caminaba por la acera a la derecha y en silencio le siguió—. Tal vez le parezcas romántico— intentó calmar esas ganas de retractarse.

Sintió que estaba sudando y culpó el estar a mediados de marzo y a la primavera, pero es Canadá, sudar de esa forma solo era aceptable en su vida si corría un maratón. Roxanne caminaba rápido, con prisa y sin perder su postura elegante; eran las dos de la tarde y muchas personas salían de su trabajo para almorzar haciendo las calles algo transitadas y por un momento sintió decenas de ojos juzgarle por caminar de tal forma a un par de metros de una chica. Y más cuando lo llevaba haciendo casi por tres calles.

No podía simplemente llegar a su lado, tocar su hombro y hablarle de otra cosa que no fuese café como el otro par de veces en su trabajo. No tenía una clara razón.

Algo sonó y vio cómo, sin detenerse, ella sacó su teléfono celular de su bolso aunque tuviese sus manos ocupadas con un dos cafés y muchos papeles.

Todo se puso más raro para el rubio cuando ella comenzó a hablar en español con la persona del otro lado de la línea y deseó haber puesto atención a sus clases de español de la secundaria para poder entender un poco.

Fue corto, solo unos segundos en los que sonaba algo exasperada y colgó. Siguió hasta el siguiente semáforo donde dobló a la izquierda cruzando la calle, pasando dos establecimientos más y viendo como ella ya tenía una dirección fija, Fred solo se quedó de pie fingiendo que le interesaba algo del puesto de periódicos; ella entró a la florería como si ésta le perteneciera.

Vagó un poco por la acera, dudando si entrar o no; tal vez fingir que no sabía que ella estaba ahí era la opción más segura. Para Fred, conquistar a chicas que no están interesadas en él antes, le era bastante difícil.

Esperó un par de minutos más y decidió entrar dejando todo a la suerte.

Algo silencioso, el olor de las flores se impregnó en su nariz; era un lugar bastante acogedor y muy bonito por todos los arreglos florarles que había en cada rincón. Fred fingió que le interesaban y se hacía el pensador cada paso; de reojo veía a Roxanne detrás del mostrador hablando con una mujer mayor.

—¿En qué te puedo ayudar? —preguntó ella; Fred les miró y la morena solo sonrió confundida al reconocerlo.

—Oh, vaya—dijo la chica.

—Eh...—Fred dudó en acercarse, vio como Roxanne intentaba no reír y discretamente le dijo a la mujer que ella se haría cargo; ésta solo asintió sin preocupación, tomó un vaso de café y se marchó.

—¿Buscas algo en especial? —preguntó tomando un bolígrafo.

—No sé—intentó pensar y recordar el nombre de una flor, pues de repente todo se le había borrado. Pensó en Wesley y, más confiado, levantó su mirada con una sonrisa—: Tulipanes—dijo.

—Tulipanes— asintió —. Hay diferentes clases...—tomó un libro de un estante que estaba a su espalda.

Era pequeña, lo parecía más ahora que la tenía de cerca. Con el cabello por encima de sus hombros, un flequillo loco, una nariz pequeñita y mejillas amplias. Fred solía percatarse de esos detalles cuando una persona le inspiraba algo qué plasmar.

—Que no sean amarillos, con eso basta.

Ella le miró con un poco de gracia y abrió el libro donde había cientos de imágenes. Sus ojos eran redondos y grandes, color marrón, de un marrón brilloso y cálido.

—Bien, chico del café... ¿Son para una ocasión especial? ¿Una chica?

—Si—asintió—, ¿cómo te llamas?

Ella chistó. Fred insistió con su mirada y ella solo resopló pensando.

—Lucy—dijo.

—¿In the sky with diamonds?

—Si—soltó con una carcajada.

—Bien, así ponlo en la tarjeta, si quieres.

—Lo haré, pero de una vez te digo que no salgo con chicos rubios y altos que son apuestos. Esos son los malos.

—¿Me estás juzgando por mi apariencia? —se hizo el ofendido.

—No, más que nada es porque tú y tus amigos bobos no dejan de acosarme cada que tienen oportunidad. Y si, eso es un poco raro.

Sábado 21 de enero - Penny Lane

Domingo 29 de enero - Amanda

Sábado 4 de febrero - Maggie Mae

Sábado 11 de febrero - Delilah

Sábado 18 de febreto - Julia

Domingo 26 de febrero - Eleanor Rigby

Sábado 3 de marzo - Roxanne

Domingo 11 de marzo - Lucy in the sky with diamonds