Vínculo de Sangre

Capítulo 39

Caminamos  alrededor de 40 minutos hasta llegar a un lago el cual se encontraba en lo profundo del bosque ,los pájaros abundaban por todas partes, sus  cantos se podía  escuchar a metros de distancia.  Deambulamos por una vereda en la orilla del lago.  Hasta ese momento, ambos habíamos permanecido en silencio.

El crujido de las hojas producto de nuestro andar, armonizaron el eterno silencio.

- Creí que estos lugares sólo existían en los cuentos - dijo Adif quien se detuvo un instante para contemplar el agua que reflejaba los rayos del sol.

No respondí  y me agache para sacar una roca del agua; esta parecía una especie de gema preciosa. Mire por unos minutos los alrededores del lago ¿Cuántas veces había contemplado un lugar así? : Miles de veces.  

Adif me imito y cogió una roca del agua,  la cual contemplo con detenimiento  -¿De que están hechas estás rocas?¿hace cuanto esta aquí,en este lago? - pregunto intrigado .

Lo mire confundida y arroje mi roca al agua.-¿Sabes que edad tienes? - le pregunte con curiosidad, tenia la necesidad de averiguar si había perdido la memoria.

Adif me miro confundido y se puso de pie - Mis hermanos aseguran que debo tener entre 13 a 14 años - respondió  como si nada.

-¿Hermanos? - pregunté confundida.

- Es solo una vieja costumbre llamarlos así ,  en realidad desconozco si tenemos parentesco alguno - dijo desanimado.

- Tienes 12 años- dije retomando mi caminata .  Ahora estaba segura de que no recordaba nada sobre el día en que lo salvé.

Note que se sorprendió por el hecho de que alguien como  yo conociera su edad.

-¿Como es que lo sabe? ¿Quién se lo dijo?

-Te encontramos hace 12 años, estabas a punto de morir- me detuve  voltee para verlo a la cara.

Me miro con decepción - Me hubiese dejado morir- comentó con rabia. Pude ver como apretaba los puños de impotencia.

-¿Eso querías? - pregunté desafiante- ¿Querías que te dejara morir como un animal?

Desvio la mirada,  estaba molesto- Acaso ... ¿No es eso lo que soy? ¿Un animal?

Reí ligeramente y camine hacia él.

- No quiero servir a los demonios, no quiero ver morir a mis hermanos. No quiero ser uno de ellos!  - dijo y sus ojos se llenaron de lágrimas.

Lo observe por unos segundos, no pude evitar sentir una inmensa tristeza, de repente mis ganas de hacerme  la fuerte se habían ido; lo único que quería, era  abrazarlo y llevármelo lo mas lejos posible, sin embargo mientras el no recuperara sus memorias ; para él yo era una completa desconocida. Así que me límite a tratarlo como su dueña.

- Pero eres mío, no tienes más opciones que hacer lo que yo te diga - dije y  lo abraze, no podía permitir que intentara suicidarse otra vez.

Se tranquilizó,  sus lágrimas cayeron sobre mi hombro.

- Eres mi perro-  le dije al oído- Mío y de nadie más.

-No quiero, no quiero serlo - repetía Adif una y otra vez.Estaba temblando,podía sentir su miedo, el pánico lo consumía por completo.

Acerqué mi boca a su cuello-No intentes escapar de mi, te mataré si lo haces- susurre mientras enterraba ligeramente mis dientes en su delicada piel.

Adif se aferro a mis brazos como señal de entendimiento.
Desde aquel día,  Adif jamás cuestiono mi autoridad.

Tiempo después investigué sobre los supuestos hermanos de Adif, necesitaba sentirme más cerca de él y talvez podría descubrir algo sobre su origen.