Día -2

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He despertado, me inquieta ver que no hay un mensaje de buenos días...
Te mando uno, diciéndotelo yo. No me contestas, simplemente ves los mensajes y decides ignorarlos. Más tarde intento hablar de nuevo contigo, pero como antes, no consigo ninguna respuesta... Una hora después me contestas, de la misma manera en que lo hiciste ayer, tan frío y cortante. Te pregunto qué pasa y me dices que nada, empiezo a pensar que te robaron el celular, y que tal vez alguien más me está contestando los mensajes como si fueras tú. Decido llamar.
Mi sorpresa fue tan indescriptible al escuchar tu voz contestando el teléfono móvil. Te pregunto que si ya compraste el boleto para mañana, para bajar... Me dices que no, que al rato los vas a ir a comprar; terminando de decir tú esto, te pregunto qué te pasa, me dices que no pasa nada, con una manera tan indiferente que mi primera reacción es de enojo y te termino la llamada.
Ojalá, no hubiera pasado por ese momento...
Mucho más tarde, te vuelvo a preguntar qué te pasa, insistes que no pasa nada, pero 5 minutos después dices que en realidad sí pasa algo, que "tenemos que hablar" , que tienes algo que decirme, pero que no quieres decírmelo por este medio. Me parece bien, de momento...
Llega la noche estoy acostada en mi cama, nuevamente llorando por esto, por ti, porque no sé qué es lo que pasa, pero tengo la ligera sospecha... Me dejarás, por eso quieres hablar conmigo.
No puedo más, una vez más la tristeza y el cansancio me ganan, y poco a poco me quedo dormida mientras siento las lágrimas caer por mis mejillas. Buenas noches, querido. Te amo.

Relatos de una ruptura amorosa...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora