Capítulo 40: Un nuevo aliado (Final de la segunda parte)

65 5 0
                                    

El  guardia colocó al pequeño frente a mi, noté que era el mejor amigo de Adif y que  estaba realmente herido, la sangre en sus venas dejaba de fluir y el latido de su corazón se debilitaba a cada segundo . Las heridas eran demasiado graves y rebasaban mis poderes de sanación.

-¿Está segura que es un elegido? - preguntó Génesis con desconfianza.

- Si, puedo percibirlo - contesté cortante.

- Está a punto de morir,  deberías dejarlo irse  - dijo Victor .

Pero ignore sus comentarios,  tome al niño en mis brazos,  comencé a pensar sobre lo que podría hacer con él. La única manera de salvarlo era convertirlo;  si embargo automáticamente sería un plebeyo y eso pondría en duda mi palabra sobre que era un elegido.

Estaba acorralada.

- Si no quieres convertirlo yo lo haré - dijo Victor .

- No, yo lo haré, hace tiempo que no hago algo como ésto- contesté y clave mis colmillos.
Mientras mi veneno se dispersaba por todo su cuerpo, me concentre en pensar como  haría para hacerlo un elegido. 

Despejé mi mente en busca de respuestas, apareció la imagen de mi mentor y la persona más sabía que había conocido: Aro, fu así como recordé un antiguo manuscrito que había leído en su biblioteca.

Decía lo siguiente:

Los vampiros nobles son capaces de convertir a un humano  (común ) en un vampiro liberado  realizando un contrato de sangre; en este el Noble debe entregar su sangre al humano dejando vinculada su alma. El vampiro puede morir en el acto. 

Parecía simple, pero significaba entregar parte de mi alma al nuevo vampiro, mi escencia misma.

Aro me había hablado sobre el contrato de sangre, sin embargo ningún vampiro era lo suficientemente estúpido para hacerlo,  así que se mantenía como una leyenda.

Pero en un momento de estupidez :lo hice.    Lo llame momento de estupidez , pero desde un inicio sabía que estaba allí para salvar a esos niños.
Con ayuda de lo que había aprendido con  Caster idealice mi alma fraccionando se en mil pedazos, uno de ellos sería entregado al niño que estaba dispuesta a convertir.

Mi cuerpo dejo de responder, era una sensación más horrible que la muerte.

Al día siguiente. .

Abrí los ojos; estaba en mi recámara. Enrique se encontraba leyendo un libro en uno de los sofás.

-¿Enrique eres tú ?  - pregunté con dificultad.

Esté dejo lo que estaba haciendo y corrió hacia mi para tomarme de las manos. - Creí que habías muerto,  ¿Qué hiciste? - Dijo preocupado,  sus ojos estaban llenos de lágrimas.

Desvíe la mirada - Un contrato de sangre- balbuceando .

-¿Por qué hiciste una estupidez como esa?, tu alma pudo no haberlo soportado

- Es la única familia que Adif  conoce-  mis ojos se llenaron de lágrimas - Jamás me lo  perdonaría!  - lo mire a los ojos y comencé a llorar.

Me abrazó.

- Pudiste haber muerto, es algo tan complicado que cuando lo consideramos para despertar a Adif lo descartamos - susurró.

Hacía tiempo que lo habíamos hablado como una posible solución para recuperar las memorias de Alucard, sin embargo los riesgos eran tan grandes que no fue una opción viable, además al consultarlo con Caster también fue rechazado ya que el vínculo de sangre a diferencia de un contrato implica una unión de ambas almas, así que en el proceso no solo podría morir yo si no ambos.

Vínculo de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora